Jump to content

Ozharu

Miembros
  • Contenido

    189
  • Ingreso

  • Última visita

Mensajes publicados por Ozharu

  1. Linto retomó su postura, sus piernas se flexionaron ligeramente y los brazos en posición de combate, cerró los ojos y comenzó de nuevo.

     

    - Menuda explosión, si Alexander es capaz de eso, no veo porqué yo no puedo conseguirlo- pensó el joven.

     

    Comenzó a concentrar su cosmos, como ya había hecho anteriormente en varias ocasiones, pero ésta vez no quería elevar su cosmos al máximo, sólo una cantidad manejable, suficiente para poder ser proyectada. Sentía de nuevo cómo el agradable frío de su cosmos invadía su cuerpo, como fluía por su interior, esa sensación le reconfortaba, le hacía sentir seguro, se sentía cómodo.

     

    Abrió los ojos e intentó canalizar el cosmos que había concentrado hacia su brazo derecho, retrasó ligeramente su pierna derecha, su brazo derecho lo colocó en posición de ataque y se fijó en una columna semi derruida que tenía enfrente.

     

    -¡¡¡Aaaahhhhh!!!- gritó Linto mientras adelanteba su brazo expulsando su cosmos en dirección a la columna.

  2. Linto miró a su compañero.

     

    - Eso parece, ¿que habrá sucedido?- preguntó el castellano.

     

    Se giró y miró a su maestro, permanecía de pie, serio, sin inmutarse, por el contrario, Linto, se moría de curiosidad por averiguar que había sucedido, avanzó hacia él intentando disimular su curiosidad.

     

    - Maestro, ¿que acaba de suceder?¿no deberíamos ir a ver que ha sucedido?

  3. El joven castellano escuchó con atención las palabras de su maestro, respiró profundamente y se preparó para el combate. Con las piernas flexionadas y los brazos en posición, cerró los ojos y comenzó a concentrar su cosmos, despacio, frío como el hielo, comenzó a notar como envolvía todo su cuerpo y se iba expandiendo lentamente.

     

    - Muy bien Linto, tranquilo, poco a poco, tienes que controlarlo, despacio.- se decía a si mismo el castellano.

     

    Una poderosa luz apareció en el cielo, como una llama, despertando a Linto de su concentración.

     

    - ¡¡¡Pero que coño es ...!!!.- las palabras se le cortaron en la garganta, dejándo a Linto con la boca abierta mientras miraba aquella llama.

     

    Desvió su mirada hacia su compañero Rigel, tan asombrado como él, a continuación miró a su maestro, buscando, pidiendo una explicación para lo que acababa de suceder y no lograba comprender.

  4. Linto llegó corriendo, era el último en llegar, sus dudas le habían hecho demorarse demasiado. Cuando llegó vió a Alexander salir de las estancias y a su maestro alejarse con rapidez.

     

    - Alexander, ¿que ha pasado?, siento llegar tarde, yo ...

     

    El castellano agachó la cabeza, no se atrevía a mirar a su compañero a los ojos.

     

    - Lo siento- su voz era débil, casi un susurro- me avergüenza mi comportamiento, quiero pedirte perdón, y a Rigel y a Phoros, no debí haber gritado de aquella manera, siento que os he fallado, mi orgullo me traicionó, yo...

     

    El castellano levantó la cabeza y una lágrima resbalaba por su rostro.

     

    - Sólo espero que aceptes mis disculpas, lo siento.

  5. Linto se encontraba apoyado en la pared, cabizbajo, sumido en sus pensamientos.

     

    "¿Por qué? No lo entiendo, ¿el primer combate sólo tuve suerte? No puede ser, él no ha sido mejor que yo, no es más fuerte que yo, ¿que ha pasado? no lo entiendo, no lo entiendo."

     

    El cuerpo de Linto se iba tensando, la frustración crecía en su interior, no conseguía encontrar respuesta alguna a su derrota, y entonces explotó, su cuerpo no se había recuperado por completo pero sí lo suficiente, una mesa que tenía a su lado pagó su frustración recibiendo un fuerte puñetazo, Linto descargó toda su fuerza en la mesa.

