Yo estoy tremendamente dolido. He estado todo el día con la mirada perdida, apático totalmente y reaccionando lo mínimo a todo. He perdido un trocito de mi alma, literalmente. Desde mi infancia, Dragon Ball y el arte de Toriyama me inspiró en muchísimos aspectos, y no solo en el artístico. De hecho donde estoy hoy, seguramente no lo estaría, ni habría conocido a cierta gente, de no ser por Dragon Ball. Sonará tremendo, pero es así. Como ha dicho mi hermano "era tu padre artístico", y ciertamente eso y añadido a otras cosas recientes, me ha dejado hundido. Todos los que nos criamos con las aventuras de Goku y compañía hemos perdido un trozo de nosotros mismos. De esas tardes viendo la serie y comentando con los amigos en el colegio o imitando las poses de lucha y gritando técnicas; o coleccionando todo lo que caía en nuestras manos.
Más tarde o más temprano tiene que pasar, está claro, pero nunca estás preparado para estas cosas, aunque en algunos casos sean despedidas anunciadas. Y este caso ha sido encima de una forma que nadie se esperaba. Sinceramente creo que el propio Tori no era consciente de su legado y de la influencia que ha dejado en prácticamente todo el mundo. Si a todo lo que se ha apagado hoy (pese a que ocurrió el día 1) le sumamos las vivencias o recuerdos relacionados, de incluso con gente que ya no está con nosotros, el dolor se acentúa y eso es un sentir de verdad que apenas se puede describir con palabras.
Si Tezuka es llamado el dios del manga por haber abierto camino con su arte en su momento, Toriyama puede llamarse perfectamente profeta u otra deidad que, malpese a muchos (y otros tantos estarán de acuerdo porque es tontería comparar) será inigualable por muchos años que pasen o cientos de tomos y series que publiquen. Es una pérdida colosal y totalmente irremplazable.
Gracias por tanto, sensei.