2014 Aniversario IV: 1er Concurso de Relatos - Fase de Votaciones.

[Megatron]

RELATO 12

LA CONFESIÓN DE HEIRICH

 

“¿De verdad quiere saberlo? De no haber aparecido ese hombre, jamás hubieran derrotado a Alemania.”

 

        Nada más oír descorrerse el cerrojo, se estremeció. El oficial a su cargo entró y lo llamó por su nombre. 

 

        Sonriendo, Heirich se levantó exhalando la última bocanada de humo de su cigarrillo, apenas había tocado la comida. Tras alisarse la camisa, salió al estrecho pasillo seguido del oficial. El sacerdote de la prisión y dos soldados lo aguardaban.

 

        -El señor es mi pastor…- comenzó el padre O’bralye a salmodiar, pero Heirich lo acalló estallando en una sonora carcajada.

 

        -Guárdese sus palabras padre, allá a donde voy de nada me servirán.

 

Asomado a la ventana de mi despacho, situado en el edificio de los oficiales, por primera vez desde que llegué a Sokov, no me aparté de la ventana ni bajé la persiana.

 

Pérfido y ruin. Malvado hasta el final, no había perdón para él. Jamás descubriría que fue lo que ocurrió en aquel supuesto centro de formación para oficiales de alto rango de la SS a cargo de ese demonio que vestía armadura negra y al que todos conocían como el Demonio de Sokov, aquel al que el Fürher entregaba cada seis meses, una partida de “niños singulares”, chiquillos con talentos especiales, dotados de una inteligencia y ante todo, de una imaginación fuera de lo común, provenientes de cualquier parte del mundo.

 

La soga rodeaba ya su cuello. Sentí cómo se formaba un nudo en mi estómago a la vez que un intenso y desagradable sabor metálico inundaba mi boca… estaba enojado.

 

        Jamás habría consuelo ni descanso para los familiares de aquellos niños. No descubriríamos jamás si el Demonio de Sokov, verdaderamente murió.

 

Una vez todo hubo acabado, me senté ante la atestada mesa de mi despacho. Cientos de declaraciones, de confesiones, de crímenes contra la humanidad apilados en cuatro grandes montones aguardaban a que los fuera clasificando.

 

        Asqueado hundí mi cabeza entre mis manos. Tenía ganas de llorar…

 

Y eso fue lo que hice. Llorar desconsoladamente, por qué, alertada por mis sonoros sollozos y gemidos Hilda, mi secretaria, comenzó a llamar insistentemente a la puerta.

 

-¡No entres!- le grité cuando, al levantar la cabeza, vi como lentamente giraba la manilla de la puerta- Estoy bien Hilda, no entres…

 

Creo que fue entonces cuando descubrí el sobre.

 

Reconocí al instante, por lo refinadas y ampulosas que eran las letras, la identidad de quien me lo había enviado… “Heirich”, musité.

 

No sé cuánto tiempo permanecí allí quieto contemplando mi nombre garabateado con tinta negra… 

 

         “Atentamente al capitán Connors”

 

         …ni cuánto tarde en abrirlo y leer su contenido.

 

        Siempre creí que Heirich, en su inconmensurable perversidad, jamás relevaría el final del Demonio de Sokov. Supongo que el ser conscientes de la proximidad de la muerte, nos vuelve más humanos.

 

 Confesión manuscrita del prisionero Heirich Müller dirigida al capitán de las fuerzas americanas Brian Connors. Extracto del fragmento donde se detalla la muerte del Demonio de Sokov.

 

 

        Herr Lochrum había enviado a sus hombres al exterior. También vestían armaduras negras, pero no eran como la suya.

 

Por primera vez, no hubo llantos ni gritos de niños aterrorizados. Empleando su inconcebible poder, de un solo golpe, los mató a todos convirtiéndolos en estatuas.

 

Herr Lochrum nos ordenó entonces que lanzáramos las estatuas en las que los niños habían sido convertidos, al foso.

 

Algo le inquietaba y todos nos andábamos con mucho cuidado de no interponernos en su camino.

 

        Nos atacaban. ¿Y qué?

 

        No era la primera vez que llovían las bombas sobre nuestro campo de entrenamientos y, en cualquier caso, todos estábamos seguros y resguardados en los búnkeres subterráneos. O, al menos, eso creíamos…

 

       Dietter, Thomas y yo aún nos encontrábamos en el inmenso salón subterráneo donde Lochrum oficiaba sus masacres… deshaciéndonos de las estatuas, cadáveres, lanzándolos al foso al pie del altar.

 

       De repente, el suelo tembló.

 

       Recuerdo que Dietter  cayó al foso y comenzó a gritar. Thomas no paraba de reír.  Yo me hallaba paralizado frente a Lochrum.

 

       Por la extraña expresión que surcaba su rostro, supe que aquel temblor no lo había propiciado la explosión de ninguna bomba.

 

       Nunca hubo sentimiento humano en sus ojos. Estaban vacíos, negros como su armadura… y cuando te miraba sentías que caías al fondo de un insondable precipicio y  te era imposible apartar tus ojos de él.

 

       Sólo sé que se produjo una gigantesca explosión.

 

       El techo no se hundió. Desapareció. 

 

        Serían aproximadamente las doce y media de la madrugada cuando… los rayos del sol… aquel hombre…

 

 

Madrugada del 15 de noviembre de 1943.

 

 

       Rodeado de toda la potencia de su energía cósmica, Vel de géminis se abrió paso atacando a la velocidad de la luz a sus rivales.

 

       Saltando en el aire evitó las violentas embestidas de estos contraatacándolos. Destrozados, los cuerpos sin vida de los tres caballeros negros cayeron al suelo.

 

      Pasando sus piernas por encima de sus cadáveres, Vel comenzó su búsqueda.

 

Concentrado, avanzó algunos pasos hasta situarse en medio de la pista reservada para las pruebas atléticas cuando… una ligera vibración, le indicó que se hallaba literalmente “encima” de aquel al que había venido a buscar.

 

Alzando sus manos, concentrando su poderosísima energía en aquellos pocos centímetros cuadrados, Vel volatilizó el techo del bunker descubriendo la guarida del Demonio de Sokov.

 

-Vel de Géminis. Menuda sorpresa.

 

Rodeándose de toda la potencia de su oscura y violácea energía cósmica, sus ojos destellaron irradiando una luz enfermiza. Lochrum, caballero negro de la Medusa cubrió su cuerpo con su maléfico escudo, lanzándose al ataque.

 

Haciéndose rápidamente a un lado, Vel aferró el puño de Lochrum, pero este respondió rápidamente, golpeándole entre las costillas, sorprendiéndole.

 

-No eres rival para mí, hermano.-sorteando las rabiosas acometidas de Lochrum, evitando en todo en momento cruzar con él su mirada, Vel retrocedió cediéndole cada vez más y más terreno.-¡Imbécil!- masculló- no puedes parar lo que no ves.

 

Hundiendo violentamente su puño en el estómago de Vel, aprovechando que su hermano abrió los ojos desencajados, las pupilas de Lochrum emitieron un rápido pulso violáceo.

 

-¡Mirada de Medusa!- gritó estallando en una sonora carcajada contemplando cómo, el brazo izquierdo de Vel, caía insensible y petrificado a un lado. - Siempre fuiste el más débil de los dos.

 

-¡Mientes!-clamó dispuesto a llegar hasta el final- aunque sea con un solo brazo, ¡acabaré contigo!- su poderosa energía estalló rodeándolo.

 

-Por primera vez luchas de verdad hermano. Lástima que tengas que morir.

 

Saltando en el aire, Lochrum retrocedió imitando a la perfección los movimientos de su hermano.

 

-¡EXPLOSIÓN GALÁCTICA!-gritaron.

 

Los dos poderosísimos cosmos se encontraron, colisionaron y la tierra tembló bajo sus pies. Durante unos instantes, la rabiosa onda de destrucción permaneció en equilibrio entre ambos. Fue entonces cuando Vel demostró al fin su auténtico poder.

