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LA BATALLA DEL FIN DEL MUNDO


plata

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Saludos compañeros, finalmente tengo casi finiquitada esta segunda y última parte del nombre de Satanás, ha falta de dos combates finales que me están dando una jaqueca de ... por eso, he pensado iros subiendo parte de la historia a ver si finalmente alcanzo la iluminación o me acabo inmolando...

Como siempre, espero que disfrutéis mucho de esta nueva entrega en la que... bueno he llevado a la práctica algo que siempre he querido hacer y hasta el momento no me había atrevido... a saber, describir una especie de batalla campal, con muchos ejércitos y... bueno, no sé si lo habré o no conseguido... pero, en resumidas cuentas esa era mi idea.

Gracias compañeros por dedicar vuestro tiempo a leernos, creo que nunca nos cansaremos de decirlo (escribirlo) y bueno, aquí os voy dejando algo a ver que tal os va pareciendo...  

 

  1. LA LLAMADA A LA GUERRA
  2. UN GRITO AHOGADO
  3. PANDEMÓNIUM
  4. LA ENTRADA A PANDEMÓNIUM
  5. AKIBEEL
  6. UN MAL PRESENTIMIENTO 
  7. EN BUSCA DE ATENEA
  8. LA HORA 
  9. DEJADLA HACER
  10. UN NUEVO INTENTO DESESPERADO
  11. EN EL INTERIOR DE LA FORTALEZA
  12. LA REVELACIÓN DE LOS ARCÁNGELES
  13. PODEROSA PANDEMÓNIUM
  14. EL MONTE HERMÓN
  15. EN EL VALLE DE JEZREEL
  16. PANDEMÓNIUM VENCE A LOS CABALLEROS
  17. EN BUSCA DEL PASAJE CELESTIAL
  18. MIGUEL SE REÚNE CON SUS HERMANOS
  19. LA PIEDRA ANGULAR DE PANDEMÓNIUM
  20. EN BUSCA DEL PERDÓN
  21. HUYE Y SALVA EL ALMA DE ATENEA
  22. EL GRAN LUCÍFAGO ROFACALE
  23. EL CAMINO DE REGRESO AL REINO DE LOS VIVOS
  24. LA DIVINA LUZ DE LAS ESTRELLAS
  25. ENCUENTROS EN EL SANTUARIO
  26. SARGANATAS, EL ESPÍRITU INVISIBLE
  27. FLEURETTY, EL ESPÍRITU DEL MAL
  28. LA BATALLA DEL FIN DEL MUNDO
  29. EL MODO DE HACERLO VISIBLE
  30. INFINITAS FORMAS
  31. EL TERRIBLE DRAGÓN MITOLÓGICO
  32. LA CÓLERA DE SEMYAZZA
  33. BELIAL Y BELIAL
  34. DIVINA INTERVENCIÓN
  35. AULLIDOS DEL MAL
  36. LUCIFER SE ABRE PASO HACIA ARMAGEDÓN
  37. AUNQUE SÓLO SEA UNO DE ELLOS
  38. UNO A LA VEZ QUE MILLONES
  39. LA DETERMINACIÓN DE HANIEL
  40. LA MIRADA DE LUCIFER
  41. LA MÁSCARA DE LEGIÓN
  42. EL ÚLTIMO ALIENTO DEL ARCÁNGEL
  43. LA MANO DERECHA DE LUCIFER
  44. TODO EL MAL QUE HUBO EN MÍ
  45. ATENEA
  46. EL VERDADERO PODER DE LEGIÓN
  47. SHAKA CONTRA "SHAKA"
  48. LA CÚPULA CELESTIAL
  49. EL PRÍNCIPE OSCURO
  50. A UN ALTO PRECIO
  51. LA OSCURA PROMESA DE LUCIFER
  52. DIABÓLICA MUERTE
  53. EL GRAN DUQUE DE LOS INFIERNOS
  54. CAE EL PRÍNCIPE OSCURO
  55. ...SIEMPRE QUE NO LA MATES...
  56. EL VIEJO MAESTRO
  57. EL MOMENTO MÁS INOPORTUNO
  58. EL FIN DEL VIEJO MAESTRO
  59. EL PRIMERO DE SUS SENTIDOS
  60. REFUERZOS DE BRONCE
  61. SEGUNDA Y ÚLTIMA VEZ
  62. APARTAOS DE MI CAMINO
  63. ¿ESTE ES LUCIFER?
  64. LA CAÍDA DEL GRAN DUQUE
  65. LA ESPADA DE MIGUEL
  66. APENAS UNA SEMANA DESPUÉS
 
 
 
Esta segunda parte de "En el nombre de Satanás", comienza unas horas antes de donde dejé la trama en la primera parte... recordad que al final de la primera parte, los caballeros sobrevivientes (Camus, Dohko, Milo, Aioros, Mu, Shura y Saga )  finalmente reconquistaron el santuario y que Miguel partió de allí ante el enfado de Rafael pidiéndo un plazo de una hora a los caballeros y sin darles explicación alguna...
Mientras tanto, Kanon y Aioria se hallaban en una oscura y desolada región del infierno camino de Pandemonium, con la misión de salvar el alma de Atenea y a Shaka si es que este se encontrara allí...
 
 
LA LLAMADA A LA GUERRA
 
Era ya avanzada la media noche, cuando el cielo se estremeció y temblaron los cimientos de la tierra… Desde su posición, en la más alta de las  colinas  que circundaban el valle de Jezreel,  Uriel vislumbró en el horizonte lo que parecía ser una inmensa cortina de fuego y supo al instante que la hora había llegado.
Rápidamente, el arcángel tomó el precioso cuerno plateado que le había entregado su señor y llevándoselo a los labios sopló en él con todas sus fuerzas. El trueno resonó violentamente en la distancia a la par que varias descargas doradas jalonaron la temida noche. Al instante, respondiendo a esa llamada, cientos, miles de “estrellas fugaces”, se abatieron sobre aquel extenso valle y, a una señal suya, sus ángeles tomaron posiciones en aquel estrecho pasillo que semejaba el cuello de un embudo y que era de paso obligatorio para llegar a la antigua ciudad de Meggido o Armagedón que se hallaba oculta en el interior de aquella misteriosa hendidura en la tierra y protegida por  la cúpula celestial.
…y, mientras esto sucedía, Miguel y los caballeros sobrevivientes corrían a través de las largas escaleras que conducían hacia los aposentos del patriarca  y,  en los infiernos, Kanon y Aioria caminaban desesperanzados a través de los enormes y baldíos campos cuajados de estalagmitas donde los seres de luz que  morían a manos de los demonios, acababan empalados.
 
 
UN GRITO AHOGADO
 
 
Shaka jadeó dolorido. Apretó los dientes y contuvo un grito…No, no iba a gritar. Aguantaría todo cuanto tuviera que aguantar, pero no gritaría ante ese maléfico ser... 
Y sin embargo, todo cuanto Legión pudiera hacerle no era nada comparado con el dolor, con el sufrimiento que padecía al hallarse tan cerca de su diosa y no poder hacer nada por ayudarla… Shaka hundió la cabeza sobre su pecho. Lo había intentado de todas las formas posibles, sin embargo no conseguía liberarse de aquella diabólica atadura que lo mantenía postrado y a merced de aquel maléfico ser…
La espantosa risa de Legión le hería más que cualquier golpe que este pudiera asestarle…
 
-No le queda mucho- se alzaron miles de voces y Shaka volvió a apretar  los dientes frunciendo el entrecejo, esperando otro golpe más sin levantar la mirada.- Nunca lo conseguirán.- dijo entonces una sola voz y esta vez sí que captó toda la atención de Shaka.
 
-¿De…, de qué estás hablando?- tragando saliva, Shaka buscó con su mirada a Legión, quien ahora se hallaba justo en frente del alma de Atenea.
 
-Dos ratas han atravesado la puerta del infierno. ¿Qué más da?, ni un ejército liberaría el alma de Atenea.
 
Nada más ver el brillo que su respuesta había provocado en los ojos de Shaka, Legión sonrió mientras se acercaba a dónde él estaba y le susurraba al oído…
 
-Los humanos sois patéticos. Os aferráis a un clavo ardiendo y a eso lo llamáis esperanza, cuando no es más que una simple ilusión; no queréis doblegaros a la voluntad de quienes somos más fuertes, cuando eso sería lo más sensato…- miles de voces volvieron a alzarse- al menos así os ahorraríais mucho sufrimiento.
 
-No. No nos conoces… no sabes nada acerca de nosotros- por primera vez desde que despertara en la maldita sala de los tormentos, Shaka sonreía, sin  embargo, Legión pronto torció esa sonrisa en una nueva mueca de dolor…
 
-Siento decirte que tengo que abandonarte por unas horas- miles de voces le hablaron de nuevo al oído a la par que Legión estallaba en una estentórea carcajada.- Mientras tanto,- habló en esta ocasión una sola voz- no dejes de intentar escapar si quiera por un segundo.  Nadie, ¿entiendes?, nada ni nadie escapa de Pandemónium sin su consentimiento… ¡y no me refiero al consentimiento de Lucifer! Esos compañeros tuyos pronto descubrirán el horror que encierra esta fortaleza. Tú mismo lo descubrirás si consigues liberarte de esta atadura, aunque contigo hará una excepción- Legión volvió a reír- no te matará. Le rogué a mi señor Lucifer que hablara con ella y él así lo hizo. Créeme, le costó convencerla y es al único al que obedece… Todo entra en Pandemónium, nada sale sin su consentimiento… y, ahora, me marcho. La próxima vez que nos veamos no me mostraré tan indulgente contigo. Todo habrá acabado. No quedará nada sobre la faz de la tierra y mi señor será el único dios… serás el último de tu especie, pero no lo serás por mucho tiempo.
 
 
PANDEMÓNIUM
 
 
-Aioria- la voz de Kanon lo sacó de su estupor.- Debemos continuar.
 
-¿Qué sitio es este?- preguntó entonces el caballero mientras contemplaba la enorme extensión de tierra baldía donde llovían los cuerpos de los ángeles y estos quedaban empalados.
 
-Este es el reino de Lucifer  y nosotros tenemos una misión que cumplir.
 
Aioria miró entonces en dirección a la oscura y poderosa fortaleza que se alzaba majestuosa en la terrible distancia…
 
-¿Cómo?- preguntó entonces- Es… enorme, ¿cómo vamos a entrar en ella y lo más importante aún, dónde, cómo vamos a…?
 
-Comprendo cómo te sientes- Kanon fijó sus ojos en los de los Aioria- Hace apenas unos instantes yo también creí que no sería capaz de llevar a cabo esta misión. Miguel me dijo que Lucifer suele valerse de estas artes para sembrar la desesperanza y el miedo en el corazón de las personas. Aioria- los ojos de Kanon destellaron a la par que buscó algo bajo sus vestiduras y ante la triste mirada del caballero de leo sacó una pluma plateada.- Toma, llévala tú. 
 
-¿Una pluma?- Aioria recordó…-¿de Miguel?
 
-Así es. Esa pluma nos llevará hasta Atenea. Además, en esa pluma el alma de Atenea viajará de vuelta al reino de los vivos. Cuídala tú. Y, ahora- Kanon dio un paso hacia adelante- debemos continuar…
 
Aioria tomó la pluma y la guardó bajo su armadura. Nada más rozarla, sintió que las fuerzas volvían a renacer en su interior…
Aún les quedaba una enorme extensión de arena y cenizas volcánicas por recorrer… Desde que posaron sus pies en los inmensos campos de estalagmitas, la armadura de Kanon no había dejado de emitir ligeras vibraciones, pequeñas sacudidas que hacían que Kanon permaneciera mucho más alerta y constantemente se veían forzados a cambiar el rumbo de sus pasos, evitando en todo momento cualquier encuentro que pudiera alertar al enemigo de su presencia…
Y, mientras tanto, las horas seguían avanzando. Aunque no sabían exactamente cuánto tiempo llevaban allí, Kanon sospechaba que habían transcurrido algo más un par de horas desde que abandonaron la puerta del infierno… La tierra había dejado de convulsionarse bajo sus pies. Hacia un buen rato que no erupcionaba, sin embargo, el avance era ahora mucho más penoso pues debían prestar mucha atención al sitio en el que posaban sus pies.  La maldita y lóbrega tierra del infierno semejaba ahora un enorme lodazal y, en más de una ocasión, Aioria y Kanon, tuvieron que ayudarse mutuamente para no acabar engullidos por ella… mientras tanto la poderosa fortaleza parecía burlarse de ellos en la distancia…
 
-Es…- Aioria fijó sus ojos amenazantes sobre la terrible fortaleza- es como si a cada paso que diéramos se alejara cada vez más de nosotros- apretando los dientes, Aioria consiguió liberar su pierna izquierda.
 
De rodillas, haciendo un gran esfuerzo por liberar también una de sus piernas de la hedionda tierra, Kanon suspiró y jadeó ayudándose con sus manos, arrastrándose por la infecta superficie embarrada hasta que finalmente consiguió liberarse a la par que Aioria volvía a hundirse hasta las rodillas en otro  agujero más.
 
-Ánimo Aioria. Aunque no lo parezca, hemos avanzado un buen trecho.
 
-¿En verdad lo crees?- preguntó entonces Aioria mientras se dejaba caer extenuado.
 
-Fíjate en eso- Kanon levantó su mano derecha y con su dedo señaló en dirección a la fortaleza.
 
-¿En qué he de fijarme?- Aioria casi no podía mantener los ojos abiertos, se hallaba al límite de sus fuerzas tras el durísimo combate que había librado contra Nebiros.
 
-¿Acaso no lo ves?
 
Aioria abrió entonces los ojos sorprendido. Llevaba tanto tiempo avanzando con la cabeza gacha, extenuado, desolado, preocupándose de dónde ponía los pies y luchando para salir de los continuos agujeros, que no se había dado cuenta de que justo delante de ellos, a apenas unos  metros, se alzaba un pequeño muro semienterrado de oscuras y robustas piedras.
Ambos sonrieron y, tras descansar apenas unos minutos, realizando un nuevo esfuerzo, alcanzaron finalmente los cortantes y fríos bordes de las oscuras rocas…
 
-Al fin,- dijo Aioria mientras dejaba caer pesadamente su cabeza sobre aquellas rocas.
 
Al otro lado del pequeño muro semienterrado, la tierra del infierno volvía a cambiar… ahora era de fría, dura y oscura mampostería…
 
 
LA ENTRADA A PANDEMÓNIUM
 
 
Gracias al nuevo cambio en el terreno, el avance era ahora mucho más rápido, aunque debían andarse con cuidado. La armadura de Kanon no dejaba de advertirles de la presencia de entidades diabólicas muy cerca de donde se hallaban. Durante unos minutos, ambos permanecieron tirados en el suelo, ocultos tras los restos de lo que parecía ser una antigua edificación derruida y semienterrada,  a la par que varias figuras pasaban muy cerca de donde ellos se hallaban tras aquellos muros. En el momento en el que se hubieron alejado la armadura dejó de vibrar…
 
-¿No te parece extraño?- preguntó entonces Aioria. Kanon lo miró confundido- ¿son ilusiones mías o para ser esto el infierno hay muy pocos demonios? Creí que este lugar iba a estar infectado de demonios y otras criaturas.
 
-Miguel me dijo que las tropas de Lucifer y sus príncipes habían comenzado ya a movilizarse, que dado su contingente,  hacía unos días que se desplazaban hacia Armagedón, donde tendría lugar la batalla final.- el rostro de Aioria se iluminó momentáneamente- probablemente Lucifer sólo haya dejado aquí una ínfima guarnición.
 
Desde donde se hallaban podían ver ahora con mucha más claridad los gigantescos muros que conformaban la segunda de las defensas de la inmensa fortaleza que se erigía en el centro de un enorme islote rodeado de fuego sobre la que no dejaban de caer las furiosas descargas que jalonaban el cielo. Un enorme puente levadizo les esperaba tendido, y Kanon sonrió a la par que movía la cabeza.
 
-Sinceramente Aioria, no creo que tengamos muchos problemas para entrar. ¿Inexpugnable? ¿Quién demonios quería conquistar una fortaleza en los infiernos? Más bien creo que nadie sale de ahí. ¿Por qué si no estaría el puente bajado?- Kanon cerró entonces los ojos y respiró profundamente mientras recordaba las palabras del arcángel.- Sin su alma, el cuerpo de Atenea no es más que una envoltura de carne y hueso… y sin su cuerpo su alma…
 
-No te preocupes- dijo entonces Aioria- si no han liberado ya el cuerpo de Atenea, estarán a punto de hacerlo- Aioria sonrió- y, en cuanto a lo de que nadie sale de ahí… nosotros seremos los primeros en hacerlo.
 
-Y también seremos los primeros en entrar por voluntad propia- dijo Kanon a la par que se levantaba y decidido marchaba ya en dirección al puente levadizo, ahora lo comprendía todo, y la ironía era aplastante.
 
 
AKIBEEL
 
 
Hacía cinco días que el mundo parecía haberse vuelto loco. Aquí y allí estallaban revueltas, guerras y epidemias. Lo que para la inmensa mayoría de los hombres no tenía explicación, para ellos, los que un día fueron ángeles y llevaban siglos y siglos vagando entre los hombres, no era más que el punto final, la conclusión a una desgarradora  tragedia que había comenzado en los albores de la creación.
Muchas fueron las guerras que se libraron en los cielos antes de que Lucifer cayera a los infiernos y muchas fueron también las que después de su caída hubo. Como resultado de ello, más de  un tercio de las criaturas celestiales fueron arrojadas desde la gracia de dios a la tierra o los infiernos según cuales hubieran sido sus pecados…
 
La mayoría de estos ángeles  que cayeron en la tierra acabaron uniéndose a Lucifer. Dejándose arrastrar definitivamente hacia la perdición. Cometieron los mayores pecados y  de esta forma fueron engrosando las temidas huestes del ángel más bello creado por dios pues; la mayoría de ellos, tras muchos siglos de vagar y vagar por la tierra, perdieron la esperanza de que él, algún día los perdonara y sucumbieron a los engaños, a la falacia y la dulce voz de Lucifer, que supo transformar todos aquellos sentimientos contradictorios en rabia… y odio hacia su creador.
 