     

    - ¿¿¿Por qué???- gritó el joven castellano- No lo entiendo, él no es mejor que yo, no es más fuerte que yo, ¿que ha pasado entonces?- miró a su maestro- Puede que no estés decepcionado, pero yo sí, yo lo estoy, soy capaz de hacer las cosas mucho mejor, y no hacer el ridículo cómo lo he hecho, y para nada me siento orgulloso de mi último combate, no entiendo que ha pasado.

  6. El combate aún no había terminado, pero Linto había perdido, el castellano se sentía extraño, confuso, enfadado consigo mismo, tenía la sensación de haber perdido, no por los aciertos de su rival sino por sus propios errores, se sentía frustrado.

     

    "Mierda, mierda, mierda, ¿por qué? no."

     

    Linto veía cómo su rival se abalanzaba sobre él, dispuesto a acabar el combate, al jóven castellano apenas le quedaban fuerzas, el sudor brillaba en su frente, sus músculos se tensaron, el castellano era como un animal herido que espera el momento en que el depredador acabe con él.

     

    Linto concentró todo el cosmos que le quedaba, y en un acto a la desesperada decidió expulsarlo de su cuerpo, esperando quizás que ocurriera un milagro.

     

    -¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!- exclamó Linto mientras expulsaba su cosmos.

     

    (Gasto todo el cosmos que me queda en ése ataque)

  7. "Mierda, ése error de cálculo podría haberme costado el combate, hay que terminar con ésto."

     

    El joven castellano elevó su cosmos mientras se levantaba, su mano reposaba allí donde el puño de su rival había impactado, consciente de que el combate estaba siendo más complicado que el anterior.

     

    Linto salió corriendo hacia su rival, que hacía igual que él, a dos metros de encontrarse con él se agachó y aprovechando la velocidad que llevaba, se deslizó hacia su izquierda rodeando a su rival, para colocarse a la espalda de su rival y lanzar dos rápidos puñetazos dirigidos a los riñones de Saif, tras esto y tan rápido como pudo se volvió a alejar de su rival, pero ésta vez se aseguró de dejar varios metros más de distancia.

     

    (Gasto 5 puntos de cosmo en esquivar y 10 en los puñetazos, vamos 5 en cada uno xD)

  8. Otra vez en la arena, y otra vez el mismo calor, el mismo público, pero el rival era diferente, Saif, seguro que sería un rival más duro que Decebal. Elcastellano salió a la calurosa arena de combate entre los vítores de la gente, pero él aún tenía en mente las palabras de su maestro.

     

    - Mi maestro está orgulloso de mí, eso es bueno, arriegaré intentando algo diferente.- se dijo Linto a si mismo.

     

    Llegó al centro de la arena, frente a su rival, y comenzó a elevar su cosmos, retrocedió su pie derecho y flexionó ligeramente sus rodillas, mientras colocaba los brazos en posición defensiva.

     

    Una voz dio comienzo al combate, pero ninguno de los dos contrincantes se movía.

     

    "Me está esperando, algo trama, pero éste combate tiene que comenzar"

     

    El castellano salió corriendo velozmente hacia su rival, cuando estuvo a unos dos metros liberó parte del cosmos para realizar un movimiento a la izquierda, pero no era sino un amago, su verdadero movimiento era hacia la derecha, deslizándose por la arena cargó su pierna derecho con cosmos para lanzar una patada a las piernas de su rival, esperando desestabilizarle, para después alejarse unos metros para escapar del alcance de su rival.

     

    (Gasto 5 puntos de cosmos en el amago y otros 5 en la patada)

  9. El joven Linto se puso de pie, cuidadosamente comprobó que todas las protecciones estuvieran bien colocadas en su sitio, una vez hecho su particular ritual se acercó a su maestro.

     

    - Maestro, parece que Alexander ha llegado lejos, me alegro mucho por él, espero poder enfrentarlo en el combate final, pero si no me equivoco mi combate contra Saif no será tan sencillo como contra Decebal. Saif por lo menos tiene cerebro.- comentó Linto para soltar a continuación una leve sonrisa.

     

    - Se que va a ser un combate duro, así que espero no defraudarle, Maestro, intentaré hacerlo tan bien o incluso mejor que mi anterior combate, se lo prometo.

  10. Linto se despertó tras una apacible noche, relajado desayunó con sus compañeros. Estaba tranquilo, sabía que ya había demostrado parte de su poder derrotando a decebal, a partir de ahora lo que le quedara de torneo sería para disfrutar de los combates y sobretodo conocerse mejor a si mismo, conocer su poder y descubrir cuál alto era su límite.