 

Apretando los dientes, su cosmos estalló rompiendo el equilibrio. Atónito, Lochrum extendió sus manos concentrado toda su energía frente a él,  más nada pudo hacer. Los planetas lo rodearon, las galaxias estallaron y miles de golpes a la velocidad de la luz destrozaron su cuerpo. 

 

 

…flotaba en el aire. Una “fuerza” brutal, divina, lo estaba castigando y, entonces, empezó a llover…

 

…más no eran gotas de agua, sino la sangre y los fragmentos de su cuerpo… 

 

Así murió.

[Megatron]

RELATO 13

 

1 de Diciembre

 

 

Bajó del taxi y ya en la acera recorrió con la mirada aquel enorme edificio con el que había soñado desde pequeño. Pasado ese primer instante de total abstracción recordó a su padre apoyado en la escalera mientras cerraba tras de sí la puerta de su casa.

 

I

El Señor Takeda era un reputado letrado de Sapporo, la ciudad más importante de Hokkaido. Al cumplir su primogénito 15 años lo envió a estudiar a la metrópolis para que se convirtiera en abogado laboralista y  poderle ayudar en el vetusto bufete que regentaba.

 Shimitsu no era ningún joven atolondrado, muy al contrario "Shim" como lo llamaba su madre, era ya todo un hombre. Desde pequeño había destacado en la escuela y después, en secundaria, se destapó como un excelente alumno y un maestro de la oratoria y el shodô…artes muy apreciados.

La preparatoria y posteriormente la universidad fueron un suspiro para él. Shimitsu llegó a Tokio en el 90 durante el colapso de la burbuja financiera Nipona. Aún así las oportunidades de crecer laboral y económicamente se cruzaban por su lado a diario, pero el peso que suponía su vuelta conseguía atar todas aquellas inquietudes. Shimitsu era un verdadero talento, pero ante todo era eso, "Shim" y  más pronto que tarde le reclamarían. Ese era el pensamiento que recorría su mente al final de la jornada. Su deber como hijo se anteponía a cualquier otra motivación y en ocasiones pensaba que todo aquello que estaba aprendiendo, todas aquellas experiencias que tanto le llenaban, de nada le servirían como pasante en un bufete de Sapporo que se mantenía a duras a penas, solo sostenido por glorias pasadas.

En su vigesimosegundo cumpleaños recibió la carta que tanto temía, su padre le exhortaba un pronto regreso a casa y su incorporación al despacho a su lado. Shimitsu dobló la hoja y deslizándola encima del escritorio, respiró profundamente. Se recostó en el futón, cerró los ojos recordando todas las cosas que le habían sucedido en Tokio desde que llegó a la Bahía. Amaneceres que lo despertaban rodeado de libros que devoraba uno tras otro, los paseos en primavera, siempre acompañado de su carpeta de dibujo, trazando la silueta de sauces, almendros y alguna que otra chica taciturna. Aquellas interminables tardes en los juzgados de Shibuya, oyendo alegatos de fiscales y abogados, las libretas y libretas que llenaba de anotaciones que luego repasaba antes de dormir, obligándose a pensar que su padre estaría orgulloso. Así se despidió de la ciudad que lo había atrapado, de las luces de neón y mil días de vivir como en la vida de otro. Cuando volvió a abrir los ojos ya no se sentía en aquella mega polis que le había visto transformarse en la persona que era, su alma había volado y el barco solo llevaría ya su cuerpo.

Durante 5 años Shimitsu mantuvo su rol de hijo abnegado, en una sociedad en la que los sentimientos no existen o se ocultan. Día tras día se sentó en aquella envejecida mesa de madera que en tiempos había pertenecido a su abuelo. Un buró de estilo inglés, en la que vio pasar estaciones, mientras se consumía rodeado de papeles y archivadores.

La primavera llegó con una lluvia persistente, las mañanas eran grises y las noches de un rojizo que lo llenaba todo. Hacía ya unos meses que el pobre Shim no podía ocultar el gran pesar que le suponía su vida. Las hojas del calendario iban cayendo y no parecían llevarle hacia ningún lado.

Una extraña enfermedad lo encontró en aquellos días. La señora Takeda lloraba a escondidas de su marido mientras este llenaba todo su tiempo en consultar con médicos de toda la prefectura. Unos decían que era una infección por algún alimento que había tomado, otros simplemente acertaban a decirle que se temiera lo peor. Las fiebres y los vómitos pronto convirtieron a Shimitsu en una sombra de sí mismo, mientras que su madre postrada junto a el día y noche, lo velaba pensando que la única enfermedad que padecía su hijo era la enorme tristeza que le embargaba desde su regreso.

Shim pasaba con su cuaderno casi toda la jornada, las pocas fuerzas que albergaba no le permitían abandonar el lecho, así que se enfrascó en su gran pasión, dibujando a su madre, los personajes de la enésima reposición de su serie de cabecera o el yoroi Edo de la familia Takeda. Todo lo que alcanzaba su vista era inspirador para su increíble gusto por el trazo en el papel.

Cuatro meses después del inicio de las dolencias, estas desaparecieron tal como llegaron, pero ya nada era igual en la casa de los Takeda. Una gran depresión hizo mella en la madre, que durante la convalecencia de Shim había padecido enormemente y veía claramente que su hijo no debía seguir trabajando para la familia y tenía que cumplir sus sueños. Fue una tarde cuando la señora Takeda entró en el despacho de su marido y deslizando su mirada por la botonadura de la camisa le dijo:

-Katshu, esposo mío...

Al oir aquel nombre, con el que su mujer le llamaba durante el noviazgo, algo le apretó con fuerza el corazón.

-...mi dueño, mi vida, mi amante. En verdad sabes que nunca te pedí nada, que me convertí en tu mitad sabiendo que nunca dudaría en la decisión que tomaba. Por el amor que te proceso y que tú me ofreces cada amanecer, despoja a tu hijo de su carga, libéralo de su promesa y estar en aquella oficina. Ya sé que tu ilusión es que fuese tu diestra. Pero nuestro pobre Shim no merece consumirse en la amargura que le ahoga, no merece desperdiciar todo su talento, para hacernos felices. Déjale marchar...

-Así  como tú dices, yo dispondré que se haga. -Le respondió.

Al día siguiente Shim saludo a sus padres antes de dormir como siempre hacia. Para él era solo una noche más, pero sus padres ya habían decidido que no lo fuera.

-Shimitsu,  acércate. Quiero que cojas el sobre que hay sobre la mesa.

-Si, padre.

-Ábrelo.

-Si,  padre, ahora mismo. Padre, es, es un pasaje. Un pasaje a Tokio. –Respondió desconcertado.

- Quedas liberado de tus responsabilidades.  Ahora tu vida te pertenece enteramente, podrás disponer de ella a gusto. Una cosa te digo hijo mío, devuelve a tu casa lo que tu casa con gran esfuerzo te está dando. No dejes de merecer esto que hoy te ofrecemos. Llega tan lejos como sabemos que puedes llegar y más lejos aún.

-Si padre. Desde hoy consagrare mi vida a hacer realidad lo que me pides.

Con 27 años se encontraba de nuevo ante aquella puerta, con su padre apoyado en la escalera que le volvía a mirar fijamente. Habían pasado 12 años pero el pecho de Shim latía apresurado como cuando era un chiquillo. Saludó inclinándose. Fue entonces cuando el Señor Takeda dejó escapar una sonrisa cómplice con la que firmaba la partida de su único hijo. Y así marchó sintiéndose por fin,  libre.

 

El 1 de Diciembre de 2002 Shimitsu Takeda, entró a formar del nuevo proyecto de la multinacional Bandai, su nombre clave Saint Cloth.  