Sin embargo él, Akibbel, así como algunos de sus hermanos, conservaban aún intacta en su interior la llama de la esperanza… y, aunque dejados de la mano de dios, despreciados por sus hermanos de luz y constantemente  tentados por Lucifer, vagaban por la tierra intentando pulgar sus pecados, ayudando y cuidando de esa otra creación divina… esa que había sido el origen de sus pecados y por la que se habían visto obligados a vagar durante siglos por la tierra hasta el día del juicio final.
 
-¡Akibbel!- la voz de Miguel reverberó en el interior del desolado edificio.- ¿Dónde estás Akibbel?
 
Unos pasos resonaron tras el arcángel y Miguel contuvo durante unos instantes su aliento. Transmutado en un vagabundo, Miguel continuaba con su búsqueda, consciente de que el plazo de una hora que se había fijado, estaba ya por concluir y aún no había encontrado a quién había venido a buscar… en su interior, el arcángel rezó para que Akibbel estuviera allí a su espalda.
 
-¿Miguel?
 
El arcángel respiró aliviado, al fin lo había encontrado… lentamente, Miguel dejó fluir su aura blanca y pura mientras que sus raídas prendas caían al  suelo y su armadura plateada brillaba bajo los indecisos rayos del sol que se filtraban a través de las rotas vidrieras y se volvía para encarar el rostro de quien, hace muchos siglos, fuera un arcángel al igual que él…
 
-¿Qué es lo que has venido a buscar Miguel?- preguntó Akibbel a la par que fijaba sus misteriosos ojos grises en los del arcángel.- Corrígeme si me equivoco, pero, ¿no os está totalmente prohibido dirigiros hacia nosotros?
 
-He venido por voluntad propia- dijo entonces el arcángel.- Necesito tú ayuda Akibbel…
 
-¿El poderoso Miguel desobedeciendo órdenes?- el hombre sonrió a la par que con su mano le indicaba a Miguel que lo acompañara.- No sólo ha de ser grave, sino también muy importante lo que te trae por aquí. Está bien Miguel, hablemos…
 
 
UN MAL PRESENTIMIENTO
 
 
El arcángel Rafael rodeaba con su aura blanca y pura el cuerpo de la diosa mientras la llamaba y le hablaba constantemente, rogándole que siguiera la luz, que no se apartara del camino… De vez en cuando, el hermoso semblante de la diosa se quebraba presa del mal, del daño que la sangre de Lucifer le estaba causando. Entonces Rafael levantaba su mirada y sus ojos destellaban a la par que extendía su mano derecha y unos extraños efluvios manaban de la boca de la diosa… una especie de sustancia oscura y rojiza que Rafael limpiaba con su aura.
 
Camus, Shura, Aioros, Milo y Mu, permanecían arrodillados frente al cuerpo de su diosa. Habían presenciado la extraña escena de los dos arcángeles conversando. El nerviosismo que embargaba a aquel que se llamaba Haniel y cómo, el semblante de Rafael se enturbiaba cuando su hermano le preguntó por Miguel…
 
“-Ha ido en su busca, ¿no es así?- preguntó Haniel y, aunque Rafael no contestó a su pregunta, aquello bastó para que conociera la respuesta.- Ha comenzado Rafael… Uriel no podrá contener por mucho más tiempo a las huestes de Lucifer, ¡necesitamos a nuestro comandante!- Haniel frunció el entrecejo.
 
-No desesperes- dijo entonces Rafael- Miguel se unirá pronto a la lucha.
 
-Lo sé, es sólo que…- Haniel contempló entonces a los cinco caballeros que permanecían arrodillados con la cabeza gacha y sonrió.- a veces me puede la desesperanza y casi me olvido de que no estamos solos. Está bien Rafael. Marcho en estos momentos junto a mis tropas hacia Armagedón. Raziel se encuentra en el monte Hermón, sus tropas se hallan ahora mismo bajo el mando de Uriel. Hay algo que le inquieta. No ha querido decírmelo pero…  a mí también…- Haniel parecía no encontrar las palabras adecuadas. Sacudió entonces su cabeza intentando apartar de sí algún oscuro presagio.- Los jóvenes caballeros de bronce llegaran de un momento a otro.  Dile a Miguel que acuda pronto a ayudarnos, dile que lo esperamos…”
 
Desde que se marchara Haniel, el semblante de Rafael no había vuelto a ser el mismo. Una sombra planeaba por los misteriosos ojos glaucos del arcángel… una sombra que no pasó desapercibida para ninguno de los caballeros que continuaban allí postrados a la espera preguntándose, dónde demonios se había metido Miguel y qué se suponía que estaban haciendo allí sin hacer nada.  Entonces, sin poder aguantar un segundo más Milo se dirigió al arcángel…
 
-¿Qué se supone que está pasando?- sus ojos destellaron a la par que levantaba la cabeza y fijaba su mirada sobre el preocupado rostro del arcángel-  estamos o no  en esto juntos. Se supone que somos aliados, ¿por qué os guardáis información?
 
-¿Guardar información?- el arcángel abrió bien sus ojos y fijó ahora toda su atención sobre el caballero del escorpión- puedo asegurarte que no guardo ninguna información. Simplemente hay…- el arcángel volvió entonces su mirada hacia Atenea- hay algo que no me gusta en todo esto, tengo… un mal presentimiento. 
 
-Y, ¿se puede saber qué es lo que no te gusta?- Milo no estaba dispuesto a ceder.
 
-Raziel en el Monte Hermón, sus visiones… El monte Hermón… ¡Dios mío!- el arcángel abrió entonces sus ojos de golpe. Camus, Shura, Aioros  y Mu levantaron sus miradas preocupados…- el pasaje celestial… 
 
 
EN BUSCA DE ATENEA
 
 
En cierto modo, aquello no dejaba de ser irónico. Dos figuras, dos caballeros que avanzaban con paso firme y decidido atravesando el puente levadizo, adentrándose de ese modo en los dominios de Lucifer.
 
No les sorprendió que la pesada puerta de metal se hallara izada. La fortaleza del Pandemónium se mostraba abiertamente,  desamparada a sus ojos, los recibía y acogía en su interior y a medida que sus pasos se adentraban en ella, en sus corazones crecía  la certidumbre, el total y absoluto convencimiento  de que de allí no saldrían con vida a menos que se obrara un milagro en los infiernos… conscientes de que todo entra en las temidas y abiertas fauces al reino de Lucifer, pero nada salía de ellas…
 
… y, una vez traspasado el enorme umbral, la pesada puerta cayó violentamente tras ellos armando un gran estrépito. Al fin se hallaban en el interior de Pandemónium y, como Kanon había sospechado, entrar no les había supuesto ningún problema…
Ambos caballeros se miraron a los ojos. La armadura celestial comenzó a destellar y a emitir unas fuertes vibraciones. De la plateada pluma que Aioria llevaba oculta en su pecho bajo su armadura, un fuerte impulso comenzó a guiar la voluntad del caballero…
 
-Estamos rodeados- le dijo Kanon a Aioria.
 
-Avancemos pues- contestó este mientras hacía estallar su cosmos- hemos llegado muy lejos y de todas formas,  no vamos a retrocer. ¡Por Atenea!
 
-¡Por Atenea!
 
…y la oscuridad lentamente, fue creciendo… Él, conde y primer ministro de los infiernos, rey de los demonios a cargo del infierno por orden de Lucifer, “aquel que huye de la luz”, el gran y poderoso Lucífago, los aguardaba junto a sus leales servidores, y quería dejarla hacer…
 
 
LA HORA
 
 
-Saga.
 
El viejo maestro se acercó hacia el caballero de géminis y se sentó a su lado en las escaleras. El plazo de una hora que Miguel había pedido, finalmente había transcurrido. Las estrellas titilaban hermosas ajenas al caos y la destrucción que reinaban en la tierra. Al poco de desaparecer Miguel un arcángel más había ascendido corriendo por las largas y desoladas escaleras que conducían hacia los aposentos del patriarca. Buscaba a Miguel… hacía horas que la guerra había comenzado y las noticias que traía al parecer no eran nada halagüeñas. En la distancia, Saga había presenciado la misteriosa conversación entre los arcángeles.
 
-¿Lo sientes, no es así?- preguntó Saga y Dohko asintió con la cabeza.
 
-Esta ligera brisa no augura nada bueno, es como la calma que precede a la tempestad…- y en respuesta a sus palabras el viento agitó el cabello de ambos caballeros.
 
-La hora ha concluido. Estos arcángeles no son muy habladores.- dijo Saga y Dohko sonrió, pues Rafael no les había querido decir nada acerca de qué había ido a hacer Miguel y, en cuanto al otro arcángel, había dejado entrever  más en las prolongadas pausas que mantuvo en su conversación con Rafael que en toda su conversación.- ¿Qué crees que habrá ido a hacer Miguel?- preguntó entonces. Una estrella fugaz surcó en esos momentos el cielo y Saga sonrió. Por algún motivo, aquella estrella le había recordado a su hermano.- Kanon,-musitó casi para sí mismo-  lo conseguirá, ¿no lo crees?
 
-En respuesta a tú primera pregunta, te diré que no sé qué es lo que estará haciendo Miguel y en cuanto a tu segunda pregunta,  bien,  tú le conoces mejor que yo- dijo entonces Dohko- y a mí no me cabe la menor duda de que lo conseguirá.
 
-¡Saga, viejo maestro!- la voz de Milo los sorprendió.- Miguel acaba de llegar y Rafael quiere que todos estemos presentes.
 
-Bien,- dijo Saga- veamos que tienen que contarnos.
 
-Sí, descubramos de una vez por todas qué es lo que se traen entre manos…
 
 
Y mientras los caballeros se reunían con Rafael y Miguel, las temidas huestes de Lucifer se hallaban ya en el valle de Jezreel.  Habían transcurrido algo más de seis horas desde que Uriel vislumbrara en el horizonte la inmensa cortina de fuego y contuviera los primeros embates, la avanzadilla de las huestes de Lucifer. El alba comenzaba a despuntar cuando el rostro del arcángel se contrajo a la par que enviaba a sus ángeles al frente a combatir. Alzando la mirada hacia el cielo Uriel musitó unas palabras y al instante las nubes se separaron haciendo que los poderosos rayos del sol naciente incidieran sobre la inmensa marea de criaturas demoníacas que, habían comenzado a surgir de las profundidades de la tierra… 
 
Tras esa primera marejada, Uriel contempló el enorme estandarte del rey de los infiernos hondeando al viento. Animado, impulsado por el diabólico hálito del príncipe Azael, el majestuoso estandarte con la insignia de la bestia negra sobre fondo carmesí, irradiaba una oscura aura que engullía los débiles rayos del sol… el príncipe Azael, abanderado de Lucifer, montado sobre los lomos de una de sus espantosas criaturas infernales, abría la marcha portando orgulloso la temible bandera mientras que sus huestes, tomaban posiciones en el campo de batalla. 
 
Tras Azael, marchaban ahora el resto de los príncipes y sus respectivas comitivas… Asmodeo, Belial, Semyazza, Mammon, Astarot e incluso el gran Leviatán aquel que surgió de las profundidades de la tierra para destruir la creación de dios…
…y allí, al fondo, sobre la espantosa criatura alada, sobre la temida y negra bestia, el dragón mitológico,  él, Lucifer, el ángel más bello creado por dios, contemplaba el despliegue de sus poderosos ejércitos mientras lanzaba desafiantes miradas al cielo…
El arcángel frunció su mirada. Rápidamente volvió a tomar  el cuerno que pendía colgado de su cintura y por segunda vez  sopló en él con todas sus fuerzas… Era una llamada desesperada. Uriel llamaba a sus hermanos e invocaba la ayuda y protección de su señor para hacer frente a la gigantesca marea que se le venía encima… Haniel y Auriel descendieron entonces con sus arcángeles y ángeles dispuestos para la batalla…
 
 
DEJADLA HACER
 
 
Desde su posición los veía avanzar. Dos pequeñas figuras. Dos humanos. Poderosos, sí, pero humanos al fin de cuentas…  y, lo más sorprendente aún… uno de ellos vestía una armadura celestial. Una de esas odiosas armaduras plateadas, muy parecida por cierto a la de los arcángeles… Pero, no era más que un simple humano y, seguramente, no conocería, no sabría cómo sacarle el mayor partido a esa maldita armadura.
 
Iba a ser divertido… aunque su señor, Lucífago, no quería que ninguno de ellos se inmiscuyera... “Dejadla hacer”, les había dicho, “hace mucho que no se divierte, dejadla hacer aquello para lo que fue creada…”  Pero, mientras ella hacia aquello para lo que fue creada, él se aburría, él desesperaba…
 
Hubiera dado gustoso una de sus siete garras por acompañar a su señor Lucifer. Sin embargo, el hijo de la aurora hacía días que había marchado, y él le debía obediencia a su señor Lucífago.
 
Sus ojos destellaron amarillentos… alerta, Aioria miró hacia un punto del techo. Su cosmos emitió unas poderosas vibraciones. Kanon también detuvo su marcha. Espalda contra espalda, ambos caballeros escudriñaban la inquietante oscuridad que se cernía sobre ellos y que de vez en cuando retrocedía al incidir sobre las enormes vidrieras los poderosos destellos de los rayos que no dejaban de caer y romper sobre la fortaleza…
 
 Jurarían haber visto algo por el rabillo de sus ojos… unas pálidas lucecitas destellar amarillentas y una especie de bulto moverse rápida y silenciosamente… algo así como una misteriosa sombra acechante que, furtivamente se hubiera deshecho en el interior de aquella oscuridad agobiante…
 
-¿Tu armadura no te dice nada?- preguntó entonces Aioria.
 
-Mi armadura hace tiempo que me dice que estamos rodeados- dijo Kanon- sus vibraciones me impulsan hacia todos lados… incluso arriba y abajo, es muy extraño, no sé qué es lo que quiere decirme. Vamos a tener que fiarnos de nuestros instintos.
 
-Y, en estos momentos, ¿qué te dice tu instinto?
 
-Que nos hallamos rodeados. Que algo muy poderoso nos acecha y que alguien nos sigue.
 
-Lo mismo que a mí…
 
-Continuemos- dijo entonces Kanon.- ¿hacia dónde debemos ir ahora?
 
En esos momentos otra poderosa descarga volvió a incidir sobre una de las enormes vidrieras e iluminó durante unos instantes el largo y tétrico pasillo dibujando siniestras sombras que desaparecieron tan prestas como habían aparecido.
 
-Debemos seguir avanzando por este pasillo- dijo entonces Aioria, iniciando de nuevo la marcha…
 
…tras ellos, él sonrió… casi le descubren. De ahora en adelante, se andaría con mayor cuidado…
 
 
UN NUEVO INTENTO DESESPERADO
 
 
”Otra vez… una vez más”, se dijo así mismo dándose ánimos a la par que de nuevo volvía a concentrar su cosmos y lo hacía estallar violentamente… pero no había forma… Otra terrible sacudida recorrió todo su cuerpo y él volvió a caer derrotado, apretando los dientes y resistiendo como mejor podía los fuertes e intensos calambres que le recorrían todo el cuerpo…
 
“Tengo que volver a intentarlo. No puedo rendirme, no… no puedo…” Shaka buscó con su mirada el alma de Atenea... de nuevo volvió a sentir renacer sus fuerzas… Ella estaba ahí, padeciendo. Hasta sus oídos llegaban los ahogados lamentos de la diosa, su sufrimiento era mucho mayor que el tormento que él soportaba…
 
Respirando pausadamente, dejando fluir su cosmos, Shaka consiguió aliviar en parte los fuertes calambres que le atenazaban brazos y piernas… suspiró y jadeó y entonces lo vio… abrió bien los ojos y descubrió algo que había estado pasando todo este tiempo por alto…
 
-¿Cómo no me he dado cuenta antes?
 
Al igual que el alma de Atenea, su cuerpo se hallaba en el interior de una especie de haz violáceo que mantenía sus brazos y sus piernas firmemente sujetos y ese haz salía proyectado del suelo, donde cinco pequeñas piedras negras, dibujaban las cinco puntas de una estrella maldita… Shaka sonrió… aún había esperanza y él se aferraba a ese clavo ardiendo…
 
 
EN EL INTERIOR DE LA FORTALEZA
 
 
-Esto no tiene ningún sentido- dijo entonces Aiora.
 
Llevaban un buen rato en el interior de la fortaleza. Habían ascendido y descendido por incontables escaleras. Habían atravesado varios salones y habitaciones más pequeñas. Incluso habían vuelto sobre sus pasos. Habían desandado el camino para descubrir que los pasillos por los que regresaban, aparentemente, nada tenían que ver con los que en un principio tomaron, sin embargo  hicieran lo que hicieran, todos sus pasos los llevaban de vuelta a allí, a ese siniestro tapiz que pendía sobre el muro.
 
-Algo se nos escapa- dijo Kanon.- ¿Estás seguro?
 
Aioria movió afirmativamente la cabeza… aquel objeto plateado, la pluma que Miguel había arrancado de sus poderosas alas y entregado a Kanon para que le sirviera de guía y continente del alma de Atenea, insistía en que debían pasar por allí.
 
-Lo que no tiene sentido es que continuemos dando vueltas y más vueltas- dijo Kanon, quién ya comenzaba a impacientarse a la par que miraba en todas las direcciones.- Mucho me temo Aioria que nos están tomando el pelo.
 
-Una ilusión, ¿crees que alguien está jugando con nosotros?
 
-¿Qué otra explicación puede haber si no?- dijo Kanon a la par que aumentaba su cosmos y se colocaba frente a la gruesa pared y el siniestro tapiz- aparta Aioria, si Atenea se encuentra tras ese muro, derivaré el muro. ¡Explosión galáctica!
 
El poderoso golpe atravesó el grueso muro practicando un enorme agujero en su superficie por el que ambos caballeros se deslizaron. Kanon fue el primero en pasar. Se encontraba en el interior de un pasillo largo y estrecho. Más bien dentro de un tabique, pues apenas había espacio para que los dos avanzaran bien por él, un pasadizo angosto y agobiante, algún pasaje oculto y secreto tras las paredes.  El ataque de Kanon también había traspasado el muro de enfrente, abriendo una profunda y misteriosa oquedad por la que se filtraba una extraña y malsana atmósfera…
 
-¿Un pasadizo?- preguntó Aioria una vez hubo pasado su cuerpo a través del agujero.
 
-Eso parece. Y, ahora, ¿por dónde debemos seguir?
 
