De todas formas las armaduras doradas son las más poderosas en la orden de Atena y más elegantes que las de bronce. El ejemplo de Seiya es bastante diciente, se ve simplemente superior con la armadura de Sagitario. Ahora que si una armadura dorada se rompe, con mayor razón una de bronce, pero la dorada es más resistente.
En cuanto a que las de bronces se pueden convertir en divinas, es cierto, pero según explica Saori en el Next Dimension, la forma divina no es permanente y dura mientras el portador encienda al máximo su cosmos y los dioses se lo permitan.