Y cumplió su sueño…

[Megatron]

RELATO 14

Saint Seiya: Universo Paralelo

 

La leyenda nos dice que los caballeros siempre aparecen cuando las fuerzas del mal intentan apoderarse del mundo… en un tiempo lejano existió un grupo de jóvenes que protegía a Atenea, la diosa de la guerra, se les llamaba caballeros de Atenea y siempre combatían sin armas. Se cuenta que con un revés de la mano eran capaces de desgarrar el cielo y que de un solo puntapié abrían grietas en la tierra, hoy de nuevo un grupo de caballeros con el mismo poder e idéntico valor ha llegado a la tierra.

En un torneo galáctico, organizado por Mitsumasa Kido, diez de ellos combaten para conseguir la más alta distinción de la orden de caballeros, al obtener como premio, una armadura dorada que convierta al vencedor en caballero de oro. No obstante, el transcurso normal del mismo se ve alterado cuando uno de ellos, Ikki del fénix, consigue robar la armadura de oro de Sagitario. Los caballeros comienzan una sangrienta batalla por recuperarla, en la que pierden la vida muchos caballeros, que engañados por el patriarca, creían defender a la diosa Atenea. Finalmente, y ante tal masacre, Saori decide viajar al Santuario para enfrentarse al patriarca y poner fin de esta manera a la guerra, y lo hace convocando en el santuario a todos los caballeros que conocían la verdad y que eran fieles a su causa….

-       Jabu, Ban, Nachi, Geki, esperarme, no puedo mas – sollozaba Ichi mientras que perseguía a sus compañeros rumbo al santuario para reunirse con el resto de caballeros de bronce

-       Ichi, ya queda poco, Seiya y los demás nos deben de estar esperando junto con Saori para reunirse con el patriarca y solucionar esta absurda lucha en la que nos hemos visto envueltos.

 

-       ¡¡¡ALTO!!! La entrada al santuario está prohibida por órdenes del patriarca.

-       ¿Cómo? Somos caballeros, acaso ¿no lo ves?

-       Si no volvéis por donde habéis venido no nos quedará otra opción que la de mataros, las ordenes del gran patriarca han sido muy claras, y seáis caballeros o no, no podéis pasar.

-       Está bien, si no nos dejáis otra alternativa, acabaremos con vosotros para seguir nuestro camino.

-       ¡Por el galope del unicornio!

-       ¡Bombardelo del león!

-       ¡Por el aullido del lobo!

-       ¡El abrazo del oso!

-       ¡Por los colmillos de la hidra!

Los cien soldados que cortaban el paso a los caballeros salieron volando y estos pudieron continuar ascendiendo por las escaleras que conducían al santuario. Unos minutos más tarde llegaron a la entrada de las doce casas, donde se toparon con diosa Atenea postrada en el suelo y con una flecha dorada clavada en el corazón y a Tatshumi a su costado sollozando y maldiciendo su suerte.

-       ¡Donde os habíais metido!, ¡ya era hora de que llegaseis mentecatos!, ¡no servís para nada!, ¡si hubieseis venido antes, esto no hubiese pasado!....

-       Pero… ¿Qué ha pasado Tatshumi? ¿Qué le ha ocurrido a Saori? ¿Por qué esta en el suelo? y… ¿Qué significa esta flecha en su pecho?

-       Al llegar al santuario vino a recibirnos un lacayo del gran patriarca, pero este resultó ser un caballero de plata que lanzó un ataque de flechas contra la señorita. Seiya consiguió vencerle de un solo golpe, pero no pudo evitar que una flecha envuelta en un poder maligno se clavase en el corazón de Saori, haciendo que cayese desvanecida al suelo.

-       ¡MALDICIÓN!, Rápido, hay que hacer algo. ¿Dónde están Seiya y los demás?

-       Han empezado a cruzar las doce casas del zodiaco, custodiadas por los caballeros de oro, de los que se dice son los seres más poderosos de la Tierra. Han de derrotarlos para cruzar sus moradas antes de que se extingan las doce llamaradas del gran reloj de la torre, porque pasadas esas doce horas, Atenea morirá.

-       Entonces no tenemos tiempo que perder, amigos crucemos las doce casas y reunámonos con Seiya.

-       ¡Si, vamos, adelante!

 

-       ¡¡¡MURO DE CRISTAL!!!!!

 

-       ¡¡¡AAAAHHHHHHHH!!!

-       Es un caballero de oro……. espera…… es Mü.

-       Mü, no te veíamos desde que reparaste nuestras armaduras, no sabíamos que fueses un caballero de oro, pero ¿por qué nos atacas?

-       El cruzar estas 12 casas no es vuestra misión, si no la de Seiya y los demás. Ellos se han de apoderar del escudo de Atenea para poder salvarla. Vuestra misión es traer el báculo de nuestra diosa.

-       ¿El báculo? Creo recordar que estaba en la fundación, Kiki se puede teletransportar y traerlo rápidamente, así nosotros también podremos luchar contra el resto de caballeros de oro y ayudar a nuestros amigos.

-       Me temo que no es tan sencillo. El báculo que vosotros conocéis y habéis visto no es el báculo autentico de Atenea, si no una copia sin poder. Durante la última guerra santa, las fuerzas del mal estuvieron a punto de vencer a Atenea, pero no lo lograron gracias al enorme poder combinado del báculo y del escudo que portaba la diosa. Con ellos, Atenea consiguió derrotar a las fuerzas del mal, pero comprendió que era muy peligroso que ambas armas pudiesen caer en poder de las fuerzas del mal. Por eso decidió mantener el escudo en este universo para proteger al santuario, y enviar el báculo a un Universo Paralelo.

-       ¡¡¿Un Universo Paralelo?!!

-       Así es, y vuestra misión es ir allí y recuperarlo para poder salvar a Saori.

-       ¿Pero cómo lo haremos?, ¿Cómo viajaremos a ese universo?

-       Mis poderes telequinéticos me permiten abrir un portal interdimensional para poder cambiar de universo, pero una vez allí todo quedará en vuestras manos. Tendréis que derrotar a los caballeros de oro para atravesar las doce casas del zodiaco de ese universo y conseguir así el báculo.

-       No hay más de que hablar, si hemos de recuperar el báculo, habrá que hacerlo lo antes posible. Mü, envíanos a ese universo, rápido….

 

-       ¡¡¡PORTAL INTERDIMENSIONAL!!!

Y así comienza la historia de Saint Seiya: Universo Paralelo….

[Megatron]

RELATO 15

 

EL FINAL HA COMENZADO; ZEUS EL ULTIMO ENEMIGO

 

Tras la derrota de Hades en el inframundo, la diosa Athena cubrió a sus caballeros con esferas de vida, otorgándoles así la posibilidad de regresar al mundo terrenal. Al llegar a él, se dirigió a ellos con las siguientes palabras:

ATHENA: Mis amados caballeros, por fin hemos liberado al mundo de la maldad, les pido por favor que cuiden la Tierra. Shiryu; tú serás el nuevo patriarca, por favor guía a tus compañeros en el camino de la rectitud. Hyoga, tu labor será cuidar que el alma de Poseidón. Y Shun, tuya será la tarea de adiestrar a los nuevos guerreros de este santuario. En cuanto a Seiya….

SHIRYU: Athena.. Lamento decir que Seiya ya no está con nosotros.

ATHENA: Te equivocas Shiryu, te pido por favor cuides de él, dentro de muy poco el estará de regreso…. Esta será la última vez que nos veamos, cuídense amados caballeros y cuiden a la Tierra en mi ausencia.

Y tras esto la figura de Athena, se sumerge en rayo de luz que desciende del cielo, desapareciendo en un instante.

SEGUNDA PARTE

SANTUARIO DE ATHENA

Han pasado cerca de 6 meses y la Tierra ha regresado a la normalidad, Shiryu; quien ya ha asumido su papel como nuevo patriarca está sentado en su trono frente al nuevo Santo de Aries… Kiki.

SHIRYU: Como nuevo patriarca, te nombro santo dorado de Aries; estarás siempre dispuesto a proteger este santuario y a la diosa Athena aun a costo de tu propia vida?

KIKI: Si lo Juro

SHIRYU: Bien! Entonces te envisto con esta armadura dorada. Levántate Santo de Aries y ve a cumplir con tu misión.