-Hacia aquí…
 
Y, girando hacia su izquierda, Aioria abrió la marcha… Una fría corriente se filtraba a través de aquel estrecho pasadizo y de vez en cuando, ambos detenían su marcha alertados por unos fuertes y misteriosos ruidos que semejaban el entrechocar o el deslizar de enormes y gruesas piedras…
 
Tras un buen rato avanzando, ambos caballeros detuvieron su marcha durante unos minutos. Cada vez hacía más frío en el interior de aquel largo y profundo pasillo… e igualmente, el impulso que los guiaba era cada vez más y más fuerte. El techo comenzó entonces a declinar, provocando que el avance fuera cada vez más penoso. Ahora marchaban con las cabezas bien gachas, la tensión se les acumulaba en el cuello y los hombros, comenzaban a sentirse muy fatigados…
 
Entonces de nuevo, Aioria detuvo su marcha. Extenuado, se dejó caer sobre uno de los muros del pasadizo, había algo allí que lo agobiaba…
 
-¿Qué te sucede?- preguntó Kanon mientras él también se dejaba caer sobre el muro.
 
-¿Sigue ahí, no es así?- Aioria bajó el tono de su voz  hasta convertirlo en un ligero susurro.
 
-Sí, así es- Kanon también hablaba en susurros.- Continúa detrás, espiando nuestros movimientos…
 
Entonces lo sintieron. Una extraña e indescriptible sensación que al instante hizo saltar todas las alarmas en el interior de los caballeros… Ambos tragaron saliva a la par que sus ojos se iluminaban y respiraban adaptando los latidos de sus corazones a la nueva y peligrosa amenaza que los acechaba. Preparados para la acción, sus músculos se tensaron al punto de estallar…
 
-¿Qué ha sido eso?- preguntó Aioria
 
-No lo sé…
 
De nuevo volvieron a sentirlo… Agitando sus cabellos, erizándoles la piel en el momento de producirse el desagradable roce. Aquella especie de vaharada caliente que, en el interior de aquella gélida atmósfera bien parecía un soplo de vida,  el aliento de un ser de pesadilla… y, mientras que en sus venas la sangre de ambos corría desbocada, aquel estrecho pasaje por el que caminaban se les antojó de repente demasiado húmedo e incluso palpitante…
 
Una ligera ondulación, algo así como una suave vibración, recorrió la superficie de las losas que conformaban el suelo de aquel misterioso y espeluznante pasillo…
 
-Aioria…- Kanon, volvió a tragar saliva. La armadura celestial comenzó a emitir unos fuertes destellos, tan violentos que Kanon descubrió una espantosa figura que pendía colgando del techo. Un ser grotesco y retorcido que retrocedió inmediatamente mientras sus malvados ojos refulgían con el odio y la maldad contenida durante siglos de encierro… pero, no era ese ser quién en esos momentos le preocupaba. La amenaza que se cernía sobre ellos no provenía de ningún ser o ente demoníaco vivo, sino de algo cuya esencia inanimada y su maldad, los superaba…- Dios mío, ¡corre, Aioria!
 
De repente, a escasos metros de donde ellos se hallaban los muros comenzaron a crujir… a rugir más bien, mientras que la armadura celestial emitía ahora unos destellos tan blancos y claros que ambos contemplaron  horrorizados cómo las enormes y oscuras rocas que conformaban los gruesos muros,  se combaban hacia el interior y parecían engullir todo a su paso…
 
Ambos caballeros se levantaron e iniciaron una frenética carrera a través de aquel oscuro pasillo de pesadilla…cientos de fragmentos de roca comenzaron a llover del techo y de las paredes. Los potentes destellos de la armadura celestial así como los poderosos cosmos de ambos les iluminaban el camino, mientras que tras ellos la fortaleza rugía, los muros crujían emitiendo un ruido insoportable y atronador… y el techo seguía y seguía descendiendo… 
 
-¡Basta!- gritó Aioria, volviéndose, chochando con Kanon que marchaba corriendo tras él… ambos miraron a sus espaldas y descubrieron que todo el pasillo había desaparecido, que la roca les cerraba el paso y que se hallaba a tan sólo unos escasos metros de donde ellos se encontraban…-¡Ataquemos Kanon! ¡Plasma relámpago!- gritó Aioria a la par que su cosmos estallaba violentamente y cientos de descargas inundaban lo poco que quedaba de pasillo y se dirigía hacia el muro que en esos momentos les cerraba el paso…
 
-¡Explosión galáctica!- gritó Kanon, mientras que su ataque se sumaba al de Aioria contra lo que quiera que fuera que los estuviera siguiendo y cerrando el paso…
 
El oscuro muro que se cernía sobre ellos estalló pulverizado… Al instante se levantó una gruesa nube de polvo y fragmentos de rocas, que inundó el angosto pasaje, abatiéndose sobre los caballeros, que comenzaron a toser, asfixiándose. Completamente cegados por el fino y negro polvo… rápida y violentamente, Aioria golpeó el muro, haciéndolo estallar, abriendo un inmenso agujero por el que Kanon y él se dejaron caer…
 
Inmediatamente, ambos salieron, abandonaron el pasillo y cayeron al suelo mientras el polvo inundaba también el nuevo espacio al que habían ido a parar…
 
Una espantosa risotada llegó hasta sus oídos… Rápidamente se levantaron… aún les costaba respirar pero ambos lo vieron... dos luces amarillas que destellaron en la oscuridad y que desaparecieron a la par que las poderosas descargas del ataque de Aioria golpeaban el techo de la habitación y unas enormes rocas caían al suelo…
 
-No ha sido él ¿verdad?- preguntó entonces Aioria.- Lo que nos atacado en el interior del pasadizo, no era ese ser que colgaba del techo…
 
-No, no era él.- dijo entonces Kanon. La armadura celestial seguía vibrando, advirtiéndoles de la presencia de las criaturas maléficas, continuaba destellando, con la misma violencia de cuando se hallaban en el interior del angosto pasaje.- Creo que está viva- dijo entonces Kanon y Aioria fijó sus ojos en los suyos-Aioria,  esta maldita fortaleza está viva…
 
…y, como si un caprichoso ente le quisiera dar la razón enfatizando sus palabras, unas luces rojizas prendieron instantáneamente de varias teas que se hallaban dispuestas alrededor de toda la estancia bañando con su sanguinolenta luz el interior de aquella inmensa habitación jalonada de columnas a la que habían ido a parar, mientras que los incontables fragmentos de rocas esparcidos por los suelos se alzaron y corrieron a cubrir los agujeros que los ataques de los caballeros habían provocado en los gruesos muros.
 
-Lucifer no necesita que nadie guarde de su fortaleza- dijo entonces Kanon- ella misma se guarda de cualquier intruso.
 
 
LA REVELACIÓN DE LOS ARCÁNGELES
 
 
Saga y el viejo maestro se acercaron junto con Milo a dónde se hallaban  el resto de sus compañeros quienes aún permanecían postrados de rodillas frente al cuerpo de Atenea. Por segunda vez en el día y en apenas una hora,  los caballeros presenciaban de nuevo un tenso encuentro entre arcángeles. En esta ocasión entre Rafael y Miguel que se miraban fijamente a los ojos, sin decir aparentemente nada, aunque era evidente que Rafael le estaba reprochando algo a Miguel pues  se podía palpar la tensión entre ambos.
 
Los misteriosos ojos glaucos del arcángel Rafael semejaban ahora unos océanos de aguas turbulentas, mientras que los ojos de Miguel habían perdido esa misteriosa tonalidad azulada que los caracterizaba… una sombra oscurecía su semblante. Evidentemente algo le preocupaba y probablemente hasta él mismo se estuviera reprochando algo…
 
-Y, bien,- la voz del viejo maestro rasgó la tensión entre los arcángeles,  con su mirada escrutó los rostros de Rafael y Miguel.- ¿Qué es lo que tenéis que decirnos?
 
-Miguel, yo…- Rafael suspiró y volvió sus ojos hacia el rostro de Atenea.  Parecía que le costaba encontrar las palabras adecuadas.- Lo siento hermano, sé que has obrado de buena voluntad, lamento mucho…- los ojos de Rafael volvieron a serenarse.- Uriel ha vuelto a soplar el cuerno. Mucho me temo que tenga serios problemas para contener a las huestes de Lucifer, a pesar de que Auriel y Haniel ya se hallan allí con él.- Rafael alzó entonces su mirada y la posó de nuevo sobre Miguel- Haniel me pidió que te dijera que te aguardan, que te necesitan en Armagedón para comandar las tropas de nuestro señor. Miguel, tengo un mal presentimiento… pero no puedo partir. Debo guardar el cuerpo de Atenea hasta que él recupere su alma y me la entregue para que pueda insuflarla en el cuerpo de la diosa.
 
-Yo también lo siento…- dijo entonces Miguel.- Hay algo que me oprime el corazón. Tengo la sensación de que una sombra acecha a nuestro…
 
-Decidnos entonces ¿a qué se debe ese mal presentimiento?- dijo entonces Saga- nosotros partiremos a dónde haya que partir, por Atenea, por el mundo.
 
-Creo que Lucifer ha enviado a su mano derecha en busca del pasaje celestial.- dijo entonces Rafael, posando primero sus ojos en Miguel y después en Saga.
 
-¿El pasaje celestial?- preguntó entonces Dohko.
 
-Cuando mi señor expulsó a los ángeles rebeldes estos cayeron a través del pasaje celestial a la tierra... mucho me temo que ese pasaje se encuentre ahora sin vigilancia… Todas las fuerzas de mi señor, toda su atención está puesta ahora mismo en Armagedón, pues es ahí donde se espera el golpe más contundente…- Rafael alzó de nuevo su mirada pero en esta ocasión  recorrió los rostros de los caballeros- Raziel ha debido tener una de sus visiones apocalípticas, de lo contrario no se explica que esté en el monte Hermón y no en Armagedón luchando junto a sus ángeles y arcángeles.
 
-¿Una de sus visiones apocalípticas?- Mu levantó la mirada preocupado.
 
-Sí Legión o alguno de los príncipes- comenzó entonces Miguel- si el mismo Lucifer vuelve a retomar el pasaje celestial… se hallará en el reino de los cielos frente a mi señor…
 
-Y lo hallará sólo- continuó Rafael- pues todos los seres celestiales nos hallamos en la tierra.
 
-No comprendo…- dijo entonces Saga mientras cruzaba su mirada con el viejo maestro- ¿Qué demonios se supone que hay en Armagedón para que hayáis dejado sin protección a vuestro señor? ¿Qué es tan importante para que vuestro señor os haya enviado a todos a protegerlo? Y no me digáis que es porque lo dice un texto sagrado... ¿Por qué Lucifer y sus huestes no han tomado entonces el pasaje celestial y presentado batalla en el reino de los cielos?
 
-Por…- los ojos de Rafael destellaron y Miguel tragó saliva.- Tienen que saberlo Rafael, deben conocer la verdad… - dijo Miguel a la vez que alzaba su mirada y buscaba los ojos de Saga.
 
-¡Miguel! No, no nos está permitido…
 
-Así que no ocultabas nada...- intervino Milo clavando sus ojos en Rafael.
 
-No es lo que piensas custodio.- dijo Rafael quien de nuevo había fijado sus ojos en Miguel- Allí…
 
-Allí se encuentra el arma de destrucción más poderosa jamás creada.- Todas las miradas estaban ahora puestas en Miguel- Oculta entre las rocas, protegida por la cúpula celestial se halla la ciudad de Armagedón y… en el interior de esta…
 
-Se encuentra la única arma capaz de destruir toda esencia divina... terminó Rafael- Si Lucifer se hace con el Arca de la Alianza… no sólo mi señor sino todos, todos  los dioses sin excepción sucumbirán…
 
 
PODEROSA PANDEMÓNIUM
 
 
Aioria jadeó dolorido, abrió sus ojos de golpe y rodó sobre su cuerpo mientras que una de las enormes y robustas columnas caía a escasos milímetros de dónde él se hallaba…
 
-¡Kanon!- gritó a la par que saltaba evitando de este modo caer en un inmenso socavón que se había abierto bajo sus piernas, golpeando con fiereza los inmensos bloques de roca que llovían ahora sobre él.- ¿Dónde estás?
 
A escasos metros de donde Aioria se hallaba, el cosmos de Kanon estalló pulverizando la multitud de rocas que habían caído sobre el sepultándolo… 
 
La fortaleza rechinaba, los muros se inclinaban sobre sí mismos mientras que las enormes columnas animadas por una diabólica voluntad, caían, estallaban en cientos de fragmentos o bien semejaban gigantescos brazos de piedra que intentaban por todos los medios aferrarlos…
 
Los ataques de los caballeros impactaban violentamente contra las animadas rocas de Pandemónium, pulverizándolas, abriendo gigantescos agujeros sobre los oscuros y gruesos muros, pero tanto estos como las rocas, volvían casi de inmediato a recomponerse… si saltaban y se agarraban a algunas de las enormes lámparas que colgaban del techo, estas se revolvían convertidas en metálicas serpientes… las fantasmales luces rojizas titilaban y estallaban cuando alguno de ellos pasaba cerca de donde ellas se hallaban…
De rodillas, ensangrentado, Kanon contemplaba ahora las inmensas hojas de la pesada puerta que, saliendo de sus goznes, se dirigía en esos momentos hacia donde él se hallaba… rodando en el último instante consiguió evitar que las pesadas puertas lo aplastaran… Aioria cayó de espaldas muy cerca de donde él se hallaba mientras que sobre su cuerpo llovían los fragmentos de rocas pulverizadas por su plasma relámpago…
 
-¡Kanon!- Aioria apenas podía moverse, todo su cuerpo se hallaba rodeado por las poderosas descargas que emitía su cosmos, estaba extenuado…- no vamos a poder continuar así por mucho más tiempo.
 
-Sólo podemos hacer una cosa- dijo entonces Kanon- Aioria, pase lo que pase, debemos continuar… debemos encontrar a Atenea. 
 
-Esta… cosa… no nos va permitir…
 
-¡Esta cosa no es más que una maldita fortaleza!,- Kanon hizo estallar su cosmos violentamente…- ¡EXPLOSIÓN GALÁCTICA!- gritó a la par que continuaba incrementando la intensidad de su cosmos, expandiendo de esta forma su ataque para que este abarcara un área más extensa…- Vamos, Aioria, ¿hacia dónde?
 
Ambos caballeros comenzaron de nuevo a correr, sus golpes impactaban violentamente contra los muros y estos se lanzaban a través de los inmensos agujeros que sus ataques provocaban en los mismos, levantándose en el instante en el que el suelo se hundía bajo sus pies o bien algo caía sobre ellos, en una frenética y encarnizada carrera en busca de Atenea, contra la temida fortaleza…
 
 
…y mientras Aioria y Kanon corrían en busca de Atenea, él, finalmente, usando su telequinesis, había conseguido desplazar una de las piedras… Shaka, jadeó dolorido cuando su brazo derecho finalmente cayó liberado de la diabólica atadura y unos terribles calambres le recorrieron el brazo y la espina dorsal.
 
No podía hacer estallar su cosmos, al menos no hasta que se hubiera liberado totalmente de aquel diabólico halo violáceo, sin recibir una terrible  descarga… así funcionaba la diabólica atadura… Shaka volvió entonces a centrar toda su atención sobre las cuatro piedras restantes. En esta ocasión,  las haría saltar todas a la vez, aunque estaba seguro de que eso le iba a provocar muchísimo dolor…
 
 
EL MONTE HERMÓN
 
 
“Perdóname, perdóname, te lo ruego mi señor, no he sabido protegerte…” Raziel jadeaba. Malherido intentaba por todos los medios incorporarse… Legión se acercó a donde él se hallaba y posó una de sus rodillas sobre el pecho del arcángel que se estremeció bajo el peso del demonio.
 
-¿Una última voluntad Raziel?- los demonios que se habían escindido del cuerpo de Legión rodearon al arcángel y a su señor mientras que unas violentas llamaradas azuladas recorrían el brazo de este último…- ya que no tienes nada que decir- la espantosa máscara de Legión destelló mientras que este hundía su puño en el corazón del arcángel- ¡muere!
 
La luz se extinguió entonces del hermoso rostro del arcángel mientras que Legión sacaba su puño del pecho del mismo… unas fuertes vibraciones surcaron el aire y Legión sonrió… 
 
…todo marchaba como su señor había predicho. Ahora él debía hallar la ubicación del santuario oculto. Allí, en ese lugar sagrado, se encontraba el pasaje celestial. Todas las fuerzas celestiales, todos los ángeles y arcángeles, serafines, querubines y tronos… todos se hallaban en la tierra, protegiendo Armagedón. Jamás liberarían el alma de Atenea a tiempo… y, en cualquier caso, aquellos patéticos mortales poco podían hacer contra su señor… El mientras tanto, ascendería por el pasaje… se hallaría en el reino de los cielos y lo hallaría sólo.
 