     

    - Me agrada escuchar esas palabras, amigo mío, yo también estaría encantado de poder celebrar nuestro pase al combate final, y por favor, no me seas humilde, quizás seas tú el que nos sorprenda a todos, tienes mucho potencial y me encantaría poder ser testigo de ello en uun combate contra tí. Esperemos que la victoria nos sonría a ambos.

     

    El castellano extendió su mano y estrechó la de su amigo.

  11. Linto había terminado su plato, y ahora se encontraba a solas con Kiriel, quien pareciera que se hubiera quedado en la mesa sólo para averiguar algo. El castellano despidió a sus amigos con un gesto de la mano, para escuchar desconcertado la pregunta de Kiriel.

     

    - Si... No... estooo- la mirada de Kiriel había puesto nervioso al castellano, que aprovechó a beber un trago de agua- No es la primera vez que uso el cosmos, pero nunca había ocurrido eso, es la primera vez que pasa, si es eso a lo que te refieres.

     

    Pero fueron las siguientes palabras de Kiriel las que le dejaron completamente descolocado ¿que era lo que quería decir realmente?

     

    - Bueno, no recuerdo exactamente el momento, pero si, es verdad que a veces entreno a solas con mi maestro, quizás desde el día en que desperté el cosmos, no lo recuerdo bien, pero ¿eso no lo hacéis todos?

     

    Linto apuró las últimas gotas de agua de su vaso, intentado comprender la última pregunta, se hallaba desconcertado.

     

    - No entiendo, no se si ha sido casualidad, pero a Maia también le ha ocurrido algo parecido, supongo que a todos les acabará pasando ¿no?. Si ninguno de vosotros puede entrenarme, entonces, ¿quién lo hará?¿el propio Patriarca?

  12. Al escuchar la contestación de Kiriel, Linto afianzó lo que ya intuía, era demasiado pronto para saber algo sobre sus futuras armaduras, aunque al parecer iban por el buen camino.

     

    El comentario de Maia y la contestación de Kiriel hicieron que Linto contuviera una carcajada y en su lugar mostrara una gran sonrisa, a decir verdad esos momentos de relajación les venían muy bien, necesitaban distraerse y no obsesionarse con lo que les quedaba de torneo.

     

    - Kiriel, - dijo el castellano mientras limpiaba los últimos restos de comida con un pedazo de pan - hay una pequeña duda que lleva rondándome la cabeza durante algún tiempo. ¿Puede ser que alguno de nosotros no consiga armadura?¿que pasaría en ese caso?¿que pasará con el que no obtenga armadura?

  13. - Me parece una muy buena idea, comer algo ahora no estaría nada mal, por supuesto que os acompaño.- contestó el castellano.

     

    En realidad Linto no necesitaba descanso alguno, su combate contra Decebal había sido tan breve que ni siquiera había sido golpeado por su oponente. Pero había visto el resto de combates y ya se hacía una idea de lo que le podía esperar, y ninguno sería fácil.

     

    "Encontrar nuestro lugar, pues no, me temo que aún no lo he encontrado, supongo que a lo largo del torneo logremos descubrir que nos puede deparar el futuro."

     

    Linto se acercó a sus compañeros listos ya para partir hacia un merecido descanso en la sala común, miró disimuladamente a Maia, intentando descubrir quien se escondía bajo la máscara.

     

    "Maia, que gran poder en un cuerpo tan pequeño, ¿que secretos guardas en tu interior? seguro que ni tu misma lo sabes, quizás sea la que más potencial tiene de nosotros, lo único que se es que como nos enfrentemos en el torneo la temperatura del coliseo bajará unos cuantos grados."

     

    Linto dio unos pasos hacia la salida, esperando que Maia no se percatara de su mirada hacia ella, se moriría de vergüenza si lo hiciera.

  14. Parecía que Linto se había hecho famoso tras su combate, ahora la gente le reconocía y le saludaban.

     

    - Bueno, por lo menos hasta que alguno de vosotros me de una buena paliza y todos se olviden de mí.- dijo sonriendo el castellano.