Kiki se levanta y se da la vuelta para dirigirse a su casa, pero justo en el momento en el que está por salir de la cámara del patriarca se siente un enorme cosmo, y un gran temblor en la Tierra. Shiryu sale corriendo a la puerta de su templo, y con los ojos asombrados ve que un nuevo Santuario está emergiendo en una colina cercana, pero con una gran diferencia, el nuevo santuario es 10 veces más grande que el santuario de Athena, y el templo principal esta coronado por un gran rayo dorado.

Pasan 5 minutos cuando llega corriendo Hyoga vistiendo la armadura dorada de acuario, y ve a Shiryu esperando instrucciones.

SHIRYU: Hyoga te pido que te dirijas ahí, y que hagas en reconocimiento a la zona. No entres, ya que he sentido un enorme cosmo dentro de ese lugar y no quiero iniciar una batalla antes de saber contra que nos enfrentamos.

HYOGA: Déjalo en mis manos.

TEMPLO DE ZEUS EN EL MONTE OLIMPO

Se puede observar una bóveda redonda con 11 tronos dorados acomodados alrededor del mismo y al frente de estos un trono más grande que está por encima de todos los demás, con gran rayo.

Poco a poco a los tronos van llegando personas con aspecto divino, y que a su vez platican entre sí. Llegado un punto se llenan todos los tronos a excepción de 3. El designado a Athena, el de Hades y el trono central del padre de todos los dioses, el gran ZEUS!!

Todos los presentes están conversando en voz alta, planteando puntos de vistas y estrategias, pero justo en el momento en el que Ares se levanta para discutir con Hermes, cae un gran rayo en el centro de la sala….

ZEUS: SILENCIO!!!!

ARTEMISA: Oh! Gran padre de todos los dioses, por fin estas junto a nosotros, tus hijos!!

HERMES: Que sucede padre! Mis mensajeros me han dicho que Hades ha muerto a manos de unos mortales y que Athena ha consentido dicha blasfemia! Dime es eso cierto??

Tras decir esto se ve que el cosmo de Zeus se enciendo violentamente, haciendo retumbar el palacio entero!

ZEUS: He dicho que guarden SILENCIO Hermes!!! O quizá osas desobedecerme???

HERMES: No, jamás haría eso padre, pido disculpes mi osadía!!

ZEUS: Bien! Como bien ha adelantado Hermes, Hades a muerto! Y unos mortales son los responsables de tan terrible acto. Por eso he decido tomar la Tierra, y eliminar a todos los mortales para su purificación.

HERA: Pero, eso es imposible! Athena es la encargada de ese territorio, está escrito que ningún otro dios podrá tomar ese sitio a menos que desee iniciar una guerra.

ZEUS: Athena se ha sobrepasado en esta ocasión y gracias a todas las consideraciones que ha tenido con los humanos he perdido a mi hermano, motivo por el cual se ha hecho acreedora a un castigo similar!

AFRODITA: Es decir que piensas asesinar a tu propia hija?

ZEUS: No será necesario! Tras la muerte de Hades, ella vino a mí. Pidiendo el perdón de sus caballeros, y a cambio me ofreció la Tierra como obsequio, e inclusive me ofreció su puesto como diosa a cambio de perdonar las almas de sus caballeros dorados y de quitar la maldición de Hades del caballero pegaso.

ARES: Pero eso es imposible, esos mortales levantaron su puño contra un dios, y el caballero pegaso, es el blasfemo más grande de todas las eras, reviviendo para golpear a Hades una y otra vez.

En ese momento se abre una cortina detrás del trono de Zeus y se ve a Athena inconsciente colgado de los brazos.

ZEUS: He aceptado su ofrecimiento, las almas de los santos serán perdonadas, y he quitado la maldición del caballero pegaso, no así a la Tierra; que será purificada de todo mortal existente. Así que incluso si el caballero pegaso vuelve a vivir! Solo será para ver morir a su mundo lentamente.

ARTEMISA: Y que pasara con Athena:

ZEUS: Athena, recibirá el castigo de haber asesinado a un dios, en un plazo de 1 día, Hefesto mandara mi rayo divino a la cámara donde se encuentra atada Athena, y al llegar este momento Athena será eliminada, dejando de existir para SIEMPRE….

TERCERA PARTE

SHUN: Shryu que ha sucedido??

SHIRYU: Que bueno que llegas Shun, Hyoga acaba de ir a investigar la aparición de ese templo, por favor ve a cuidar del templo de la virgen ya que Kiki no podrá solo con los ataques del enemigo……..

SHUN: Sentiste ese cosmo?? No puede ser….

Tanto Shun como Shiryu corren a la cámara trasera del templo del patriarca, de ven una cama vacía con las sabanas revueltas. Tras de ellos se ve un enorme cosmo dorado…

TEMPLO DE ZEUS EN LA TIERRA

HYOGA: Es impresionante aún estoy muy lejos y se siente un enorme cosmo divino, y que serán esos 12 templos que se ven a lo lejos…

VOZ: jajajaja caballero de Athena, tus pies son demasiado impuros para poder entrar en este santuario, retírate o muere.

HYOGA: Quien eres identifícate o no dudare en acabar con tu vida…

VOZ: Si tanto quieres saber el nombre de tu asesino lo sabrás, yo soy Aquiles. El legendario guerrero griego, que dio muerte a Hector y vio arder Troya. Ahora muere!!!

Se ve una gran ráfaga de luz, la cual envuelve a Hyoga, antes de que su armadura dorada caiga destrozada tras de si

SANTUARIO DE ATHENA

SEIYA: Shiryu, Shun… debemos ir al templo de Zeus, Saori necesita nuestra ayuda. Nuestras Kamei sagradas son nuestra única esperanza….

[Megatron]

RELATO 16

 

¡ENEMIGO COMÚN!

 

Casi rozando el siglo XXI, nos ubicamos en las tierras sagradas de Grecia, en el mismo corazón

de Atenas, llamado Santuario de Atenea, sólo conocido por aventureros y guerreros de la época

moderna, mientras que son simples ruinas para el resto de mortales, desconociendo la existencia real de

Dioses y guerreros medievales.

Los habitantes de la Tierra desconocían que se había librado recientemente una cruenta batalla

entre las fuerzas de la Diosa Atenea y el malvado ejército capitaneado por su tío, el Dios Hades. La

guerra, que se producía cada cientos de años, conocida como la Guerra Santa, había finalizado con la

victoria del lado del bien, de Atenea, pero a costa de innumerables bajas y víctimas, tanto de guerreros

como de civiles, que, sin quererlo, se habían visto implicados.

Habían comenzado la reconstrucción del Santuario, pero, a causa de las bajas, la defensa del

lugar se había visto mermada y era necesario encontrar nuevos aspirantes para sustituir a los

caballeros caídos. Tarea nada fácil, pues eran pocos los que tenían el valor y fuerzas suficientes para

conseguirlo.

En un soleado día de Domingo, Atenea se encontraba paseando por un bosque cercano al

Santuario, y guardando sus espaldas, el fiero caballero Aioria, caballero de Oro del signo zodiacal de

Leo, y uno de los pocos supervivientes, entre los caballeros dorados, de la Guerra Santa.

La Diosa se encontraba ensimismada en sus pensamientos, su divina cabeza miraba el suelo, mientras

caminaba. Su soldado, preocupado por su diosa, se atrevió a preguntar:

– ¿Qué os ocurre mi Diosa?.., lleváis días cabizbaja, poco expresiva. Entiendo lo que podéis estar

sintiendo en estos momentos, ha sido una dura batalla en la que hemos perdido a muchos de

nuestros grandes amigos y camaradas, pero os prometo que haré todo lo posible para que el

Santuario renazca y seguir luchando por una vida pacífica para todos.

Atenea, dirigió su mirada, hasta entonces afligida, y sonrió a su caballero, se disponía a

responder cuando, de repente, se escuchó un fuerte estruendo que parecía venir de todas partes, pero

de ningún sitio, seguido de temblores procedentes del interior de la tierra.