 
EN EL VALLE DE JEZREEL
 
 
Los poderosos rayos del sol pugnaban contra el diabólico hálito del príncipe Azael quien, ayudado por una legión de demonios, había creado un inmenso muro rojizo en torno al campo de batalla. Auriel había ordenado a sus ángeles y arcángeles que batieran sus alas violentamente… El hálito de Azael no sólo servía de protección a las huestes de Lucifer… aquel malsano y sanguinolento humo enturbiaba las mentes y envenenaba el alma.  Los seres de luz languidecían nada más rozarlo… era un arma temible… y, además, impedía que las flechas de luz que lanzaban los ángeles llegaran a su destino…
 
Al igual que el aura blanca y pura de Miguel bastaba para levantar el ánimo e infundir el valor y coraje necesarios para enfrentar cualquier batalla, el hálito diabólico de Azael impedía que la energía de los seres de luz se expandiera a la par que alimentaba de oscuro frenesí y ansia de sangre a las huestes de su señor… Tras recibir las bendiciones de sus hermanos, Haniel había descendido a la primera línea de batalla junto a sus arcángeles y ángeles… Auriel mientras tanto invocaba la llama divina, el fuego de dios para que este ardiera en los corazones de los seres de luz insuflándoles valor y coraje, alimentando de esta forma la divina esencia de sus hermanos para que estos no languidecieran bajo el hálito del príncipe de los infiernos… y sus ojos entre tanto, no dejaban de escrutar el cielo y de rogar que Miguel acudiera pronto a ayudarlos… 
 
 
PANDEMÓNIUM VENCE A LOS CABALLEROS
 
 
Shaka cayó al suelo transido de dolor… terribles calambres recorrían sus miembros. Cuando hizo saltar las cuatro oscuras piedras que quedaban, sintió que una fuerza demoníaca tiraba violentamente de su brazo izquierdo y de sus piernas en distintas direcciones… tubo que apretar bien los dientes para sofocar el grito en su garganta…
 
Sin embargo, ahora podía dejar fluir su cosmos sin temor a que esa fuerza demoníaca volviera a torturarlo. Haciendo un gran esfuerzo, Shaka consiguió incorporarse y sentarse en el suelo… Entonces, un fuerte ruido lo alertó. El caballero abrió bien los ojos mientras que en su interior, una desagradable sensación comenzó a tomar forma y a crecer…
 
Una ligera ondulación recorrió entonces el suelo… a pesar del terrible dolor que aún le atenazaba brazos y piernas, Shaka consiguió hacerse a un lado en el momento en el que el suelo donde él había caído se hundía y rápidamente volvía a recuperar su forma…
“¿Qué ha sido eso?”, se preguntó en el momento en el que varias cadenas que pendían del techo salieron proyectadas hacia él…
 
 
Aioria agarró a Kanon de la mano en el momento en el que este caía al vacío al ceder parte del suelo sobre el que había posado sus pies tras el tremendo salto que tuvieron que dar para salvar la distancia que se había abierto al desmoronarse parte de las escaleras por las que ahora ascendían en busca de Atenea…
 
Entonces cayeron de bruces al suelo evitando de este modo que parte de una columna que había salido proyectada hacia ellos los golpeara… Jadeando, al límite de sus fuerzas, ambos rodaron y se levantaron del suelo… Kanon pulverizó una pesada puerta… cientos de fragmentos de cristal llovieron sobre ellos al estallar los enormes espejos que decoraban las paredes de un nuevo pasillo…
Aioria cayó de rodillas al suelo ensangrentado, agotado… el rechinar constante de las paredes los estaba volviendo locos... no podían más, entonces algo golpeó el pecho de Kanon y este cayó delante de Aioria… tras producirse un espantoso crujido, el suelo se hundió y aunque ambos caballeros  intentaron saltar no consiguieron hacerlo a tiempo…
 
Descendían libre y violentamente y en su caída recibían el impacto de los cientos de fragmentos de rocas que Pandemónium les enviaba… estaban al límite de sus fuerzas, a punto de caer inconscientes cuando…
 
Una poderosa energía los rodeó… algo interceptó los cuerpos de los caballeros en su caída… Kanon abrió los ojos y vio dos figuras, dos hombres que saltaban y ascendían entre los fragmentos de rocas que llovían sobre ellos… uno de esos hombres, portaba a Aioria y el comprendió que alguien también lo llevaba a él…
 
“Nos han capturado… Atenea… hemos fracasado…”pensó mientras que lentamente Kanon se dejaba llevar…
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EN BUSCA DEL PASAJE CELESTIAL
 
 
-Aquí se ha librado un duro combate…- Shura contemplaba los enormes fragmentos de rocas esparcidos por el suelo así como la extraña quemazón que presentaba parte de la vegetación- marcas de arrastre- dijo mientras se arrodillaba y comprobaba más de cerca los angustiosos surcos que las desesperadas manos de alguien había dejado sobre la tierra.
 
-¿Qué extraño?- dijo entonces el viejo maestro- No soy capaz de percibir presencia alguna…
 
-¿Qué ha sido eso?- Milo señaló un punto brillante entre las rocas, algo titilaba allí arriba.
 
Rápidamente Mu se tele transportó aquel lugar y, entre las rocas halló los restos de una armadura celestial…
 
-Mucho me temo que hemos llegado tarde.
 
-Quizás para el arcángel,- dijo entonces Dohko- pero pudiera ser que ese ser del que nos habló Miguel aun no haya encontrado el pasaje celestial.
 
-Tienes toda la razón.- apostilló Milo- En ese caso creo que, lo mejor que podemos hacer es separarnos.
 
 
…Legión extendió su mano derecha y posó la palma de su mano abierta sobre la pesada roca. Mientras dejaba fluir su oscura y maléfica energía, algo en su interior se agitó…
 
-¿Qué sucede Abraxas?- preguntó
 
-Comprendo…- contestó al cabo de unos segundos.- ¡Escuchad espíritus infernales!- parte del cuerpo de Legión comenzó a palpitar…- mis señores Fleuretty y Sarganatas así como sus leales servidores, Bathim, Pursam, Abigar, Loray, Valefar y Foran…- dos gigantescas sombras se escindieron entonces del cuerpo de Legión e inmediatamente seis formas más pequeñas hicieron lo propio. Del interior de las dos gigantescas sombras salieron proyectados al exterior dos grotescas figuras que maldijeron al instante al sol…- ¡A fuego y espada, mis señores! ¡Acabad con esas alimañas!
 
Unas espantosas carcajadas se alzaron entonces y parte de la ladera de la montaña se precipitó al vacío. Rodeados por las llamas del infierno, los dos grandes espíritus demoníacos así como sus servidores salieron disparados en busca de sus presas…
 
 
-¿Qué ha sido eso?- Milo detuvo su marcha. Dohko que marchaba muy cerca de él contempló el cielo…
 
-¿Qué le ocurre al sol?
 
…una especie de halo grisáceo empañaba el sol… sus rayos menguaron y el monte y su vegetación adquirió en esos momentos un aspecto lúgubre y fantasmal, mientras que la nevada cima del monte adquiría una tonalidad enfermiza y opaca… hasta sus oídos llegó entonces una espantosa risotada… 
 
No muy lejos de donde ellos se hallaban Shura y Mu contemplaron la misma escena y sintieron temblar la tierra… ambos se miraron un instante a los ojos… apenas les quedó tiempo para algo más…
 
 
MIGUEL SE REÚNE CON SUS HERMANOS
 
 
…El poderoso Leviatán hundía sus terribles garras en la tierra y esta temblaba, aullaba y sangraba,  mientras que el príncipe Asmodeo cercenaba los cuerpos de los ángeles con la ayuda de sus dos gigantescas espadas negras… Haniel había intentado por todos los medios acercarse lo suficiente a Azael para luchar contra él e impedir de este modo que su maléfico hálito diabólico siguiera causando estragos entre las filas de ángeles…
 
Aprovechando el que parte de los ejércitos de Mammon se habían dispersado tras una infructuosa carga contra las tropas de Uriel, el arcángel con algunos de sus mejores guerreros se lanzaba ahora tras las huestes de este príncipe de los infiernos… Uriel golpeaba con furia y sus golpes, rodeados por la llama divina, mellaban las temidas huestes de Mammon, quien decidió que ya había llegado la hora de un mano a mano contra el arcángel. Blandiendo su gigantesca maza, Mammon se dirigió hacia Uriel, quien a poco contuvo el embate del príncipe de los infiernos y cayó rodando por los suelos…
 
Mientras tanto Auriel trataba de impedir por todos los medios que los demonios tomaran el estrecho pasillo que conducía hacia Armagedón, pues este era el único modo de entrar en la ciudad protegida… Los arqueros situados sobre algunas de las colinas y apostados al fondo del valle, descargaban constantemente sus flechas contra aquella oscura marejada que se abatía sobre ellos… sin embargo, el temido dragón mitológico sobre cuyos lomos viajaba Lucifer, los sobrevolaba, atacando desde el cielo a los sorprendidos arqueros… Un aura oscura y maléfica rodeaba a la temible bestia y contra ella nada podían hacer las flechas de los ángeles…
 
 El temible dragón se lanzaba de nuevo sobre los arqueros cuando una poderosa aura, blanca y pura estalló violentamente en el horizonte.  El sonido de una trompeta acompañaba a Miguel que se lanzó en picado contra la poderosa bestia que consiguió evitar su ataque,  mientras sus ejércitos llovían sobre el campo de batalla acosando a las huestes del infierno y tres poderosos cosmos dorados estallaban acompañando la carga del arcángel y sus ejércitos… 
 
…de las espaldas de Miguel, Aioros saltó al suelo, cayendo frente a los arqueros celestiales…
 
-¡Vamos!- gritó Aioros tensando su arco, rodeado de su poderoso cosmos,  mientras que dirigía la flecha de la justicia hacia la terrible criatura que continuaba atacando al resto de los arqueros…- ¡Todos!- chilló, y al instante los ángeles tensaron sus arcos y apuntaron sus flechas hacia la terrible criatura.- ¡Disparad…!
 
 
Justo en medio de la contienda, la temida explosión de galaxias de Saga estalló entre las oscuras hordas del gran Mammon quien  en esos momentos se hallaba luchando contra Uriel… Al ver como gran parte de sus huestes caían fulminadas por la terrible explosión,  el horrendo príncipe de los infiernos golpeó con fiereza su pecho, sin embargo, Uriel no cejaba en sus ataques… Belial que se hallaba cerca sonrió. Gritó algo en la extraña lengua de los demonios y al instante alrededor de Saga se hizo un claro… los enfurecidos rostros de los demonios contemplaban al caballero de géminis, sin embargo, ninguno de ellos se atrevió siquiera a rozarlo…
 
-¡Un custodio!- una cavernosa voz se alzó y los demonios se apartaron a la par que un misterioso caballero avanzaba entre ellos…
 
 
Haniel finalmente había conseguido acercarse lo suficiente a Azael y  ahora estos combatían encarnizadamente. Una poderosa corriente glacial azotó violentamente a las hordas de Azael… Cientos de demonios cayeron pulverizados, cristalizados al suelo mientras que finalmente los ángeles conseguían dispersar con sus alas el intenso humo rojizo… Los arcángeles y ángeles que se hallaban cerca de él, recibieron a Camus con vítores mientras tomaban nuevas posiciones en torno al caballero y se lanzaban contra las huestes de Azael…
 
 
Invadidos repentinamente por una oleada de valor y coraje, todos los  ángeles y arcángeles se lanzaron alimentados por el aura de Miguel y el cosmos de los caballeros en una violenta carga contra las huestes de Lucifer…
 
 
LA PIEDRA ANGULAR DE PANDEMÓNIUM
 
“No puedo… no puedo dejarme vencer así, tan fácilmente…” lentamente, Kanon, volvió a abrir sus ojos… quien quiera que lo llevaba a cuestas luchaba contra Pandemónium al igual que lo habían hecho él y Aioria hacía apenas unos instantes…
 
“¿Qué se supone que está pasando? Si nos han capturado… ¿por qué Pandemónium sigue luchando…?” Entonces Kanon y el ser que lo sujetaba cayeron rodando por los suelos…
 
-¿Aún no la has encontrado?
 
Una voz se alzó alta y clara. Alguien tiró del brazo de Kanon y las rocas se estrellaron en el suelo…
 
-Mammon la ha escondido muy bien…- otra voz contestó, parecía provenir de una gran distancia, como si se hallara en las profundidades de una siniestra sima.- pero no tardaré en encontrarla… de hecho… ¡Sí, allí, allí está!
 
-¡Rápido Yomyael o estaremos todos perdidos!- una tercera voz se alzó alta y clara…
 
-¿Quién…?- su voz le sonaba distante, haciendo un gran esfuerzo, Kanon consiguió hacer destellar su cosmos.
 
-Tranquilo custodio- habló entonces quien lo portaba a la par que él y una figura más que portaba a Aioria, saltaban en el aire esquivando un enorme socavón- Espero que Yomyael encuentre de una vez por todas la piedra angular  de Pandemónium y la destruya, de lo contrario pronto estaremos todos muertos…
 
…de repente, la fortaleza se estremeció… los extraños detuvieron su avance en seco, los muros de la fortaleza rugieron mientras que la oscuridad fue creciendo en el interior de la misma… una espantosa vaharada de aire pútrido y caliente les salió al encuentro. Los misteriosos extraños colocaron los cuerpos de ambos caballeros en el suelo y los cubrieron con los suyos… se produjeron unas terribles explosiones y sobre ellos comenzaron a llover fragmentos de rocas y  cristales mientras que toda la fortaleza agonizaba…
 
 
…dolorido, Shaka intentaba por todos los medios de evitar que “aquello” lo atrapara. Completamente alerta, había expandido su cosmos… pero lo que sentía no era normal… ocho presencias diabólicas se hallaban allí junto a él, sin embargo, no eran esas presencias quienes lo atacaban. Las palabras de Legión acudieron a su mente, “…pronto descubrirán el horror que encierra esta fortaleza.”
 
Rodando sobre su cuerpo, Shaka lanzó un potente rayo de luz sobre uno  de los muros que inmediatamente después de haber recibido su ataque se recompuso mientras que una enorme lengua de roca se levantaba del suelo e intentaba apresarlo…
 
De repente, algo extraño sucedió… Las cadenas que pendían del techo habían conseguido atrapar uno de sus brazos. Concentrando su energía Shaka golpeó el techo y las cadenas cayeron pulverizadas cuando, violentamente, toda la estancia de estremeció…
 
-¡No puede ser!- una cavernosa voz se alzó alta y clara- ¡Pandemónium sufre! Nuestro señor nos desollará a todos, rápido acabad con esas alimañas… ¡Este es mío!
 
Mientras que toda la fortaleza gemía y se estremecía, a espaldas de Shaka, siete misteriosas formas se deshicieron en el terrible manto de  oscuridad que, violentamente, se había abatido sobre la fortaleza… solo el dorado cosmos del caballero y la luz violácea que retenía el alma de Atenea alumbraban la espaciosa estancia… 
 
Shaka se serenó, “lo han conseguido”, pensó. Rodeado por su poderoso cosmos, comenzó a levitar mientras doblaba sus piernas en la postura de la flor de loto. Lentamente, Shaka se volvió dispuesto a encarar a la espantosa criatura que aún permanecía resguardada en las sombras… 
 
-¿Quién eres demonio?- preguntó. Ahora que podía expandir su cosmos sentía que  la cosa, “aquello”, que atacaba en las rocas había desaparecido.
 
-Reza tus últimas oraciones humano- la oscuridad fue creciendo en torno a Shaka. Hasta los oídos del caballero llegó el inconfundible sonido del viento agitando las hojas y las ramas de los árboles- Yo soy Amane, y soy la terrible fuerza que destruye en la naturaleza- unos misteriosos apéndices comenzaron a agitarse frente a Shaka, de entre las sombras, comenzó a surgir una extraña figura humanoide… casi vegetal, casi roca, casi humana, y totalmente maligna…
 
-Bien Amane- Shaka sonrió- soy Shaka de virgo y voy a iluminar tu camino…
 
 
EN BUSCA DEL PERDÓN
 
 
-¡Yomyael!- de debajo de los escombros, uno de los misteriosos  hombres lanzó un poderoso golpe que hizo saltar los cientos de fragmentos de roca que habían caído sobre ellos…- ¡Akibbel!, mi hermano… no siento la energía de Yomyael…
 
-Azkeel…- Akibbel sacudió los fragmentos de rocas que habían caído sobre su cuerpo- Lo siento…-Jadeando, el hombre se concentró,  tampoco sentía la energía de Yomyael. Dolorido, Kanon comenzó a moverse… Aioria también se recuperaba.- Azkeel, debemos…
 
-¿Quiénes sois?- preguntó Kanon, quien ya comenzaba a incorporarse.- ¿Por qué nos habéis ayudado?- los dos hombres se miraban el uno al otro. Ambos vestían unas desgatadas armaduras, muy parecidas a la que él llevaba, sólo que no poseían el hermoso brillo plateado de su armadura.
 
-¡Akibbel… ya vienen!- Azkeel realizó un extraño signo con sus manos y su cuerpo emitió un ligero destello blanco.
 
Siete poderosas energías maléficas se aproximaban hacia donde ellos se encontraban…
 
Cuando, de repente, hasta sus oídos llegó el sonido de un grito desgarrador…
 
-¡Yomyael!
 
Kanon y Aioria se levantaron inmediatamente del suelo… aquel grito desgarrador les había puesto los nervios de punta… Akibbel intentaba por todos los medios retener a Askeel…
 
-¡No! ¡Askeel…!- sin embargo, este se deshizo de los brazos de su compañero y, propinando un gran salto, desapareció en el interior de un enorme socavón… Los misteriosos ojos grises de Akibbel se clavaron entonces en los ojos de Kanon y Aioria. Hubo un momento de confusión… Más gritos estallaron mientras que siete energías maléficas reptaban a una increíble velocidad hacia ellos… sin embargo, los gritos provenían del fondo de la fortaleza…
 
-¿Qué…?- Akibbel empujó a Aioria… una bola de energía maléfica pasó rozando el hombro derecho del caballero. De las profundidades, de las entrañas de Pandemónium llegaban ahora los gritos desgarrados de Azkeel.
 
-¡Vamos!- gritó Akibbel- ¿A qué demonios estáis esperando?, ¡marchad ya! ¡Liberad a vuestra diosa!
 
Más bolas de energía estallaron en las proximidades a donde ellos se encontraban… una forma que les resultaba familiar descendió entonces del techo. Deslizándose por los muros, reptando por los suelos, se les aproximaban seis seres más…
 
Algo rugió en las entrañas de Pandemónium. Unas misteriosas ondas surcaron la distancia. Los siete seres maléficos retrocedieron asustados  mientras el suelo comenzaba a deshacerse bajo sus pies…
 
-¡Por Lucifer!  El gran Lucífago está enojado- dijo uno de aquellos seres mientras lanzaba un aullido y continuaba retrocediendo- ¡Huyamos!
 
Los siete seres saltaron en distintas direcciones, sin embargo unos violentos haces de energía densa, oscura y maléfica, salieron proyectados en esos momentos del suelo y paredes alcanzándolos… cuatro de aquellos seres cayeron al instante fulminados… En su descenso sus cuerpos sufrieron unas grotescas deformaciones y contracciones… hasta los oídos de los caballeros llegó el inconfundible sonido de los huesos rompiéndose mientras que los fluidos corporales de esos seres flotaba ahora en el aire formando unas macabras espirales en torno a los oscuros haces…
 
-Dios mío, Lucífago…- dijo Akibbel a la par que tragaba saliva.
 
-¿Lucífago?- preguntó Aioria quien aún no daba crédito a lo que acababan de presenciar sus ojos…
 
-¿A qué esperáis?- Akibbel se volvió y los encaró- corred, rápido, buscad a vuestra diosa y salid corriendo de Pandemónium sin mirar si quiera un instante hacia atrás…
 
Una espantosa carcajada resonó en el interior de la fortaleza, Akibbel abrió bien los ojos y cerró los puños…
 
-¡Aioria, corre!- gritó entonces Kanon y Aioria lo miró desconcertado- ve en busca de Atenea, libera su alma  y llévala de vuelta al santuario.
 