     

    El combate transcurrió más o menos como esperaba Linto, hasta que Maia hizo patente la presencia de su cosmos, frio y agradable como el suyo, le gustaba el cosmos de la chica.

     

    - Pues si me enfrento a ella ya puedes preparar ropa de abrigo, creo que si nos lo proponemos podemos hacer que nieve jeje.- contestó a su compañero.

     

    El combate se decidió con unos rápidos movimientos de Maia dejando a Rigel inconsciente en el suelo, Linto lamentaba mucho la derrota de su compañero, quién no había podido demostrar su verdadera valía.

     

    - Pues si que están durando poco los combates- dijo el castellano mientras se levantaba de su asiento- Creo que te acompañaré, veamos que tal se encuentra Rigel, algo de ánimo no le vendrá mal.

  15. El siguiente combate se anunció a continuación, era el turno de su compañero Rigel, Linto confiaba plenamente en él, sabía perfectamente de lo que era capaz, a pesar de su cojera tenía mucho potencial; pero la gran incógnita era Maia, no se la veía ni fuerte ni grande, cualquiera diría que una chica como ella no pintaba nada allí entre todos ellos, pero si una cosa había aprendido el joven castellano era a no subestimar a la gente, lo hizo una sola vez y su hombro acabó dislocado.

     

    "Seguro que Maia esconde algo bajo la manga, confío en Rigel pero creo que Maia será difícil de vencer, va a ser un combate muy interesante."

     

    - Muchas gracias Alexander- contestó con una sonrisa- supongo que si, pero quizás nos vuelvan a sorprender ahora con el siguiente combate.

     

    - Buena idea, será mejor que vayamos a las gradas.

  16. Linto suspiró de alivio al oír las palabras de su maestro y los gestos de preocupación desaparecieron de su rostro. Ayudó a su maestro a sacar al enorme Decebal de la arena, para llevarlo hasta una camilla.

     

    "Menos mal, que alivio".

     

    Al ver las miradas del resto de sus compañeros y escuchar las palabras de Efestión y Kiriel, comenzó a ser consciente de la magnitud de su combate, él sabía que había realizado algo fuera de lo común, pero no algo tan extraordinario.

     

    - Maestro- dijo mirando a Phoros- ¿Qué ha pasado?¿he hecho algo malo? No era mi intención dejar a Decebal en ése estado, yo, yo solo quería ganar el combate.

  17. Linto se encontraba de pie, en mitad de la arena congelada por su propio ataque, vio como el gigante de Valaquia se desplomaba inconsciente sobre el hielo. Fruto del nerviosismo por tal situación, el castellano instintivamente levantó su brazo en señal de victoria, mientras con su mirada buscaba entre la multitud el rostro de su maestro.

     

    "¿Qué ha pasado?¿que es todo esto? No es lo que quería hacer, yo, yo solo, Decebal."

     

    Linto fijó su mirada en Decebal, que seguía inmóvil en el suelo, bajó el brazo y salió corriendo hacia él.

     

    - ¡¡¡Decebal!!!- gritó nervioso el castellano.

     

    Cuando llegó hasta su compañero, se arrodilló junto a él, nervioso, levantó la cabeza y buscó ayuda, buscó a su maestro.

  18. El joven castellano observó como su rival caía golpeando la arena con su enorme espalda levantando una pequeña nube de polvo.

     

    "Ahora"

     

    Linto volvió a concentrar cosmos en su pierna, tanto como pudo para, en un rápido movimiento, golpear fuertemente una de las rodillas de Decebal, esperaba reducir bastante su movilidad con ese ataque, por lo menos esperaba dejarle cojo el resto del combate aunque sabía que sería un rival resistente.

     

    Acto seguido se alejó de su rival lo más rápido posible intentando así evitar cualquier contraataque que pudiera realizar, cuanto más lejos mejor, pensó el castellano.

     

    Decició no seguir atacándole de cerca, quizás fuera un error no aprovechar que su rival estaba en el suelo, pero no debía menospreciar a Decebal, y aún tenía en mente las palabras de su maestro, no debía arriesgarse innecesariamente, y cuanto más tiempo pasara cerca del valaco, mas se estaría arriesgando, así que adoptó nuevamente una postura defensiva a la espera de realizar un nuevo movimiento.

     

    (gasto 6 puntos de cosmo en el golpe)

×
×
  • Crear nuevo...