– ¿¿¡¡Un terremoto...!!??, miró y preguntó a su caballero su divina sabiduría. Confundida por los

acontecimientos vividos en ese momento...

– No lo sé mi...-, no terminó su frase cuándo gritó, mirando hacia arriba: - ¡¡¡Cuidado

Ateneaaaa!!!...

Atenea giró su cabeza hacia dónde miraba Aioria, justo detrás suya y debido al fuerte temblor,

uno de los árboles milenarios que cubrían el bosque se disponía a caer justo encima de su divinidad; pero

no vaciló, levantó su báculo, a su diosa Nike, que siempre llevaba consigo, y elevando su divino cosmos,

rasgó en dos el tronco del gran árbol, salvando así su propia existencia.

– ¿¿¡¡Estáis bien, mi señora!!??, gritó el León dorado y dirigiéndose hacia dónde se encontraba

su princesa.

– ¡Sí, Aioria, estoy perfectamente! Pero.., ¡¡rápido!!, ¡¡Tenemos que regresar al Santuario,

tenemos que averiguar que está ocurriendo y actuar!!.

El bravo guerrero no se lo pensó, agarró la mano de Atenea, y, a la par, corrieron hacia el

Santuario, dónde creyeron poder estar a salvo; los temblores eran cada vez más fuertes y todo rugía a

su paso, era tal sonido, que apenas podían escucharse lo que se decían entre ellos mientras corrían más

y más. La tierra empezó a resquebrajarse, y tuvieron que sortear varias grietas enormes creadas por el

temblor. Siguieron corriendo hasta llegar a la ladera de un mediano montículo.

– ¡Atenea!, algo no cuadra aquí, ya tendrían que divisarse los primeros templos, pero..., aún no

se ve nada. ¡Lleguemos a la cima de la montaña!

Alcanzaron la misma y la imagen que apareció ante ellos les dejó sin palabras. En el lugar dónde

tendría que situarse el pueblo cercano y los templos que formaban el Santuario, habían desaparecido

por completo, no quedaba nada de lo que había sido un bello lugar hasta ese momento; en su lugar, lo

único que se encontraba era un gran grieta de dimensiones kilométricas que no acababa a la vista de los

presentes. Literalmente el Santuario había sigo engullido por la tierra, y sólo quedaba ante ellos un gran

abismo. Ante esa imagen, Atenea cayó de rodillas en el suelo, y no pudo contener las lágrimas por todos

los que habían perecido allí: hombres, mujeres y niños.

– ¿Por qué Aioria?.., ¿por qué ha tenido que ocurrir esto, precisamente ahora que merecíamos

sólo felicidad?.

– Mi señora..., hay que mantener la mente aún fría, y no estamos fuera del peligro, ¡tenemos

que salir de aquí o también nos engullirá esa grieta...!.

No tuvieron tiempo de decir nada más, cuando se oyó un sonido mucho mayor, pero que, esta

vez, procedía del mismo cielo, miraron ambos hacia arriba y, asombrados e incrédulos, vieron aparecer

otra grieta, como si de un cristal quebrado se tratase que se dirigía hacia ellos a gran velocidad. No

tenían tiempo de escapar....

– ¡¡¡Ateneaaaaaaaa!!!

– ¡¡¡Aioriaaaaaaaaa!!!

- ¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!

…............

La grieta..., el temblor...., el rugido..., los fuertes sonidos....., todo se había paralizado ante ellos

de repente, sin más explicación.

– ¿Qué ha pasado ahora?, ¿escuchaste ese grito, Aioria?.

– Sss..., sí, mi señora, parecía proceder del mismo cielo

Se sentían confundidos, parecía una pesadilla del cual no iban a salir. Estaban seguros que iban a

perecer en ese mismo instante cuando escucharon ese ¡NO!, que hizo que todo parase y, les salvase la

vida. De repente, sin saber de dónde venía, escucharon una voz profunda..., parecía de hombre..., a la

vez que otra voz, pero esta vez femenina, parecía que discutían....

– ¿¿PERO QUÉ ESTÁS HACIENDO CARIÑO??

– ¡¡¡NI CARIÑO, NI CARIÑA!!! ¿PERO TE ESTÁS VIENDO?, VAMOS A TENER EN POCOS

MESES UN NIÑO, TENGO LA BARRIGA QUE ME VA A LLEGAR A LA BOCA, Y TÚ AHÍ,

ENSIMISMADO CON TUS TEBEOS. ESTO SE VA A ACABAR, DECIDE, O TU MUNDO DE

FANTASÍA “FRIKI” O TU MUJER Y TU FUTURO HIJO.....

– ES...., EST...., ESTÁ BIEN MI AMOR,....

– MUY BIEN, ASÍ ME GUSTA, PUES TERMINA LO QUE HE EMPEZADO Y TIRA PARA

RECICLAR TODOS ESOS TEBEOS Y ESAS PORQUERÍAS. Y PONTE A HACER ALGO

PROVECHOSO EN LA CASA, QUE NOS VAN A COMER LOS ÁCAROS AQUÍ.

– SÍ, NENA.....

Mientras, dentro del manga, que esa mujer había empezado a romper, se quedaron Atenea y

Aioria mirándose y dándose cuenta de la verdadera realidad. Ellos, sólo formaban parte, de una historia

dibujada en un libro. Libro, que en unos minutos iba a ser destruido por su dueño.

– ¡¡¡¡¡Ooooohhh, Noooooooooooo!!!!!!!!

…....................................

Y así fue como el mundo de Saint Seiya desapareció para siempre, al menos..., en ese hogar...

Paradojas de la vida, lo que no había podido ser destruido por las fuerzas oscuras de Hades, lo

consiguió la fuerza que menos se podría imaginar, el ser más poderoso de la Tierra: Una mujer.

[Megatron]

RELATO 17

SI TAN SÓLO…

 

Me despierto y lo primero que noto es que sigue siendo de noche. Últimamente me sucede muy a menudo, es una sensación extraña que no me deja dormir, una sensación que ha ido creciendo desde que llegué al Santuario, se siente la maldad y ahora está aderezada con venganza y enojo.

Hace no mucho tiempo sentí un poderoso cosmos extinguirse violentamente, un cosmos amigo. Y en el momento de su desaparición, la misma sensación extraña de maldad que me despierta varias veces en la noche apareció como un destello muy intenso, seguido por un momento turbio, como de arrepentimiento, lo cual me sorprendió mucho ya que pocas veces hay arrepentimiento después de tanta maldad, y éste desapareció tan súbitamente como apareció.

Estoy muy intrigada, hay algo en esta maldad que es distinto. No es una maldad pura como las que he conocido a lo largo de mi existencia. A veces pienso en Poseidón, que siempre ha tenido deseos de poseer, purificar y reinar sobre la Tierra. Siempre está pensando en cómo los humanos han denigrado la especie, desaprovechado los regalos y conocimientos que los dioses les han entregado. Él clama que se preocupa por la humanidad, pero creo firmemente que sabe que los medios para conseguir lo que pretende están mal, que su utopía se construirá sobre el sufrimiento de millones de personas. Y aunque Zeus mismo tema su poder, mantengo la fe que un día entenderá y ayudará a la humanidad.

Todo lo contrario a Hades, quien desde el inframundo ha visto a la Tierra y a los humanos con recelo, odiándoles y deseando su desaparición. Afortunadamente hasta el momento ha sido detenido pero el inicio de una nueva Guerra Santa es inminente.