-¿Pero…?
 
-¡Aioria! No nos queda tiempo, haz lo que te pido, ¡por Atenea!
 
La pluma no dejaba de emitir unas poderosas vibraciones. Una misteriosa fuerza lo empujaba, lo animaba a continuar avanzando… Atenea se hallaba cerca y algo verdaderamente espantoso y tenebroso estaba surgiendo en ese  mismo instante de las entrañas de Pandemónium. Aioria comprendió.
 
-¡Por Atenea!- gritó entonces Aioria despidiéndose de Kanon- No sé quién eres,- dijo en el momento de saltar  alcanzando el tramo superior de parte de unas escaleras que colgaban ahora en el vacío- pero te doy las gracias.
 
-¿Por qué no te has ido con él?- preguntó entonces Akibbel mientras sus misteriosos ojos no dejaban de escrutar la insondable oscuridad que, desde las entrañas de Pandemónium avanzaba hacia ellos.
 
-Por qué…, mucho me temo que tú sólo no podrás contener a ese ser por mucho tiempo y por qué no me cabe la menor duda de que cuanto más tiempo mantengamos a esta cosa entretenida, más posibilidades tendrá el alma de Atenea de abandonar el infierno. Por cierto- Kanon hizo estallar su cosmos. Una increíble fuerza maléfica, una poderosísima energía diabólica se dirigía hacia ellos- me llamo Kanon.
 
-Estás en lo cierto, Kanon. Soy Akibbel y, para mi es todo un honor luchar junto a un custodio de la tierra…
 
 
HUYE, SALVA EL ALMA DE ATENEA
 
 
Amane se retorció dolorido… El poderoso cosmos de Shaka inundaba toda la estancia, sus potentes vibraciones hacían saltar fragmentos de la misteriosa piel del demonio que continuaba contorsionándose en el suelo…
 
-¡Maldito, maldito seas!- gritó el demonio mientras en un intento desesperado por alcanzar a Shaka, hundía sus garras en el suelo de Pandemónium… sin embargo, las oscuras zarzas que envió a destrozar el cuerpo del caballero se desintegraron nada más rozar la barrera de Shaka.
 
-¿Acaso no has tenido ya suficiente?- dijo Shaka- dije que iba a iluminar tú camino y es lo que voy a hacer.- poniéndose en pie, Shaka realizó un nuevo mudra, el demonio comenzó entonces a retroceder asustado…- voy a liberar tu alma maldita. Espero y deseo que llegues a comprender la verdad del universo y alcances la paz… ¡Desaparece maligna criatura! ¡Capitulación del demonio!
 
El poderoso cosmos de Shaka se abatió sobre el demonio Amane que quedó reducido a un oscuro y llameante montón de cenizas… En esos momentos, Shaka sintió tres presencias más que al parecer huían,  se acercaban hacía allí a toda velocidad… El caballero frunció el ceño. Algo en su interior se estremeció en el momento que sintió que, desde las entrañas de Pandemónium, una oscura y maligna energía estallaba. Concentrando de nuevo su energía cósmica, Shaka lanzó su ataque sobre las tres retorcidas formas que en esos momentos penetraban en el interior de la sala de los tormentos…
 
Pillados por sorpresa, las tres misteriosas formas nada pudieron hacer contra Shaka…
 
“Aioria” Shaka sintió entonces la energía del caballero de leo aproximándose…
 
Rodeado por su poderoso cosmos, Aioria irrumpió en la sala de los tormentos y halló a Shaka frente al alma de Atenea…
 
-¡Shaka!- gritó mientras corría en su dirección y extraía algo de su pecho, un objeto que en aquella penumbra que los rodeaba emitía unos fuertes destellos plateados…
 
 Pandemónium volvía a temblar sobre sus cimientos. Dos poderosas energías estallaron violentamente. Una era de la de Kanon… los ojos de los caballeros se encontraron. Aioria miró en dirección a la puerta. La oscuridad avanzaba hacia ellos, las dos poderosas energías comenzaban a desaparecer, podían sentir cómo la energía de Kanon y la del otro hombre se debilitaban.
 
-La energía cósmica de Kanon está…- Shaka abrió los ojos sorprendidos. Nunca antes había sentido una energía tan oscura y maléfica como la que en esos momentos estaba creciendo en el interior de los malditos muros de Pandemónium.
 
-No perdamos más tiempo- dijo entonces Aioria- libera el alma de Atenea y huye con ella.
 
-¿Huir?- dijo Shaka
 
-Shaka, no sé qué es esa cosa, pero Kanon me pidió que liberara el alma de Atenea y huyera con ella...- Aioria miró de nuevo hacia la puerta, cada vez le costaba más sentir las energía de Kanon y de Akibbel- ahora te lo pido yo.
 
“¿Qué clase de pesadilla es esa que avanzaba destruyéndolo todo a su paso?”, pensó Shaka.  Por mucho que les costara creerlo, Kanon estaba en lo cierto, debían liberar el alma de la diosa y huir con ella antes de que… 
 
Sin mediar más palabras, Shaka se arrodilló en el suelo. Concentrando su energía dejó que esta fluyera y rodeara el alma de la diosa… no sabía si aquella maniobra dañaría o no el alma de Atenea como lo había dañado a él el retirar las oscuras piedras que lo habían retenido prisionero… Aioria abrió su mano y la pluma de Miguel quedó suspendida en el aire… con la ayuda de su energía, Shaka retiró las cinco piedras. Al instante el alma de Atenea fue absorbida por la pluma plateada que cayó flotando hasta la palma de la mano de Shaka…
 
-Corre Shaka- dijo entonces Aioria, mientras se lanzaba corriendo hacia la oscuridad.- Vete, escapa con Atenea de Pandemónium.
 
-¡Aioria!- gritó Shaka- ¿Qué pretendes hacer?
 
Aioria se volvió y sonrió a Shaka.
 
-Te encomiendo el alma de Atenea Shaka, libérala… llévala contigo de vuelta al reino de los vivos, no permitas que nuestra misión fracase, sí hay alguien aquí capaz de salir vivo del reino de Lucifer,  ese ser,  eres tú.
 
Shaka cerró los ojos a la par que sentía todo su ser revolverse en el interior de su cuerpo…
 
-Juro por mi honor de caballero que devolveré el alma de Atenea a su  cuerpo.- Shaka sonrió, algo vibró en su interior- ¡Aioria!- dijo entonces y este detuvo sus pasos. De espaldas a Shaka, Aioria sonrió.- Algo me dice que muy pronto nos reuniremos… - Aioria asintió con la cabeza.
 
“Aunque no será en el reino de los vivos…”, sentenció su alma cuando Aioria hubo desaparecido.
 
La pluma comenzó de nuevo a destellar. Durante unos segundos Shaka la contempló y la guardó entre sus ropajes. Sintió restos del aura de Miguel y al instante sus fuerzas renacieron. Con el ceño fruncido, Shaka concentró su cosmos y lanzó un poderoso rayo de luz sobre uno de los muros… ahora que habían liberado el alma de la diosa, la poderosa energía de Miguel lo impulsaba a salir de allí cuanto antes… Dejándose llevar por ese impulso, sin mirar atrás, Shaka saltó al vacío… Sí alguien se hubiera hallado en las proximidades, hubiera visto un poderoso lucero descender desde los abominables muros de la fortaleza maldita…
 
 
EL GRAN LUCÍFAGO ROFACALE
 
 
Nada más desaparecer Aioria, la oscuridad se cernió sobre Kanon y Akibbel. Ambos hicieron estallar sus poderosas energías mientras padecían la extraordinaria presión que ejercía sobre sus cuerpos aquella maléfica fuerza que se había abatido sobre ellos…
 
Como si esa fuerza los hubiera arrastrado a un mundo ajeno a las leyes físicas conocidas, en un principio sintieron que sus cuerpos flotaban,  ligeros como plumas, para posteriormente sentir una terrible compresión sobre sí mismos, como si sus masas se hubieran multiplicado de repente y sus estructuras óseas y físicas no pudieran sostenerlos, sentían que sus huesos temblaban y se agitaban en el interior de sus carcasas, al borde de la fractura.
 
-¡Deshechos! Vais a pagar muy caro haber destruido Pandemónium.- ¡INAGOTABLES FUERZAS OSCURAS!
 
Kanon y Akibbel aullaron de dolor al sentir sobre sus cuerpos la increíble presión que ejercían las fuerzas oscuras invocadas por Lucífago… La insondable oscuridad que los rodeaba ahogaba los destellos de sus poderosas energías…
 
-¡LLAMA DIVINA!- gritó Akibbel, sin embargo su poderoso ataque no llegó a terminar de realizarse… la llama divina invocada por el ángel caído se extinguió en medio de la oscuridad reinante.
 
La espantosa carcajada de Lucífago estalló a la par que ambos sentían como algo correoso se deslizaba muy cerca de ellos…
 
-No eres lo suficientemente poderoso para enfrentarme, Akibbel, nunca lo fuiste… Si quieras cuentas con su protección, ¿cómo pretendes entonces dañarme con tus insignificantes fuerzas? ¡No temo tus ataques!, perdiste tu divina esencia aquel día… o, ¿ya lo has olvidado?- Akibbel gritó y se estremeció bajó los golpes de Lucífago.- Debiste unirte a nosotros… Lucifer sí es un verdadero Dios.
 
-¡Calla!- gritó Akibbel, mientras intentaba un nuevo ataque…-¡REDENCIÓN!
 
De uno de los puños de Akibbel salió proyectada una pequeña esfera de energía blanca y pura… Lucífago jadeó al recibir el impacto, aunque al parecer no le había causado mucho daño.
 
Mientras tanto, Kanon luchaba contra la terrible fuerza oscura que pretendía sumirlo para siempre en las turbulentas y oscuras cenizas del infierno… “¿Qué demonios pasa con este ser?”, se preguntó así mismo, pues la armadura celestial hacía un buen rato que había dejado de emitir las poderosas vibraciones que antes  emitía… “Esta oscuridad me está ahogando, tengo la sensación de que algo está devorando toda mi energía, tengo que conseguir que arda mi cosmos, he de conseguir que brille al menos una luz…”
 
Tras unos angustiosos momentos, Kanon contempló el pálido destello del ataque de Akibbel. La pequeña bola de energía blanca y pura pasó muy cerca de una gran masa oscura  y descubrió algo…
 
… Una especie de bulto, una masa extraña y amorfa que se deslizó a un lado y jadeó mientras evitaba que la pequeña bola de energía blanca y pura, se le acercara… Lucífago no sólo sometía los cuerpos de los seres que caían bajo se puño, de algún modo también consumía la energía de esos seres. Por eso le costaba tanto concentrar su energía, por eso sólo era capaz de emitir unos ligeros destellos y por eso quizás, la armadura celestial había dejado de vibrar…
 
Hasta sus oídos llegó de nuevo un alarido. Lucífago se estaba ensañando con aquel misterioso hombre que había acudido en ayuda de él y Aioria… apretando los dientes, Kanon estalló encolerizado…
 
Durante unos segundos consiguió que su cosmos emitiera unos fuertes y poderosos destellos… El aullido que profirió Lucífago estremeció todos los cimientos de Pandemónium… 
 
Y, efectivamente… lo vio…durante apenas unos instantes,  en el centro de toda aquella maligna oscuridad, una forma grotesca y retorcida, un ser que odiaba la luz.
 
Akibbel cayó al suelo, muy cerca de él. En las profundidades de Pandemónium  la oscuridad volvía a crecer, aumentaba en densidad… 
 
 
-¡INSONDABLE OSCURIDAD!- aulló Lucífago, quien aún gemía tras el estallido de energía de Kanon- ¡voy a ahogaros por completo!, ¡nunca, entendéis!, nunca más volveréis a ver la luz del sol…
 
…era increíble, la oscuridad avanzaba hacia ellos, los golpeaba, parecía un ente vivo y ellos sólo podían emitir unos pálidos destellos que en poco o nada la contrarrestaban… 
 
Entonces unas violentas descargas doradas incidieron contra la temible masa oscura… Lucífago volvió a aullar de dolor… la oscuridad retrocedió algunos pasos…
 
-¡Arde cosmos!- gritó Aioria- ¡COLMILLO DEL LEÓN!
 
Aioria posó su mano en el suelo, liberando allí todo su cosmos que salió proyectado apenas unos instantes después en la forma de unos poderosos pilares de electricidad con los que consiguió atrapar a Lucífago...
 
La insondable oscuridad retrocedió rodeando a su amo, protegiéndolo.  Akibbel y Kanon se volvieron y descubrieron a Aioria jadeando tras el terrible esfuerzo…
 
-¿Y Atenea?- preguntó Kanon.
 
-A salvo. Shaka ha escapado de Pandemónium llevando consigo el alma de Atenea.
 
-Debiste haber marchado con él- dijo Akibbel.
 
-No. Debemos hacer todo lo posible para retener a este ser aquí.  Sólo así Shaka tendrá al menos una oportunidad.
 
-También lo has sentido, ¿no es así?- Kanon sonrió y Aioria asintió con su cabeza- Este ser, esta cosa…
 
En esos instantes, la cavernosa voz de Lucífago volvió a alzarse desde las profundidades de la fortaleza. Hablaba en la misteriosa lengua de los demonios y, aunque no entendían palabra alguna de lo que estaba hablando, ninguno de los dos pudo reprimir el intenso escalofrío que les recorrió la columna vertebral en esos momentos… con el rostro totalmente demudado, Akibbel sonrió desesperanzado…
 
-Preparaos- dijo mientras los miraba a la cara- Lucífago nos va a mostrar su verdadero rostro y su verdadero poder… Dios mío…- Akibbel jadeaba- te lo ruego, acepta mis disculpas, perdóname…
 
Kanon y Aioria se miraron confundidos… de repente, una violenta columna de humo ascendió desde las profundidades de la fortaleza… el intenso vapor les achicharró la piel del rostro y las manos mientras que el techo de Pandemónium estallaba... 
 
Ahora lo comprendían… Lucífago era oscuridad y maldad total y absoluta. Lucífago era terror, pánico y horror, una indescriptible y poderosa bestia cuya única limitación consistía en que odiaba la luz del sol…y, ahora que mostraba su verdadera naturaleza, si quiera las potentes descargas que jalonaban el cielo del infierno podían competir con la oscuridad que se cernía sobre ellos…
 
 
EL CAMINO DE REGRESO AL REINO DE LOS VIVOS
 
 
Nada más salir al exterior, Shaka corrió hacia el puente levadizo. Ahora que Pandemónium había sido derrotada, la enorme y pesada puerta metálica permanecía izada… Había abandonado ya el puente cuando el techo de Pandemónium estalló y unas violentas espirales de vapor ascendieron liberando la oscura esencia de Lucífago; expandiéndose a través de la tétrica atmósfera, ocultando y ahogando las poderosas descargas que jalonaban la noche perpetua del infierno, oscureciendo e impregnando de terror la monstruosa tierra baldía, el primer ministro de Lucifer se abalanzó sobre la pequeña figura dorada que intentaba escapar de Pandemónium.
 
Shaka apretó los dientes y forzó aún más su marcha. Rodeado por su poderosa barrera, sintió que algo marchaba tras él… algo espantoso e indescriptible… algo demasiado oscuro y peligroso que intentaba darle caza… Estaba a punto de alcanzarlo cuando algo hizo que esa maléfica energía retrocediera, aunque sólo  por unos instantes... 
 
Realizando un gran esfuerzo, Kanon, Aioria y Akibbel, hicieron estallar sus respectivas energías conjuntamente.  El intenso resplandor provocado por los cosmos y la energía del ángel caído, dañaron a Lucífago que de nuevo se protegió incrementando la densidad de la oscuridad que lo circundaba atrayendo hacía sí su maléfica esencia…
 
Pero aquello sólo duró unos instantes. De inmediato, Lucífago volvió  a estallar. Kanon, Aioria y Akibbel, salieron despedidos por los aires. Las poderosas y oscuras ondas que manaban de la negra e insondable masa del primer ministro de los infiernos, se expandió violenta y salvajemente y de nuevo perseguía a  Shaka… 
 
Sin embargo, este finalmente había conseguido salvar una gran distancia. Las maléficas ondas de Lucífago se trasladaron entonces al suelo. La oscura tierra del infierno se agitó violentamente intentando engullir a Shaka, que corría sin prestar atención a las retorcidas maldades que le salían al paso… Pasó como una exhalación entre las frías y sangrientas estalagmitas sin volver siquiera un segundo la vista, mientras que ahora sobre los extensos y macabros campos, diluviaban seres de luz y en la distancia, no muy lejos de donde él se hallaba, toda la maldita y lóbrega tierra del infierno se estremecía y convulsionaba, la maldad había estallado y, aunque enviaba sus maléficas ondas tras el fugitivo, Shaka se había salvado…
 
Sus pies descalzos volaron sobre las negras cenizas y las violentas olas de magma lamieron la superficie de su poderosa barrera… Nada ni nadie lo detendría… llevaría el alma de Atenea al santuario como le había prometido a Aioria… 
 
Así fue como llegó hasta las negras y malditas escaleras del infierno y ascendió por ellas en dirección al inmenso portal de huesos atravesando su perlada superficie, penetrando en aquel inmenso túnel de fuego cuyas llamas lo rodeaban intentando abrasarlo… Así alcanzó la salida y descendió de nuevo por unas oscuras y largas escaleras, adentrándose en una misteriosa atmósfera grisácea y rocosa… y corrió y corrió a través de un estrecho pasaje que cada vez se fue haciendo más y más angosto hasta que finalmente salió al exterior por una enorme zanja en la tierra y ascendió saltando entre las afiladas y cortantes aristas de las rocas hasta llegar de nuevo al reino de los vivos… y lo que allí sintió lo traspasó de dolor… 
 
La tierra sangraba, la sentía gemir y estremecerse bajo sus pies… podía sentir el sufrimiento de los inocentes que estaban siendo masacrados… sentía también el clamor de la terrible batalla que estaban librando los seres de luz con las huestes de Lucifer… y él se limitó a tragar saliva mientras dejaba fluir su cosmos y aparecía a los pies de las escaleras que conducían a las primeras de las doce casas… y corrió. Corrió como nunca antes lo había hecho, desapareciendo a la entrada y apareciendo en la salida de cada una de las casas, ascendiendo, siempre ascendiendo, hasta que llegó a los aposentos del patriarca y atravesó sus puertas…
 
 
LA DIVINA LUZ DE LAS ESTRELLAS
 
 
Totalmente fuera de sí, ahora que también había perdido el alma de Atenea, a Lucífago no le importaba ya reducir a escombros la fortaleza de su señor. Kanon, Aioria y Akibbel, iniciaron entonces una frenética carrera, saltando entre las enormes rocas de la fortaleza que caía pulverizada, hecha añicos al no poder contener la diabólica masa del primer ministro de los infiernos que corría tras sus presas encolerizado…
 
-¡Cómo vamos a detenerlo!- gritó Aioria, a la par que se cubría el rostro con los brazos, pues la insondable oscuridad, estallaba provocando enormes agujeros y grietas en los muros.- Si quiera los rayos lo detienen…
 
-¡Salgamos al exterior!- gritó Akibbel-va a reducir a añicos Pandemónium…
 
Tras ellos, la cavernosa voz de Lucífago volvió a pronunciar algo en la lengua de los demonios…
 
-¡Saltad!- gritó entonces Akibbel, mientras lanzaba un poderoso golpe sobre uno de los muros y se lanzaba en picado al vacío…
 
Sorprendidos, Kanon y Aioria se lanzaron igualmente por aquel agujero… en esos momentos una terrible, una increíble onda de energía estalló tras ellos, golpeándolos e impulsándolos con violencia… Akibbel se levantaba en ese momento dolorido… Kanon y Aioria, impulsados por la colosal energía cayeron abriendo sendos cráteres en el suelo. Akibbel los ayudó a levantarse mientras que ahora sí, Pandemónium se deshacía, demolida hasta los cimientos. La temida fortaleza de Lucifer se precipitaba en escombros sobre los tres…
Entonces, los tres se llevaron las manos a los oídos en un intento de sofocar el abominable aullido de Lucífago que hizo que el puente levadizo cayera y la lava que rodeaba la destruida fortaleza se alzara en torno al desolado islote que era lo único que aún no había caído de Pandemónium…
 
-Atrapados…- Akibbel comenzó a reír.- Tras siglos de vagar por la tierra evitando en todo momento a Lucifer… acabo mis días en el infierno.
 