En cambio, esta nueva maldad que surge es algo distinta, quizá menos poderosa que Poseidón o Hades, pero igual de peligrosa, ya que está dentro del mismo Santuario. Y temo que sea capaz de destruirlo, o peor, de cambiar los ideales sobre los cuales está construido. Pero debo admitir algo, ésta no es una maldad que promueva la destrucción y la desgracia por el simple hecho de destruir y eliminar lo que existe. Es como si estuviera convencida que hace el bien al aplastar a cualquier enemigo que se le ponga enfrente y amenace su idea de lo que considera orden, justicia y paz. Que en el poder yace el derecho a dominar. Es casi como si no supiera que está promoviendo la misma maldad que trata de controlar. ¿Será una locura esto que estoy sintiendo? Por el momento mis habilidades y mi poder están muy mermados, acabo de llegar y mi cosmos está muy débil. Necesito tiempo para recuperar mi poder del todo y mi cuerpo todavía no está preparado. Es innegable que siento esta presencia maligna, pero de todo lo demás no estoy tan segura, apenas puedo sentirlo. Debería descan-

 

Un momento, siento esa presencia maligna que crece y se acerca con una convicción que me paraliza. Si tan sólo pudiera hacer algo, pero todavía falta mucho para que mi cosmos despierte del todo, para que este novel cuerpo sea capaz de controlarlo. Si tan sólo pudiera llamar a mi guardián, al joven caballero de cosmos noble y poderoso, a él, que desde el momento que llegué monta guardia afuera de mi habitación.

Cada vez siento más cerca esta maldad, pero, ¿y esto? Siento una familiaridad con este cosmos maligno, como si lo conociera en la bondad y la lealtad. También presiento que hay algo detrás, una parte de este cosmos como una sombra, ¿un titubeo? No lo sé, la sombra se esconde, pero no desaparece, parece que quisiera ser vista pero no alcanzada. Como si quisiera decirme que ahí está pero no puede salir y revelarse, se siente débil, ¿será que está siendo dominada? Creo que “sombra” no es lo más adecuado para describir a tan escurridizo aspecto, un rayo de luz, eso es, un pequeño atisbo luminoso dentro de la oscuridad.

La maldad sigue acercándose, la ansiedad ante el peligro inminente crece dentro de mí y me inunda, no sé qué hacer, ¿Qué puedo hacer? ¿Llorar? ¿Gritar? ¿Por qué soy tan débil? Si tan sólo…

 

No puedo terminar el pensamiento, siento un dolor penetrante apoderarse de mí, un frío afilado enterrándose en mi cuerpo. El frío ahora empieza a desaparecer y a mezclarse con el calor de mi sangre. Al principio mis ojos sólo perciben el resplandor dorado de la daga que tengo clavada en la mitad de mi cuerpo. Después siguen el camino de la hoja hacia la mano que la sostiene, y hacia su dueño. ¡El Patriarca! No, no es él, su cosmos es distinto, agresivo y rencoroso. Lo he sentido antes, sé que lo he hecho, pero aunque supiese dónde o de quién es… ya es tarde, demasiado tarde. Siento cómo las fuerzas me abandonan, y más que dolor me embarga una tristeza mayúscula al imaginar en qué se convertirá el Santuario bajo el dominio de este falso y maligno Patriarca.

Con la última de mis fuerzas alcanzo a ver que la puerta se abre y entra mi guardián, el joven arquero, el centauro alado. Y en su rostro adivino la sorpresa de lo que ve justo antes de que mi verdugo le diera muerte también. Sólo me queda esperar hasta mi próxima reencarnación, esperando que el daño ocasionado en mi ausencia no sea irreversible.

Oh, Aioros, si tan sólo hubieras llegado un instante antes para salvarme, quizá hubiéramos podido detener al malvado Patriarca de tomar control sobre el Santuario, creo que nunca lo sabremos…

[Megatron]

RELATO 18

LA PALABRA DEL REY

 

Silencio. Un silencio sepulcral inunda el ambiente. Un silencio sombrío, de muerte. A medida que avanza es lo único que puede oír. El silencio. Un silencio sólo roto por el sonido de sus pasos. Resulta increíble que no hace demasiado haya acontecido una dura batalla en este lugar.

De repente, para. Sus ojos se topan con dos cadáveres. Ante esta visión, su mirada se endurece y un destello de ira se desprende de sus ojos. Gira la cabeza y continúa adelante, observando en silencio los signos de la batalla. Columnas caídas, paredes dañadas, destrozos por doquier. “Han convertido tan bello paraíso en un infierno” piensa. Y entonces llega a su destino.

Ante él encuentra el cuerpo sin vida de su hermano. No puede evitar sentir una punzada de dolor y rabia a pesar de que su relación fraternal no ha sido buena en absoluto. Ante él yace Hades, rey del Inframundo.

Observa el cuerpo en silencio, sin inmutarse, tratando de comprender como un dios tan poderoso ha podido caer ante un grupo de humanos. Mientras se hunde en sus pensamientos, una figura se acerca por detrás.

-¿Ha encontrado lo que buscaba señor? – Con sus vivos y curiosos ojos Hermes dirige una mirada a su señor, quién se la devuelve con dureza.

-¿Acaso no lo ves?

-Lamento haberle importunado señor.

-¡Esta vez han ido demasiado lejos Hermes! Han matado a un Dios! Han acabado con mi hermano.¡ Unos simples humanos! ¡Y Atenea no sólo lo ha permitido, sino que también ha sido partícipe! -Mientras pronuncia las palabras, el tono de su voz va llenándose de ira.

Zeus siente una ira en su interior como no recordaba. Su hija no sólo había eliminado a un Dios principal, había matado a su hermano. No era una cuestión de amor, era una simple cuestión de orgullo. De cuestionar su autoridad. Él decide quién vive y quién muere en sus dominios. Y nadie más. Esa chiquilla se ha tomado demasiadas libertades, y como rey del Olimpo no lo iba a permitir. Y no sólo eso, en cuanto la noticia corriese por el Olimpo no le cabía ninguna duda que Ares y Poseidón se disputarían el dominio del Inframundo. No podía permitir eso, sumiría al Olimpo en el caos y podría suponer su propia caída. Debía zanjar este asunto de inmediato.

-Convoca a los demás dioses. Esta cuestión debe ser debatida con urgencia.

-Como ordenéis mi señor.

Mientras Hermes se alejaba presto a cumplir las órdenes de su señor, Zeus dirige una última mirada a su hermano. Después, da media vuelta y se dirige a su palacio.

Los olímpicos acudieron raudos a la llamada de su rey. Se reunieron en el magnífico salón del trono. Cada uno tenía su propio lugar marcado con su nombre en aquella sala de forma ovalada y rodeada de blancas y majestuosas columnas. En el centro de la sala, en una elevada posición que le permitía ver todo cuanto le rodeaba y ser visto desde cualquier punto, se hallaba Zeus sentado en su trono.

Los dioses fueron tomando posiciones. Todos excepto Atenea. La diosa de la Justicia no se presentó. Ese hecho encolerizó más al rey del Olimpo quien, con un tono más enervado del que le hubiese gustado mostrar dio por iniciada la sesión.

- Dioses del Olimpo. Cómo imagino que sabréis, os he mandado llamar para informaros de la muerte de uno de los nuestros. Se trata nada más y nada menos que de Hades, rey del Inframundo y hermano mío. El motivo de este concilio es debatir de qué modo castigar a los responsables de tan atroz crimen.

Me avergüenza deciros que el artífice de todo esto no ha sido otro que mi propia hija Atenea, que, liderando a un grupo de humanos, ha cometido tan deleznable acto.

- ¡Eso es imposible! ¿Hades derrotado por esa chiquilla y unos humanos?¿ Pretendes burlarte de nosotros Zeus?

- Te aseguro, Ares, que no es ninguna broma. Atenea es la única responsable de este acto.

- Esa chiquilla… Siempre ha dado problemas. Demasiado rebelde. Y su insano amor por esas desgraciadas criaturas… Te advertí Zeus… te advertí de que eras demasiado permisivo… ¡Pero no quisiste escucharme! ¡Y mira ahora! ¡Les ha dado alas a los humanos para osar enfrentarse a nosotros! ¡A sus dioses! Esas criaturas malnacidas… - mientras hablaba, el rostro de Ares iba tornándose cada vez más rojo.

- Tranquilízate Ares –contestó Zeus. – Este crimen no quedará impune y Atenea será castigada por ello. No te quepa duda. Sin embargo, me preocupa más la cuestión de los humanos. Que unos simples mortales hayan alcanzado ese poder supone una amenaza para todos nosotros.

- ¿Una amenaza? ¡Es una ofensa! ¡Esos insectos deberían adorarnos, no osar enfrentarse a nosotros! Malditos bastardos… ¡Cómo se atreven! ¡Yo mismo, Ares, señor de la guerra me encargaré de erradicarlos!

- ¡¡He dicho que te calmes Ares!! -La voz de Zeus resonó por todo el salón como un trueno, tornando el aire mucho más gélido. Al encontrar su mirada con la de su rey, Ares comprendió que Zeus estaba fuera de sí en su interior. Un escalofrío recorrió su espalda. Jamás le había visto así.

- Hermano – intervino Poseidón- coincido con vosotros en la gravedad del asunto. Pero hay otro asunto que me preocupa tanto o incluso más que éste. Sin un rey ¿qué será del Inframundo? ¿Has pensado en alguien que ocupe el lugar de nuestro hermano?

- “Lo sabía” - pensó Zeus. -” Sabía que este asunto saldría tarde o temprano”. No le des ahora importancia a eso Poseidón –contestó Zeus intentando quitarle hierro al asunto –el tema ahora es cómo castigar a Atenea y, más importante aún, qué hacer con esos humanos.

- ¡Está claro que hay que hacer! –Exclamó Ares -Hay que exterminarlos. ¡Deberíamos haberlo hecho hace ya mucho! Son osados e insolentes. ¡Y no nos muestran el respeto que deben! Deben ser castigados con severidad.

- Quizás lo que propones es demasiado expeditivo Ares-intervino Poseidón. Personalmente, si yo estuviese en tu lugar hermano, daría ejemplo ajusticiando a aquéllos que han osado cometer tan atroz crimen.

- Tienes razón Poseidón –admitió Zeus. Pero no sólo me limitaré a ellos cinco. Exterminaré a toda la orden conocida como los caballeros de Atenea. Los ajusticiaré de modo ejemplar. Eso enseñará a esas viles criaturas cuál es el lugar que les corresponde. En cuanto a Atenea, por los delitos de asesinar a un Dios del Olimpo y de desacato a su rey, la destituyo de su cargo de protectora de la Tierra y la expulso del Olimpo de por vida, despojándola de sus poderes y condenándola a vivir como uno de esos humanos que tanto ama. ¡Se da por finalizada la sesión! Podéis retiraros.

Acto seguido, Zeus se levantó con intención de salir de la sala cuando su hermano Poseidón le detuvo.

-Hermano, sobre Atenea… Si le has arrebatado el control de la Tierra… bueno… ¿has pensado en quién puede ocupar ese lugar?

-Basta Poseidón. No creas que no sé que tú también has tenido algo que ver en todo este asunto. Pero de eso y del control de la Tierra nos ocuparemos más adelante.

Dicho esto, Zeus abandonó el salón con paso firme ante las miradas de su hermano y los demás dioses y dejando tras de sí un silencio sepulcral.

[Megatron]

RELATO 19

¿QUIÉN ERES TÚ?

 

La materia oscura del cosmos se expandió por el salón sin dejar espacios vacíos. Sólo la ilusión de incontables estrellas y su luz reflejada en el polvo cósmico ilumino a los dos desgraciados que tenía frente a él. Sus ojos  Inyectados de sangre asemejaban a lo lejos a un caldo hirviente de ira sólo superada por la burla expresada con su mueca de autosuficiencia. Ikki sintió la necesidad de una vez más hacer frente a lo que se venía. Seiya no sería capaz de soportarlo.

-Como una advertencia para Atenea,  sus cuerpos serán pulverizados - Espetó para luego reír socarronamente- ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS!

Las estrellas  comenzaron a titilar y parecieron oscilar con Seiya e Ikki como centros gravitatorios. La presión comenzó a aumentar  y un intenso resplandor, seguido de un estruendo ensordecedor pareció devorar a los santos de bronce. Cerró sus ojos y con gesto confiado saboreó la victoria que estaba al alcance de sus manos. Ya nada se interponía y su gesta maligna llegaba a su clímax con él como vencedor. Embriagado hasta el límite por la soberbia,  su mente comenzó a divagar y pareció perderse en la mirada de su camarada muerto.

-Aioros, no es justo que me vengas ahora con estos recuerdos- Musitó.

Pudo verlo frente a él, con la mirada clara y resoluta que lo caracterizaba. La culpa lo invadió de golpe y  sus piernas flaquearon.

-¡Hasta cuando me atormentas!- Estalló- La culpa es  lo único que te define,  ¡SAGA!

Un haz de luz más brillante que el mismo sol lo regresó al presente y al impactar de golpe como la embestida de un corcel, lo elevó por los aires. Pudo ver a Shion. En el rostro del antiguo pontífice se dibujaba claramente una profunda  lástima. No había rencor como imaginó. No hubo recriminaciones. Una sacudida violenta lo despertó nuevamente.

-¡MALDITA SEA!, ¡AÚN PUEDO SENTIR EL COSMO DE PEGASO!- dijo entre colérico y desesperado

Comenzó su frenética marcha hacia el templo de Atenea, con el aire entrecortando su respiración. Su desesperado andar resonó como un trueno.

-¿Quién eres tú?-La armadura de Géminis ensamblada y lista para el combate le plantó cara- ¿Eres el Dios personificado o el demonio asesino?

Por su cara bajo una gota de sudor frío.

-¿Puedes volver hacia la luz o te adentraste demasiado en el laberinto de las sombras?- Continuó sin obtener respuesta - ¿No crees que la certeza de una vida enferma de vicio y traición te ha condenado  a ser un transeúnte impávido de la vía de la congoja?

Lágrimas brotaron de sus ojos.

-¿Alguna vez la luz del alba ha traído consigo para ti la sensación de paz?... ¿consideras que tu vileza, camuflada de encanto  tras esa cara angelical, te hace más fuerte?- Continuaba recriminando.

-¡Calla!- Contestó al fin Saga- Lo que yo haga ya no te concierne. Sabes muy bien que ya hubiera conseguido todo lo que deseo si no te hubieras entrometido.

-Compruebo demasiado tarde que los gusanos se transforman en demonios y son capaces de hacer frente a los dioses- Contestó la Cloth- Tu realidad oscura se  ha fusionado con la claridad del amanecer y ha hecho  intermitentes la luz y las sombras. Tu corazón ya ha sucumbido… Eres perfecta armonía en ti mismo del bien y del mal…

 

-Los dioses de los que me hablas- Contestó Saga-  no son más que titiriteros sádicos deseosos de una comedia que los divierta ¿O realmente crees que la maldad que hay en mi corazón no es obra del mismo que puso ahí la bondad? La luz y las sombras son parte del mismo camino...Todo confluye en un solo torrente, pues la fuente de todo está en la unión del caos y el cosmos: la nada. Es la creación la que está enferma y no tiene razón de ser… ¡SOY EL QUE SOY!No es pecado sacar provecho de mi don oscuro y transformarlo en poder sobre otros. Después de todo siempre hay un pozo más hondo al cual caer. No sirve de nada luchar contra mi esencia.

La Cloth se esfumó satisfecha de tener un veredicto. Algo parecía estar quebrándose dentro de él. Podía sentirlo aunque se negaba a ver esa realidad de frente. Continuó su marcha…

-¡ACABARÉ CONTIGO DE UNA BUENA VEZ!- Gritó al ver al santo de Pegaso sosteniendo el escudo de Atenea. A punto de alcanzar al moribundo Seiya, la luz de la luna se reflejó sobre el escudo y proyecto una luz cálida que le dio de golpe y pareció bañar todo su cuerpo.

Se vio a si mismo rodeado de espejos en un salón infinito. Pudo verse con claridad por primera vez en su vida. Tan sólo bastaba un poco de humildad para ahorrarse todos sus tormentos. Para ahorrarse sus miserias y las que provocó a otros.