-¿Querías el perdón, no es así?- le dijo Kanon- No creo que siga enfadado contigo después de esto.
 
-Espero que tengas razón…
 
De pie, con Akibbel en medio de los dos caballeros, los tres contemplaron el resurgir de los escombros de Lucífago. Alrededor de ellos la tierra estalló y por esos agujeros en ella abiertos, se alzaron inmensas columnas de ardiente vapor, mientras que lentamente, el islote comenzaba a ser consumido por las enormes olas de magma que lamían su contorno…
 
El gran Lucífago surgió con su verdadera y grotesca forma… En el centro de aquella colosal masa negra e insondable, apareció un ser bulboso, correoso, totalmente ciego, provisto de unas enormes garras, que en realidad no eran más que tres fuertes y poderosos dedos… El ardiente vapor formó una compacta nube con la que Lucífago terminó de proteger su cuerpo… Tras él se abría un  insondable agujero de oscuridad abismal que todo lo engullía, si quiera caían ya las terribles descargas que jalonaban la interminable noche del infierno…
 
-Aquí dónde me veis…- comenzó a hablar Lucífago- debo reconocer la hazaña que habéis llevado a cabo y vuestro valor. Derrotar a Pandemónium y liberar el alma de la diosa…- el primer ministro de Lucifer estalló en una sonora carcajada-Lucifer no me perdonará jamás haber perdido el alma de Atenea. En cuanto a Pandemónium, Mammon nunca nos comentó nada acerca de la piedra angular, aunque todos sospechamos que algo debía haber… Los siglos de servicio que Yomyael pasó bajo el mando de Mammon  sirvieron para algo después de todo, ¡bravo por el muchacho!  Y, ahora, voy a destrozaros… al menos así conseguiré resarcir en parte mi error.
 
Les era totalmente imposible saber si Lucífago se movía o no. Pues  la oscuridad volvió a concentrarse en torno al maléfico ser. Akibbel cerró los ojos y musitó algunas palabras, una especie de plegaria, que los caballeros no llegaron a comprender aunque, en cierto modo, los reconfortó…
 
-¡OSCURIDAD ABSOLUTA!
 
-¡PODEROSA LLAMA CELESTIAL!
 
Sin que les diera siquiera tiempo a reaccionar, la oscuridad los rodeó… Los caballeros vieron desparecer a Akibbel, mientras que de nuevo la oscuridad volvía a estar animada. En el interior de aquella negrura insondable, sentían que algo correoso pasaba de vez en cuando muy cerca de ellos… y los golpes llovían sobre ambos…
 
Entonces hasta sus oídos llegó un sonido estremecedor. El chocar de huesos, los sordos sonidos que acompañaban las cientos de fracturas con las que Lucífago estaba torturando a Akibbel,  acompañado de terribles alaridos…
 
-¡Maldito seas!- gritó Aioria, en cuya retina aún estaban recientes el destrozo que Lucífago llevó a cabo con los cuerpos de sus cuatro sirvientes…- ¡Déjalo, libéralo! ¡Plasma relámpago!- gritó, pero sus debilitadas descargas fueron engullidas por la oscuridad.
 
-¡Pronto me encargaré de ti!- gritó Lucífago a la par que Aioria salía despedido por los aires…- aunque creo que primero le romperé todos los huesos a tu compañero…
 
Concentrado, Kanon, sintió la correosa masa de Lucífago deslizándose muy cerca de donde él se hallaba… en el momento que el primer  ministro de los infiernos se abalanzaba sobre él… Kanon se lanzó al ataque…
 
-¡Otra dimensión!- gritó.
 
Tras Lucífago se abrió una pequeña ranura interdimensional, que al instante fue taponada por la oscuridad que protegía al rey de los demonios. 
 
-¿Cómo es posible?- preguntó Kanon, quien, haciendo estallar su cosmos, consiguió evitar que Lucífago lo atrapara.- ¡Explosión galáctica!
Aioria vislumbró entonces un pálido destello en el interior de aquella masa oscura  en la que estaban inmersos… “Kanon”, pensó y rápidamente, concentrando su cosmos, se lanzó sobre lo que parecía ser una especie de masa bulbosa que retrocedió al incidir sobre ella el ataque de Kanon.
 
Debilitado, su plasma relámpago pasó muy cerca de una triste luz dorada, mientras que una espantosa carcajada volvía a alzarse en torno a ellos…
 
-¡Kanon!- gritó Aioria, a la par que avanzaba en dirección al lugar donde  suponía debía estar su compañero.
 
-¡Aioria!- gritó a su vez Kanon, guiando al caballero de leo que lo alcanzó. Estaban el uno al lado del otro y sin embargo no se veían…
 
-Voy a acabar con vosotros dos de una vez por todas, ya me he cansado de este jueguecito que os traéis entre manos…
 
-Es muy poderoso- dijo entonces Kanon.- este ser no ha dejado de alimentarse con nuestra energía si quiera durante un segundo.
 
-Así es- sonrió Aioria-sin embargo, aún me queda energía suficiente para hacerle morder el polvo,  en cuanto pase cerca de mí…
 
-Sí, a mí también me queda algo de energía, ¿qué me dices Aioria? ¿Le hacemos contemplar la divina luz de las estrellas?- Kanon sonrió.
 
-¡FUERZAS OSCURAS!- aulló Lucífago.
 
Apretando los dientes, los dos soportaron en primer lugar la ingravidez y posteriormente la terrible fuerza que comprimía sus huesos y órganos… Lucífago se lanzó entonces a por ellos… ambos sintieron la correosa masa del primer ministro del infierno haciéndose un hueco entre ambos… Entonces lo agarraron…
 
Aioria se aferró con todas sus fuerzas a esa masa correosa y bulbosa. Lo mismo hizo Kanon. Sorprendido, Lucífago intentó zafarse del abrazo de los caballeros…
 
-¡Kanon!-chilló Aioria.
 
-¡Vamos, Aioria!- respondió Kanon.
 
Lucífago se revolvía violentamente, pero era imposible, no conseguía librarse del abrazo de los caballeros… al unísono, ambos hicieron estallar todo lo que quedaba de sus agotados cosmos…Atrapado en el centro de dos increíbles destellos dorados, Lucífago aulló de dolor mientras soportaba el poderoso resplandor de los cosmos de los dos caballeros y entre estos, el gran Lucífago Rofacale, abandonó la perpetua oscuridad del infierno para contemplar la divina luz de las estrellas.
 
 
ENCUENTROS EN EL SANTUARIO
 
 
Y mientras Kanon y Aioria, sacrificando sus vidas, conseguían vencer y llevarse por delante al temido primer ministro de los infiernos, Shaka llegaba exhausto a los aposentos del patriarca y allí encontraba a los cinco caballeros de bronce postrados ante el cuerpo de Atenea que yacía en los brazos de un arcángel…
 
-Lo has conseguido- se alzó la voz de Rafael- rápido, entrégame el alma de la diosa.
 
-Shaka…- Seiya se levantó y salió al encuentro del caballero de virgo que avanzaba sosteniendo un misterioso objeto entre sus manos.
 
Una vez Rafael hubo insuflado el alma de la diosa a su cuerpo, Atenea abrió los ojos y se halló entre sus caballeros…
 
-Mi misión aquí ha concluido.- dijo entonces Rafael postrándose ante la diosa- Mi señora, mi hermano Miguel partió junto a tres custodios a luchar en Armagedón. Cuatro custodios partieron a su vez al monte Hermón…- el arcángel fijó sus misteriosos ojos en los de Atenea, aunque no pronunciaba palabra alguna, era evidente que le estaba rogando algo a la diosa.- el brazo derecho de Lucifer se halla allí…
 
-¿Legión?- la voz de Shaka irrumpió entonces y Rafael lo miró confundido- ¿Legión se halla en el monte Hermón?
 
-Eso me temo, custodio- dijo Rafael- He de partir de inmediato hacia Armagedón, mis tropas me esperan.
 
-Nosotros también partimos hacia Armagedón- hablo entonces Atenea y el arcángel suspiró aliviado. – Shaka,- durante el tiempo que Atenea permaneció prisionera en Pandemónium había sido testigo no sólo de las torturas a las que Legión sometió a Shaka, sino a todos los desesperados intentos de su caballero por liberarse y liberarla a ella. En lo más profundo de su ser, Atenea comprendía los sentimientos de Shaka- parte de inmediato al monte Hermón y destruye a ese maléfico ser…
 
-Así lo haré mi señora…
 
 
 
SARGANATAS, EL ESPÍRITU INVISIBLE
 
 
  Shura apenas tuvo tiempo de contemplar la extraña expresión que surcó el rostro de Mu… un golpe bestial, una fuerza brutal, impactó contra el torso del caballero de capricornio que salió disparado por los aires…
 
En esos momentos, algo sujetó los brazos de Mu y este sintió que unos puños invisibles se hundían en su torso… Rápidamente, Mu hizo estallar su cosmos mientras activaba su muro de cristal y este se resquebrajaba bajo los invisibles golpes que le propiciaba una fuerza demoníaca…
 
 
… No lo comprendía. Los golpes llovían sobre él, pero no era capaz de golpear a nada ni nadie. La poderosa excalibur hendía el aire y su cortante filo abría profundas zanjas en la montaña… Shura tenía la sensación de estar dando palos de ciego…
 
Una espantosa risotada estalló muy cerca de donde él se hallaba y Shura contuvo entonces un golpe…
 
 
-¿Quién demonios eres?- preguntó entonces el caballero- Vamos, muéstrate…
 
-¿Mostrarme ante un patético humano?, yo, uno de los más poderosos espíritus infernales- una oscura y cavernosa voz se alzó y Shura comprendió que el maléfico ser se había alejado de donde él se hallaba.- Sólo mis señores Lucifer y Legión pueden pedirme tal cosa, solo ante ellos muestro mi verdadera apariencia.- Shura abrió bien los ojos, esta última palabra había sonado muy cerca de él, casi susurrada a su oído- Soy Sarganatas, y soy el espíritu de lo invisible…
 
Shura volvió a salir despido por los aires... de no haber sido por que consiguió aferrarse en un último instante a un saliente de la roca, hubiera caído al vacío…
 
-Bien Sarganatas- dijo el caballero- yo soy Shura de capricornio- su poderoso cosmos lo rodeaba, Shura cerró los ojos y aguzó el oído…- y no necesito de ningún ardid para derrotar a mi enemigo…
 
 
Tras realizar una complicada finta en el aire, Mu creyó haberse alejado lo suficiente de aquella diabólica energía que lo golpeaba, sin embargo, algo consiguió asirlo con fuerza de su muñeca derecha, mientras que Mu apartaba el rostro al sentir una ligera vibración en el aire… un puño invisible rasgó su mejilla y del profundo corte comenzó a manar la sangre. 
 
Entonces, alguien más lo aferró. Otra fuerza más lo había asido de su muñeca izquierda y ahora, dos increíbles energías demoniacas tiraban con violencia de sus extremidades en direcciones opuestas…
 
Mu miró horrorizado al cielo, algo, aunque no sabía bien el qué, se aproximaba hacia su cuerpo a una velocidad endiablada… no era capaz de verlo, pero lo sentía, más y más cerca…
 
 
FLEURETTY, EL ESPÍRITU DEL MAL
 
 
-¡Viejo maestro!
 
Milo corrió en dirección a Dohko que había caído en el interior de una enorme zanja que se había abierto de improviso bajo sus pies…
 
-¿A dónde crees que vas?
 
El suelo estalló justo en frente de Milo cortándole el paso y del enorme socavón se alzaron tres misteriosas formas…
 
-¿Quiénes sois?- preguntó el caballero a la par que esquivaba a uno de los tres espíritus que se había lanzado al ataque.
 
Las tres misteriosas formas comenzaron a reírse. Uno de ellos se agachó y en cuclillas hundió unos extraños apéndices en la montaña a la par que estos comenzaban a succionar algo de la tierra que rápidamente se fue secando…
 
Milo volvió a esquivar a otro de aquellos seres…
 
-Soy Bathim- dijo el espíritu que se había lanzado al ataque- y estos son mis hermanos Pursam y Abigar. Los tres somos espíritus del mal- en esos momentos, Bathim realizó un extraño signo con sus manos a la par que de su cuerpo también salían proyectados unos misteriosos apéndices. Milo retrocedió evitando que estos apéndices lo alcanzaran, sin embargo, Bathim realizó un rápido movimiento… e incrustó su rodilla en el torso del caballero. Milo retrocedió llevándose las manos al estómago- y nosotros, al igual que el mal, tenemos muchas formas…
 
Al terminar de pronunciar estas palabras, los tres espíritus se deshicieron frente a los ojos de Milo…
 
 
La tierra lo abrazaba… Dohko hizo estallar su cosmos liberando en algo la presión que ejercían sobre él las dos paredes de roca que trataban de ahogarlo. Oyó a Milo llamándolo y entonces sintió que unas misteriosas fuerzas se habían abatido sobre su compañero. 
 
Finalmente, Dohko consiguió salir de aquella profunda zanja. Al asomarse al exterior vio a Milo en el suelo debatiéndose contra tres bultos extraños. 
 
Rápidamente, el viejo maestro concentró su cosmos, comenzó a mover sus brazos frente a su cuerpo dispuesto a lanzar su dragón ascendente sobre aquellos bultos, cuando una enorme sombra descendió sobre él…
 
Dohko se apartó en el preciso instante en el que, de aquella sombra salía proyectado un ser repugnante que lanzó una extraña miasma contra el suelo que devoró la roca… El repugnante ser estalló en una estentórea carcajada…
 
-Vaya, vaya…- dijo a la par que se movía en torno al caballero de libra- el viejo maestro. Toda una leyenda…
 
-¿Quién eres?- preguntó Dohko mientras seguía con su vista los movimientos del espantoso ser.
 
-Soy Fleuretty. Soy el espíritu del mal y el mal tiene muchas formas…- los ojos del demonio destellaron- ¡también conozco muchas formas de matar…!
 
Dohko frunció el ceño confundido, “¿qué demonios habría querido decir Fleuretty con eso?” El viejo maestro tragó saliva, mientras contemplaba el extraño cuerpo del demonio palpitando, convulsionándose a la par que la tierra sobre la que se hallaba de pie languidecía presa de algún oscuro mal…
 
 
LA BATALLA DEL FIN DEL MUNDO
 
 
Una lluvia de haces de luz se abatió sobre el terrible dragón mitológico. Las poderosas flechas que lanzaban los ángeles se desintegraban nada más rozar la maligna aura que rodeaba a la feroz bestia. Lucifer sonreía creyéndose a salvo,  mientras extendía su brazo derecho, concentrando en la palma de su mano toda su energía maléfica para posteriormente lanzarla sobre los arqueros… sin embargo, en esta ocasión, algo traspasó la barrera con la que Lucifer protegía a su temida bestia y esta aulló de dolor…
 
Realizando un gran esfuerzo, el hijo de la aurora tiró con violencia de las riendas del dragón consiguiendo que este se calmara… Los ojos de Lucifer destellaron violentamente al descubrir que una flecha había conseguido traspasar su oscura barrera… una flecha dorada… Sorprendido, el hijo de la aurora buscó y halló entre los arqueros al responsable. Sus ojos se clavaron en la figura dorada que en esos momentos  volvía a tensar su arco mientras animaba a los arqueros celestiales a secundar un nuevo ataque. 
 
Encolerizado, Lucifer musitó algunas palabras al oído del dragón quien comenzó a sobrevolar a los arqueros practicando grandes círculos, mientras que la voz del hijo de la  aurora se alzaba ahora alta y clara sobre el clamor de la batalla. Asmodeo y Astarot estallaron encolerizados. Expandiendo sus oscuras y poderosas alas, ambos príncipes se lanzaron al vuelo a proteger a su señor, mientras que todos sin excepción, criaturas celestiales y demoníacas, prestaban durante unos instantes toda su atención a Lucifer.
 