-Si tan sólo no me hubiera perdido en los halagos de los demás- Pensó lleno de una profunda tristeza- Hubiera podido ser lo que siempre soñé de mí mismo.

Al despertar, pudo ver la luz cálida del sol primaveral asomarse tímidamente al alba. Junto con ella, Atenea se acercaba a él. Seguro de su decisión, se acercó a ella con gesto sereno y dijo: Soy el Santo de oro de la tercera casa del zodiaco, Saga de Géminis. 

[Lajillo78]

Este va de regalo y no entra en concurso. No votéis por el que estaréis tirando vuestro voto

 

El origen del Caballero de la Chiva. (Protector de "Athena")


Los Alpes Suizos

Heidi y Pedro se encuentran jugando felices mientras las chivas pastan y brincan a su alrededor. De repente una voz fuerte y potente interrumpe los juegos.
Es el abuelo; “El viejo de los Alpes”. Viene acompañado por Dete, la tía de Heidi.

Abuelo: - Heidi tu tía Dete viene a recogerte, a partir de hoy abandonaras la montaña y te irás a vivir a la ciudad de Fráncfort.

Heidi: - Pero abuelito, yo no me quiero marchar, aquí soy muy feliz.

Abuelo: - Lo siento Heidi, tu tía Dete es tu tutora legal. Ha de hacerse lo que ella diga.

Dete: - Vamos Heidi, tu equipaje ya está preparado en la cabaña del viejo. No hay tiempo que perder, nuestro carruaje hacia Fráncfort sale en apenas unas horas, no podemos demorarnos.


Más tarde, en la aldea de Dörfil, Pedro y el abuelo observan cómo se aleja el carruaje que trasporta a Heidi y Dete. Todos los aldeanos están tristes por la marcha de la chiquilla y casi todos lloran. Incluso al abuelo se le escapa alguna lágrima. La única que permanece serena es la tía Dete que acompaña a Heidi.

Es una niña muy alegre y toda llena de bondad, es una pena que tenga que irse, ella llenaba nuestros corazones; comentan los aldeanos.

El carruaje se pierde en la distancia.

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Abuelo: - Esta bien Pedro, se acabaron las lagrimas, hoy finalmente conocerás el gran secreto que hemos estado ocultando durante estos años.

Pedro: -¡ ¿Qué secreto? ¿De qué me hablas viejo?!

Abuelo: - Pedro en realidad mi nombre es Mitsumasa Kido, no soy abuelo real de Heidi, me encomendaron su cuidado y protección. Ella ha estado aquí ocultando su verdadera identidad que no es ni más ni menos que la de la diosa Athena

Pedro: - ¡Fiplo pepinillos!

Abuelo/Kido: - Pues eso no es todo Pedro. Durante estos años como pastor te has entrenado sin saberlo como un caballero de Athena.

Pedro: - Pero yo solo soy un cuidador de chivas, no un caballero de Athena. Soy un “chivador”

Abuelo/Kido: - Mira chavalin, aquí el único chivador que hay soy yo, que ni Julio Iglesias me hace sombra y si no lo crees le preguntas a tu madre. Tu vas a ser “El caballero de la chiva” protector de HeidiTena.

Pedro: - ¿Pero que me estas contando? ¿Cómo voy a ser yo un caballero? Porque lo único que se me ocurre siendo como soy pastor y estar cerca la navidad es llevarle regalos en mi viejo zurrón.

Abuelo/Kido: - Pedro, olvídate ya de tu vida de pastor. Tú has subido a las más altas cumbres a diario fortaleciendo tus piernas, has ordeñado a cientos de chivas todos los días haciendo fuertes tus brazos y tus manos se han hecho grandes y robustas agarrando las ubres de las chivas. Estas preparado para portar tu armadura y servir a la diosa HeidiTena.

Pedro: – Pero yo no tengo poderes como los caballeros.

Abuelo/Kido: - Pedro en estos años has ido adquiriendo una serie de poderes y habilidades sin haber sido consciente de ello. En cuanto te los diga los reconocerás.
1 La leche de la chiva. Es una guantada a mano abierta, muy simple pero eficaz y se te dará igual de bien con ambas manos
2 El balido del chivillo. Uno solo de estos balidos enternecerá el corazón del rival más duro al que te enfrentes y eso desmontara sus defensas durante unos instantes.
3 El testarazo de la chiva. Un tremendo golpe con tu cabeza preferente en el pecho de tu rival al más puro estilo de Zinedine Zidane (Zizou)

Pedro: - Es cierto los reconozco, entonces desde hoy seré conocido como el Caballero de Capricornio.

Abuelo/Kido: - No Pedro, como te he dicho tu seras “El Caballero de la Chiva”. El caballero de Capricornio es Shura, le dimos ese título por ser bastante cabron. ¿Lo pillas?

Pedro: - ¡Jopetas! Vale… seré “El Caballero de la Chiva”

Abuelo/Kido: - Escucha Pedro. HeidiTena se dirige a la mansión de los Sesemann en Fráncfort con una finalidad. Allí el cuerpo del Sr. Sesemann ha sido poseído por el alma del dios Hades .

Klarita que quiere liberar a su padre de semejante carga, ha conseguido hacerse pasar por Pandora.
Nosotros conseguimos atrapar a la verdadera Pandora y la tenemos retenida.
En caso que el alma de Hades consiga despertar no conoce la apariencia de Pandora en esta época, por lo que Klarita cuenta con cierta seguridad.
Además Klarita ha conseguido neutralizar el alma de Hades en el cuerpo de su padre el Sr, Sesemann, pero no es lo suficiente fuerte para mantenerlo controlado por mucho tiempo y por eso HeidiTena va ahora para allá a atrapar el alma de Hades y sellarlo para que Hades no pueda despertar en esta época..

La temible Sta. Rottenmeier, sirvienta de Hades es el espectro de la “Estrella terrestre de la Disciplina”. Sospecha de la identidad de Klarita como Pandora y es posible que la descubra. Si lo hace tendremos que enfrentarnos a un enemigo temible.

Pedro: - ¿Y yo qué pinto en medio de todo esto? ¿Qué puedo hacer?

Abuelo/Kido.: - Pedro como “Caballero de la Chiva” y protector de HeidiTena, también partirás ya mismo hacia Fráncfort, te encargaras del cuidado de HeidiTena y Klarita en la sombra. Solo en caso que la Sta. Rottenmeier descubra nuestras intenciones tu desvelaras tu rango de caballero y la harás frente y si fuera necesario para cumplir nuestro objetivo la eliminaras.
Mucha suerte Pedro, “Caballero de la Chiva”.



(Queridos lectores: - Si queréis más echarle imaginación y lo acabáis vosotros, que yo ya he pasado de las 800 palabras. Quizás lo continue yo mismo algún día )

[Iván]

Queda abierta la fase de votaciones.

 

Tener presentes las condiciones expuestas en el primer mensaje de este tema a la hora de votar.

 

Mucha suerte a los participantes!!

[hagen1978]

Pues abro fuego así le damos visibilidad al tema y la gente que esta agazapada sale de la madriguera  :biggrin:

 

He votado por el relato 12.

 

Creo que tiene la mejor frase de inicio y eso es lo que me ha hecho continuar con la lectura.

La primera parte me ha gustado bastante, luego ya se ha convertido un poco en la tonica de la mayoría de relatos con peleillas de caballeros...pero solo por el principio y por sacar a los caballeros de un contexto mas o menos trillado se merece mi voto.

 

Ante todo he buscado lo novedoso y por eso lo premio.

[Alejandroso]

Relato 2

 

Aunque todos están muy buenos.

 

Puede que me suene demasiado a fullmetal alchemist con eso de los alquimistas, pero me ha gustado el intento de explicación de los caballeros negros ampliando su universo donde la serie no dio más explicaciones, usando algo de Episode G al mismo tiempo. 

Editado 2 de Diciembre del 2014 por Alejandroso