Nunca antes, Aioros había sentido algo parecido… Sujetando firmemente las riendas de su montura, los ojos de Lucifer destellaron y Aioros sintió que su pulso se detenía… Aquellos ojos poseían una extraña cualidad hipnótica. Al  instante se clavaron en los  suyos  y este sintió que sus fuerzas lo abandonaban. Lentamente, Aioros bajó su arco mientras que,  las palabras con las que animaba a los arqueros  se ahogaban en su garganta y contemplaba a dos enormes figuras que se aproximaban a Lucifer… 
 
No podía moverse. De repente el cielo adquirió un violento matiz rojizo, sanguinolento. Una increíble bestia negra batía sus poderosas alas y sobre ella iba montada la criatura más hermosa que sus ojos jamás hubieran contemplado y sobre la cabeza de este ser destellaban los dorados rayos de un sol que palidecían, que no podían competir con el brillo de sus misteriosos ojos… Entonces, el hijo de la aurora levantó su mano derecha.  Alzando la palma de la mano al sanguinolento cielo y pronunciando nuevamente algunas misteriosas palabras,  negros jirones nebulosos comenzaron a arracimarse hasta conformar  una oscura bola de energía que el ángel más bello creado por dios dirigió hacia él.
 
Realizando un gran esfuerzo tras contener al poderoso Leviatán,  Miguel concentró rápidamente parte de su energía y, tras musitar una plegaria, la lanzó contra la oscura esfera que se dirigía hacia el caballero de sagitario. Un fugaz destello blanco y puro interceptó la oscura bola de energía provocando que esta estallara en el aire. La violenta onda expansiva que se originó hizo que  todos los arqueros y el caballero que se hallaban sobre aquella colina, salieran despedidos, rodando por los suelos… Lucifer cargó de nuevo contra los arqueros, sólo que, en esta ocasión, saltó al suelo batiendo sus enormes alas doradas acompañado de Asmodeo y Astarot, mientras que la espantosa bestia, el temido dragón, vomitaba fuego sobre el resto de las criaturas celestiales. 
 
Aturdido, Aioros consiguió ponerse en pie en el momento en el que el dragón, descendía entre los arqueros atrapándolos entre sus fauces y garras. La espantosa bestia contempló al caballero… rápidamente, Aioros se lanzó rodando al suelo mientras que el dragón lanzaba su hálito infernal sobre todos los allí presentes, desintegrando a todas las criaturas celestiales que encontraba a su paso, en su mortal persecución del caballero que lo había herido…
 
 
 
Azael extendió sus oscuras alas intentando levantar el vuelo. Haniel lo agarró de una de sus piernas y tiró con violencia de esta. El príncipe de los infiernos cayó de bruces al suelo. Rápidamente, consiguió darse la vuelta… alzó sus brazos intentando protegerse de la poderosa aura blanca y pura que irradiaba el arcángel quien, tras propinar un salto, cayó de pie sobre el pecho del príncipe Azael mientras alzaba su mano derecha y en ella aparecía la temida espada divina…
 
Azael se revolvió. Intentó por todos los medios zafarse del arcángel, pero este realizó un rápido movimiento y la hoja divina estalló en llamas…
 
Arrasando entre las filas de ángeles, Semyazza corría mientras sus largas y afiladas garras cercenaban los cuerpos de todas las criaturas celestiales que aparecían en su camino en un desesperado intento de alcanzar a Haniel quién se hallaba de pie sobre el pecho del príncipe Azael a punto de descargar el golpe de gracia. Profiriendo un estridente aullido el príncipe Semyazza terminó de cubrir la distancia que lo separa del arcángel y de su hermano Azael…
 
Extendiendo sus oscuras y rojizas alas se abatió sobre la espalda del arcángel que en esos momentos se hallaba a punto de cercenar la cabeza de Azael. Una oscura y maléfica sombra se cernió sobre el arcángel. Los ojos de Haniel destellaron… la ígnea hoja divina caía inexorablemente sobre el cuello del abanderado de Lucifer cuando una poderosa corriente glacial, se interpuso entre Semyazza y Haniel.
Sorprendido Haniel detuvo su golpe y descubrió al caballero de acuario justo a su espalda, sosteniendo con sus manos las poderosas garras de Semyazza. 
 
El cosmos del caballero estalló violentamente y una lluvia de finos cristales golpeó el torso de Semyazza que salió despedido varios metros hacia atrás mientras que Haniel de nuevo,  levantaba su espada…
 
Semyazza aulló cuando la divina espada cercenó la cabeza de Azael y la maléfica energía del príncipe abatido se extinguió por completo…
 
Haniel  suspiró aliviado e inclinó la cabeza a modo de respeto y gratitud hacia el custodio que acababa de salvarle la vida…
 
Belial arqueó una de sus cejas cuando una violenta onda de energía maléfica estalló muy cerca de donde él se hallaba. Al igual que hiciera Semyazza, él y todos los príncipes allí presentes, aullaron de pesar cuando la sagrada espada cercenó la cabeza de Azael.
 
El príncipe Belial maldijo en voz alta… alzó su mano izquierda y en el centro de la misma apareció una pequeña bola de energía oscura y maligna que lanzó al aire, donde estalló y se dispersó formando una especie de cortina en torno a él y a Saga… sus ojos, inyectados en sangre escrutaban al caballero de  géminis.
 
-Al fin, te tengo donde quiero.- Los ojos de Belial destellaban a la par que el príncipe acechaba al caballero.- Nebiros siempre nos previno acerca de vosotros. “No los subestiméis, mis señores…”, solía decirnos. Incluso tomó a uno de los vuestros como discípulo.- mientras pronunciaba estas palabras, Belial caminaba en torno a Saga quien lo seguía con la mirada.-Por cierto, soy Belial y me cuesta creer que unos simples mortales hayan acabado con el poderoso señor…
 
-Encantado Belial, soy Saga de géminis, y al  “poderoso señor”, no es al único al que le hemos hecho morder el polvo- Saga sonrió.
 
En esos momentos Belial apareció frente al caballero que contuvo con sus manos desnudas el filo de una extraña espada que presentaba una forma de garfio o garra al final de su hoja y que había surgido como de la nada en la mano del poderoso príncipe del infierno quien inmediatamente retrocedió, mientras que la sangre comenzaba a manar de las palmas de las manos de Saga.
 
“Increíble, que rapidez, y ¿esa espada, de dónde la ha sacado?”, pensó Saga a la par que se rodeaba por su poderoso cosmos… 
 
-¿Sabes?- dijo Belial mientras mostraba sus manos desnudas al caballero y sonreía- tú y yo tenemos algunas cosas en común.
 
-¿Ah, sí? No me digas.
 
De repente, Belial desapareció y acto seguido volvió a aparecer muy cerca de Saga a la par que giraba sobre su cuerpo como si se tratara de un tornado…
 
Saga retrocedió… juraría haber visto cuatro brazos, dos cabezas y dos espadas en el momento que el príncipe se dirigía hacia él girando. Sin embargo, allí estaba de nuevo Belial y sólo era uno y no había espada alguna… ¿o sí?
 
-¿Qué ocurre custodio?- Belial comenzó a reír- Se diría que acabas de ver un fantasma…
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EL MODO DE HACERLO VISIBLE
 
 
Aturdido, Shura cayó de bruces al suelo, mientras que algo impactaba violentamente contra su espalda y el torso del caballero se hundía en la fría roca…
 
Hasta sus oídos llegó de nuevo la espantosa carcajada. Lentamente, el caballero se fue incorporando. Su brazo izquierdo pendía lacio a su costado. Con su brazo derecho lo sujetó mientras aguzaba bien el oído, sin embargo,  algo le golpeó violentamente la rodilla derecha y Shura cayó de espaldas al suelo, donde rodó en el momento en que la tierra volvía a hundirse bajo la presión de una fuerza descomunal…
 
Dos terribles mazas… Mu gritó en el momento en el que una terrible fuerza descargaba violentamente toda su ira sobre los hombros del caballero que cayó de rodillas a la par que las dos misteriosas fuerzas que lo tenían asido por sus brazos tiraban de estos hacia arriba…
De nuevo un puño invisible volvió a hundirse en el torso de Mu cuya cabeza cayó sobre su pecho mientras que su cuerpo continuaba izado, sostenido entre aquellas maléficas fuerzas. 
 
“Tengo que hacer  algo, tengo que liberarme…” Apretando los dientes, el caballero volvió a resistir el poderoso impacto de un nuevo golpe que le hizo vomitar sangre, mientras a sus oídos llegaban las burlas y las carcajadas de varios entes demoníacos a los que no era capaz de ver.
 
Haciendo estallar violentamente su cosmos, Mu consiguió liberar su brazo derecho en el momento en el que de nuevo algo impactaba contra su torso… 
 
-¡Valefar!- se alzó una misteriosa voz- ¿por qué lo has soltado imbécil?
 
-Metete en tus asuntos Foran… acabemos de una vez por todas con este alfeñique.
 
-Aún no, yo también quiero divertirme.
 
Jadeando, Mu volvió a concentrar su energía. Sus ojos destellaron en el momento en el que, realizando un giro con su brazo izquierdo, consiguió aferrar con su mano el brazo de un ente invisible que intentó por todos los medios doblar la muñeca de Mu… sin embargo, el caballero consiguió levantar una de su rodillas del suelo y, tras concentrar su energía en su puño derecho, Mu golpeó al ser que tenía aferrado con toda la potencia de su poderoso cosmos.
 
-¡Loray!- gritó una misteriosa voz en el momento en el que finalmente,  aquella diabólica  fuerza liberaba a Mu y este caía de rodillas al suelo.
 
 
“No lo entiendo”, se dijo así mismo… “por más atención que presto, por más que intento agudizar mis sentidos… nada, ¿cómo es posible que se mueva y no provoque ruido alguno, si quiera una ligera vibración?”
 
De nuevo un poderoso golpe se hundió en sus costillas. Shura escupió sangre y cayó nuevamente de rodillas al suelo…
 
-¿Qué me dices, caballerete?-Shura abrió bien sus ojos… la voz le llegaba ahora desde de la derecha a varios metros de dónde él se hallaba. Rápidamente, el caballero lanzó su temido filo en aquella dirección…sin embargo, un golpe brutal le alcanzó en el rostro y el caballero salió despedido rodando por los suelos.- Patético.- de nuevo la voz sonaba lejos de donde él se hallaba.- soy un espíritu imbécil- la voz le susurró al oído- mientras permanezca en silencio…- el filo de excalibur pasó de nuevo por el lugar donde Shura había oído la voz- si quiera podrás imaginar de dónde te vienen los golpes.
 
De nuevo los golpes llovieron sobre él. Una fuerza descomunal lo izó y lo lanzó violentamente contra la montaña y fue en ese preciso instante, mientras se levantaba aturdido, con la visión algo nublada que creyó ver algo… aunque, antes que nada, Shura debía asegurarse…
 
-Hacía mucho que no me divertía tanto- dijo Sarganatas. 
 
Por el rabillo del ojo, Shura dirigió su mirada hacia el lugar de donde provenía la voz y sonrió… Sí, no le cabía la menor duda… ahora la veía con total claridad, sangre… una mácula rojiza que flotaba en el aire. Cuando escupió su sangre, parte de esta manchó al demonio y ahora, esa pequeña mancha rojiza, lo había delatado… 
 
De nuevo los puños del demonio volvieron a hundirse en su cuerpo… aunque ya no le importaba. Shura sonrió a la par que, con su mano derecha, practicaba un profundo corte en su muñeca izquierda. Concentrando su cosmos, el caballero esperó a que aquella mácula rojiza se le acercara lo suficiente. Cuando vislumbró la mancha acercándose, Shura proyecto un violento caño de sangre de su herida abierta sobre aquel ser invisible que se le acercaba sigilosamente, bañándolo por completo.
 
-¿Pero qué haces?- gritó Sarganatas al recibir el baño de sangre del caballero que ahora sonreía abiertamente en dirección al demonio.- ¿Acaso te has vuelto loco? Sí lo que querías es que acabara con tus sufrimientos, sólo tenías que haberlo dicho.
 
Sarganatas dirigió entonces su poderoso puño hacia el rostro del caballero que, en esta ocasión y para sorpresa del demonio, contuvo el puñetazo y respondió hundiendo a su vez su puño en el sorprendido torso de Sarganatas.
 
El espíritu de lo invisible retrocedió y maldijo en la lúgubre y oscura lengua de los demonios…
 
-Ahora comprendo el baño de sangre- dijo dirigiéndose al caballero- sin embargo, el hecho de que puedas verme no quiere decir que puedas vencerme, ¿qué creías? ¿Qué no dispongo de más armas?- Shura dejó fluir su cosmos… había perdido mucha  sangre haciendo visible a Sarganatas.- Imbécil, lo único que has conseguido es debilitarte mucho más de lo que ya estabas.
 
La vista se le nublaba, apenas podía tenerse en pie. Oyó a Sarganatas proferir lo que creyó sería una nueva maldición cuando, finalmente, una sombría y grotesca forma bañada en sangre, se materializó ante sus ojos…
 
Una lengua bífida asomó entonces entre los finos y descarnados labios del espíritu de lo invisible…
 
-¿Querías verme, no es así?- preguntó a Shura mientras extendía sus brazos- pero ahora vas a lamentar el grave error que has cometido…- concentrado Shura se rodeó de la potencia de su cosmos-¡DIABLO!
 
Sarganatas se hallaba allí, de pie, frente a él, con sus brazos extendidos… no había movido siquiera un músculo… ¿cómo era entonces posible? Algo rugió a su espalda, Shura saltó y se dirigió hacia Sarganatas… el filo de excalibur traspasó al ser que tenía ante sus ojos pero nada ocurrió… el demonio se limitó a levantar la vista y sonreír al sorprendido caballero mientras que algo extraño llamaba su atención… de repente algo traspasó su protección… algo así como un filo invisible. Shura sintió una afilada hoja abriéndose paso a través de su carne, cortando, separando cada fibra,  penetrando su cuerpo de parte a parte… 
 
El caballero llevó entonces su mano derecha hacia su riñón. Aunque él no veía nada, su mano sintió la presencia  de una hoja afilada que se adentraba en su cuerpo… y de allí manaba su sangre en abundancia.
 
De nuevo, Shura torció el gesto en una nueva mueca de dolor. Trastabillando, el caballero se dejó caer en el suelo mientras contemplaba la grotesca figura bañada en su sangre que continuaba allí de pie contemplando su lenta agonía y, una nueva hoja traspasaba su cuerpo de lado a lado, en esta ocasión su hombro derecho…
 
Mientras Sarganatas estallaba de nuevo en una espantosa carcajada, Shura consiguió mover su destrozado brazo izquierdo… de nuevo, algo invisible, una hoja mortal, traspasaba también su hombro derecho.
 
-Este es mi verdadero poder- dijo entonces el demonio- mis armas, mis ataques, son invisibles… al igual que he traspasado tu cuerpo, cortaré tu cabeza y nada podrás hacer por evitarlo…-la lengua bífida del demonio recorrió entonces su cara lamiendo parte de la sangre del caballero.
 
“No puede ser… debe de haber una forma, debo encontrar la forma…”, Haciendo un gran esfuerzo el caballero se puso de nuevo en pie… Cuando atacó al demonio, cuando excalibur traspasó el cuerpo de Sarganatas, tuvo una extraña sensación… Shura se concentró intentando recordar. En su mente repitió una y otra vez el momento… el poderoso filo, el gran haz dorado traspasando a Sarganatas… ¿qué fue lo que sintió? ¿Qué fue lo que le hizo…? Shura abrió entonces los ojos de golpe… sí, acababa de recordar algo, ahora lo entendía…
 
Violentamente, Shura hizo estallar su cosmos. Se sentía muy débil pero ahora comprendía qué es lo que le había llamado la atención cuando atacó al demonio, y esperaba estar en lo cierto, pues sólo tenía una oportunidad, de lo contario Sarganatas le cortaría la cabeza…
Los ojos del demonio destellaron… “Es ahora o nunca” y con este pensamiento, Shura profirió un gran salto en el aire en el momento en el que, de nuevo, algo rugía a su espalda… Realizando un complicado giro en el aire, Shura descubrió una misteriosa sombra dirigiéndose hacia el cuerpo del demonio. Aún en el aire, Shura esperó el momento en el que la sombra y el demonio se unían durante apenas unos segundos. Los ojos del caballero destellaron violentamente. Fusionado con la misteriosa sombra, Sarganatas realizó un ligero movimiento con una de sus manos… Entonces Shura se lanzó al ataque…
 
-¡DANZA DE EXCALIBUR!
 
Sarganatas retrocedió… cientos de haces dorados se abatieron sobre el demonio que aulló de dolor, sin embargo, antes de que estos lo alcanzaran, el demonio aún tuvo tiempo de realizar un último movimiento… sus brazos salieron despedidos de su cuerpo, al igual que sus piernas… la cabeza del demonio rodó por los suelos…
 
…y Shura cayó de espaldas contra la ladera de la montaña mientras que,  la cercenada cabeza del demonio rodaba hasta sus pies y el caballero contemplaba los oscuros ojos de Sarganatas y la maléfica sonrisa en el descarnado rostro del demonio antes de que su cabeza desapareciera para siempre…
 
-Al… al final, tú has perdido la cabeza- Shura sonrió, mientras cerraba los ojos y llevaba su mano derecha hacia su pecho de donde manaba su sangre…- siento no haber… Atenea.
 
Shura apretó los dientes mientras que tomaba entre sus manos la invisible hoja de una espada maldita que se hundía en su corazón… alzó su mirada y en la distancia alcanzó a ver la difuminada figura de su compañero de armas, Mu, debatiéndose contra la nada…
 
 
INFINITAS FORMAS
 
 
Dohko hizo estallar su cosmos a la par que abría bien sus ojos intentando comprender qué era aquello que se le venía encima y que era todo apéndices, miembros, tentáculos y un sinfín de cosas más que no tenían cabida en un ser real…
 
Mientras tanto, Milo rodaba por los suelos en un desesperado intento de liberarse de los ataque encadenados de los tres esbirros de Fleuretty cuando, de repente, uno de los demonios cayó sobre el caballero formando una fuerte tenaza con sus brazos y piernas en torno al tronco de Milo, impidiéndole mover los brazos y Bathim barría las piernas del caballero haciéndole perder el equilibrio.
 
-¡Suéltame!- gritó el caballero, en el momento en el que Abigar saltaba y  hundía sus extraños apéndices en el cuerpo de Pursam quien continuaba aferrando a Milo y este sentía como algo demasiado espantoso empujaba su armadura, la perforaba a través de la misteriosa carne del demonio e intentaba penetrar hasta su piel…-¡Basta!
 
-Esto no ha hecho más que empezar…- dijo Bathim que ahora semejaba más bien una masa nebulosa…- veremos cuánto puedes aguantar… aún no nos hemos puesto de acuerdo… dime- una especie de garra salió proyectada de la masa nebulosa y aferró a Milo por el cuello- ¿cómo te gustaría morir?- y mientras pronunciaba estas palabras, la extraña garra de Bathim fue transformándose en distintos objetos para matar…- ¿Eviscerado, estrangulado, ahogado, contusionado, desangrado, empalado, descuartizado…?
 
Mientras que… a través del cuerpo de Pursam, los extraños apéndices de Abigar habían conseguido perforar su armadura y ahora se hundían en su torso, presionando su carne, intentando quebrar sus costillas… 
 
Encolerizado, Milo consiguió finalmente hacer estallar su cosmos violentamente… Pursam estalló liberándolo de su mortal abrazo, mientras que los apéndices de Abigar se rompían y este salía proyectado hacia atrás dejando parte de estos incrustados en el cuerpo de Milo que inmediatamente, se levantó mientras Bathim estallaba  en una estentórea carcajada…
 
-¡Bien, has destrozado a Pursam!, pero aún no te has librado de nosotros.
 
Con los ojos rojizos, rodeado por su poderoso campo de energía, Milo aferró las especies de lenguas colgantes que Abigar había dejado incrustadas en su piel, y tirando con fuerza, las extrajo de su cuerpo y las tiró al suelo a la par que su sangre salía proyectada a chorros…
 
-Ahora me toca a mí- dijo Milo encolerizado- no voy a mostrar piedad alguna con vosotros-¡Aguijón  escarlata!
 
A la velocidad de la luz, el caballero se abatió sobre las dos misteriosas formas… Abigar retrocedió tras recibir varios impactos del aguijón de Milo, retorciéndose de dolor, aullando, sin embargo, los poderosos aguijonazos atravesaron el cuerpo de Bathim sin provocarle daño alguno…
 
-Abigar, imbécil- gritó Bathim y pronunció algo en la oscura lengua de los demonios…
 
Entonces Abigar saltó en el aire y se descompuso en cientos de pequeñas volutas que flotaron rodeando a Milo…
 
-Abigar nunca ha sido muy listo…- dijo Bathim- sin embargo posee uno de los ataques más dolorosos y letales del reino de los demonios. ¡Abigar!- gritó Bathim y masculló algo ininteligible… 
 
Milo saltó entonces por los aires… las cientos de volutas en las que se había trasfigurado Abigar lo rodearon y lo izaron. Unas violentas fuerzas tiraron de los brazos y piernas de Milo y esté quedó suspendido en el aire, mientras que las partículas de Abigar continuaban girando en torno suya…
 
Milo podía sentir como lentamente, Abigar le desgarraba los músculos y tendones a la par que le dislocaba todos los huesos del cuerpo, mientras que sentía una espantosa y lacerante presión… Abigar pretendía separar su cuerpo en dos…
 
-Es muy lento y doloroso- constató Bathim, mientras que Milo luchaba con todas sus fuerzas por no perder la consciencia e intentaba hallar la forma de liberarse concentrando su energía cósmica…
 
 
Dohko se volvió en el momento en el que oyó a Milo gritar… apretando los dientes, el viejo maestro corrió en dirección a su compañero, sin embargo algo lo aferró de uno de sus tobillos y lo hizo caer de bruces al suelo…
 
-Mis siervos se están divirtiendo…- Fleuretty izó al caballero y lo lanzó violentamente contra el suelo una y otra vez. Rodeado por su cosmos, protegiendo su cabeza con sus brazos, el viejo maestro resistió como buenamente pudo su cuerpo,  los continuos embates del demonio hasta que este lo lanzó de nuevo contra las rocas.- Abigar lo destrozará, lenta muy lentamente… quizás debería dejarte a ti también en sus manos…
 
Rápidamente, Dohko se levantó y se lanzó sobre Fleuretty convertido en un gigantesco dragón… el demonio sorprendido, abrió sus extraños ojos y contuvo el golpe del viejo maestro, que lo hizo retroceder hundiendo sus patas en el suelo…
 
-Bien caballero, creo que ya ha llegado el momento de que te muestre una de mis muchas formas de matar… -ante los ojos del viejo maestro, del cuerpo de Fleuretty comenzaron a manar cientos de apéndices…- ¡LIGADURA INFERNAL!
 
Varios de aquellos apéndices volvieron a desaparecer en el interior del cuerpo del demonio, mientras que otros se abatieron sobre Dohko y algunos más se hundieron en la tierra. El viejo maestro esquivó los apéndices que, proyectados del torso del demonio intentaban aferrarlo… entonces, algo se lió en sus tobillos. Dohko miró sorprendido sus piernas y descubrió que de la tierra salían al exterior unas extrañas ligaduras que, rápidamente se enroscaron en su cuerpo.
 
El caballero cayó entonces al suelo… las ligaduras se hundían en su carne, le constreñían todo el cuerpo… Fleuretty se acercó a él. Levantando uno de sus dedos, una fina ligadura se tensó alrededor del cuello del viejo maestro e inmediatamente, Dohko sintió una terrible presión en su garganta…
 
-Es espantoso, ¿verdad?- la ligadura comenzó a girar en torno al cuello del viejo maestro ahogándolo, cortándole la respiración… su rostro se enrojeció al extremo, sus ojos querían estallar en el interior de sus cuencas desorbitados, mientras luchaba contra la terrible presión que le aprisionaba el cuello. Fleuretty sonrió y alivió un poco la presión.- Esto es lo que más me gusta de la ligadura infernal- dijo entonces el demonio a la par que ahora Dohko sentía de nuevo como aumentaba la presión sobre su cuello- el poder de aflojar ligeramente mi presa y permitirle tomar una bocanada de aire más, mientras contemplo sus ojos, su mirada… pero tú eres distinto. No hay temor en tus ojos… 
 
 
Finalmente, sus labios esbozaron una sonrisa. Tras miles de años oculta, Legión había encontrado la entrada al santuario. Ahora sólo tenía que ascender a través de los antiguos y desgatados peldaños excavados en la roca hasta la misteriosa cima de los tiempos… Una vez allí, nada podría detenerlo… caminaría hasta el primero de los altares dedicados a dios en la tierra y desde allí penetraría en el interior del portal de los ángeles y ascendería a través del pasaje celestial…
 
 
EL TERRIBLE DRAGÓN MITOLÓGICO
 
 
Aioros corrió bajo los poderosos cuartos traseros del dragón y desde allí rodó por los suelos evitando que la poderosa bestia lo aplastara con su cola. Dejándose caer ladera abajo, Aioros rodó mientras la espantosa bestia se lanzaba tras él vomitando continuos chorros de fuego sobre las criaturas celestiales que intentaban cortarle el paso…
 
Jadeando, el caballero se levantó en el momento en el que el dragón dejaba caer violentamente sus cuartos traseros sobre el suelo y, escapando apenas por unos milímetros, Aioros saltó a la par que, concentrando su cosmos sobre su puño derecho, lanzaba cientos de bolas de energía sobre el dragón que rugió a la vez que, realizando un violento giro,  golpeaba al caballero con su cola y lo lanzaba por los aires sobre el campo de batalla…
 
Levantando el vuelo, la espantosa bestia se lanzó sobre el cuerpo del caballero que aún planeaba en el aire y lo atrapó por una de sus piernas volviéndolo a lanzar inmediatamente después por los aires…
 
El cuerpo de Aioros cayó en medio de una gigantesca columna de ángeles… quienes contuvieron su caída. Aún no había conseguido levantarse, cuando la poderosa bestia ya se hallaba de nuevo sobre él. Como las flechas celestiales eran inútiles contra el dragón, los ángeles invocaron el escudo celestial en torno a ellos y al caballero, sin embargo, este se resquebrajó al recibir el violento hálito de fuego de la criatura.
 
De nuevo, el dragón se lanzó a la carga… sobrevolando a los ángeles, hundía sus inmensas garras entre las filas de los arqueros celestiales, atrapándolos, aplastándolos y dejándolos caer al suelo desde una gran altura… 
 
Ligeramente aturdido, Aioros apretó los dientes mientras concentraba toda su energía cósmica… los ángeles intentaban protegerlo con el escudo celestial, pero esta defensa tampoco resultaba efectiva contra el dragón, cuyas garras y coletazos desgarraban el poderoso escudo…
 
Dejando fluir su cosmos, rodeado de varios ángeles que habían caído al suelo e intentaban protegerse de la nueva embestida de la bestia que se hallaba en esos momentos sobre ellos con sus gigantescas alas extendidas y sus garras a punto de atacar, miles de descargas doradas rodearon el cuerpo del caballero de sagitario, quien comenzó a mover sus manos realizando unos misteriosos círculos frente a su cuerpo…
 
…los enormes y fieros ojos del dragón destellaron, mientras que a sus fauces asomaron de nuevo las primeras llamaradas de su terrible y poderoso hálito de fuego. Batiendo sus alas frente al caballero y los ángeles caídos, la espantosa bestia se disponía a lanzarse sobre  la diminuta figura dorada que lo había herido, cuando el caballero gritó algo y lanzó sus manos hacia delante…
 
-¡ROTURA DEL INFINITO!
 
El cosmos del caballero estalló violentamente a la par que de su cuerpo partían miles de flechas doradas en dirección al terrible dragón. De la hermosa lluvia de flechas doradas sólo unas cientos de saetas, consiguieron traspasar  la oscura barrera de la criatura. La temida bestia lanzó por última vez su maléfico hálito sobre el caballero y los ángeles allí presentes a la par que batía sus alas intentando protegerse de las letales flechas, sin embargo, nada pudo hacer… de esas cientos de flechas,  apenas una docena consiguió abrirse camino y penetrar a través de su gruesa piel hundiéndose en su oscuro corazón. El dragón rugió a la par que su maléfico hálito estallaba en sus fauces y sus poderosas llamas rodearon su cuerpo mientras este descendía en picado sobre Aioros y los ángeles, hundiendo la cima del monte en su caída, aplastando con su imponente masa a los allí presentes mientras que, en un último alarde de fuerza y coraje, Aioros conseguía librarse llevándose consigo a dos ángeles y caía rodando junto a estos  ladera abajo.
 
 
LA CÓLERA DE SEMYAZZA
 
 
Con los ojos inyectados en sangre y parte de su rojiza armadura aún cristalizada por los efectos de la terrible ráfaga helada con la que Camus había evitado que Semyazza atacara a Haniel, el príncipe de los infiernos, hermano de Azael aulló clamando venganza…
Al instante, varias de las legiones de demonios que comandara su hermano, así como varias de las suyas rodearon al príncipe que vociferó algo en la oscura lengua de los demonios…
 
Haniel a su vez, convocó de sus ejércitos a los más poderosos arcángeles, mientras que Camus ajeno a las maldiciones continuaba su lucha contra los demonios que le salían al paso cuando…
 
De repente, los demonios contra los que se enfrentaba detuvieron sus ataques mientras clavaban sus oscuras y retorcidas armas en la destrozada tierra. Extrañado Camus los instó a que le atacaran… sencillamente no entendía lo que allí estaba ocurriendo.
 
Entonces una cavernosa voz estalló a su espalda. Camus se giró y se halló cara a cara con el poderoso Semyazza… y varias legiones de demonios. El príncipe alzó sus garras al cielo y profirió una maldición que hizo temblar los cimientos de la tierra… los demonios que rodeaban al caballero aullaron y rieron a carcajadas… 
 
-¡Haniel!- gritó Semyazza- ¡ven con tus malditos ángeles y lucha junto a este mortal contra mis ejércitos!
 
-¡Aquí me tienes!- Haniel descendió junto a miles de sus arcángeles que formaron un círculo de espaldas al caballero y Haniel, enfrentados cara a cara con los demonios.- Muy propio de ti lanzar una horda de demonios contra un solo ser… no has cambiado nada Semyazza, sigues siendo un cobarde.
 
-Vas a tragarte todas tus palabras, Haniel- los ojos de Semyazza estallaron encolerizado mientras se rodeaba de su oscura y maléfica energía y sus demonios comenzaban a golpearse fieramente el pecho.- ¡Destrozadlos!- aulló el príncipe y todos los demonios, al unísono, se abalanzaron sobre Haniel, Camus y sus arcángeles.
 
 
BELIAL Y BELIAL
 
 
Saga rodó por el campo de batalla mientras que el poderoso príncipe hundía una y otra vez su extraña espada en el suelo, o mejor dicho, sus espadas… Ahora  no le cabía la menor duda… eran dos espadas, cuatro brazos, dos cabezas los que se abalanzaban sobre él…
 
-¡No tengo tiempo ni ganas de jugar contigo mortal!- gritó Belial encolerizado-¡HERMANOS DEL MAL!
 
Jadeando a la par que se levantaba del suelo, Saga contempló la extraña transformación que estaba sufriendo el cuerpo de Belial. De su torso salieron proyectados dos brazos más. Un misterioso bulto asomó a su pecho y ante los atónitos ojos del caballero, los rostros de Belial le sonrieron… siempre supo que lo que estaba viendo no era una ilusión… Finalmente, las piernas de Belial comenzaron a estremecerse a la par que otro torso asomaba completamente formado del cuerpo del príncipe de los infiernos…
 
-Caballero- dijo Belial a la par que un ser exactamente igual a él, terminaba de escindirse de su cuerpo.- te presento a Belial.
 
Belial y Belial sonrieron al unísono. Saga tragó saliva. Era como contemplar al príncipe y su reflejo en un espejo…
 
-Estas perdido- ambos hablaron a la vez mientras comenzaban a andar en dirección al caballero. Uno por la derecha, el otro por la izquierda. Los ojos de Saga saltaban de uno al otro, “¿cómo podía ser aquello?”, se preguntaba el caballero. No eran una ilusión, tampoco eran gemelos… eran uno mismo.-Este es el verdadero Belial…- hablaron al unísono.
 
…y Saga saltó por los aires al recibir el tremendo impacto de dos certeros puños que, en un abrir y cerrar de ojos se habían abatido sobre él e hicieron añicos parte de su ya maltrecha armadura. Escupiendo sangre, Saga se levantó al tiempo que con su brazo detenía el ataque de un demonio y, haciendo estallar su cosmos destrozaba con sus poderosas y doradas descargas a este ser maligno, mientras evitaba los continuos envites de los demás, cuando, de nuevo, Belial apareció frente a él…
 
Protegiendo su cuerpo con sus brazos, Saga resistió los continuos golpes de un solo Belial. Se estaba preguntando donde se habría metido el otro, cuando, de repente, alguien apareció a su izquierda. Levantando su brazo, Saga contuvo el golpe, cuando, “el otro Belial” barrió sus piernas. Saga cayó de espaldas al suelo y contempló a los dos Belial propinar un salto en el aire…
Inmediatamente, el caballero saltó, a la par que los Belial hundían sus piernas en la tierra provocando un inmenso socavón…
 
-¡Otra dimensión!- gritó Saga y sobre los Belial se abrió una brecha interdimensional por la que, al instante comenzaron a desaparecer cientos de demonios.
 
Rodeados por su maléfica aura violácea, los Belial se agarraron de sus brazos… ambos pronunciaron  una misteriosa palabra…mientras que, uno de ellos,  golpeó  la tierra con su pierna derecha dejándola allí anclada, a la vez  que el otro Belial extendía sus increíbles alas blancas y, tras recibir el violento impulso de su igual, salía despedido hacia Saga…
 
El caballero lanzó entonces su puño a la velocidad de la luz sobre el demonio que, luchando con sus poderosas alas contra la fuerza de atracción que ejercía la dimensión por él abierta, no consiguió esquivar todos los golpes del caballero… ambos Belial aullaron y maldijeron en la lengua de los demonios, sin embargo… en un último instante, aprovechando que Saga concentraba su energía para lanzarse de nuevo al ataque, el demonio que se había abalanzado sobre él realizó un violento giro en el aire y consiguió golpear al caballero que rodó de nuevo por los suelos, perdiendo la concentración y cerrando la dimensión que acababa de abrir…
 
Fuera de sí, concentrando su cosmos, Saga estalló encolerizado a la par que extendía sus brazos frente a su cuerpo… Belial y Belial se miraron sonriendo, a la vez que cientos de estrellas y planetas se congregaban a su alrededor…
 
-Maldito seas Belial- gritó Saga- contempla y perece bajo el divino fulgor de las estrellas y planetas… ¡EXPLOSIÓN GALÁCTICA!
 
El poderoso ataque de Saga se abatió sobre el campo de batalla haciendo saltar los cuerpos de los cientos de demonios que se hallaban en las inmediaciones, cuando una espantosa carcajada llegó hasta sus oídos y de repente, dos poderosas figuras cayeron de nuevo sobre él…
 
-No está nada mal- Belial y Belial, hablaban al unísono, las mismas palabras, la misma voz…- ¡hermoso ataque! Pero… vas a necesitar algo más que eso si lo que pretendes es vencerme, soy mucho más rápido que tú. ¡CENTELLEO DIABÓLICO!
 
Miles de luces comenzaron a titilar en torno al caballero que oyó el inconfundible sonido del chocar de las hojas de las espadas… cuando alzó la mirada, Belial y Belial giraban en torno a sí mismos mientras que las luces centelleaban sobre sus cuerpos y… todo se oscurecía para el caballero…
 
 
DIVINA INTERVENCIÓN
 
 
Milo aullaba suspendido en el aire intentando por todos los medios liberarse del martirio al que Abigar lo estaba sometiendo,  mientras que Dohko continuaba con su mirada fija en los malvados ojos de Fleuretty que sonreía aumentando cada vez más la presión sobre el cuello del viejo maestro y Mu luchaba contra dos fuerzas invisibles que, tras la desaparición de Loray se habían vuelto más rabiosas y virulentas en sus ataques…
 
 
Mu retrocedió llevándose las manos hacia sus costillas. De nuevo, un ligero zumbido pasó muy cerca de su rostro… apretando los dientes, el caballero intentaba por todos los medios averiguar la posición de sus adversarios, su cosmos fluía, sin embargo no conseguía dar con ellos…
 
Trastabillando, Shura acortaba la distancia con la difusa figura de su compañero que se hallaba acosado por varias fuerzas invisibles… haciendo un gran esfuerzo, el caballero de capricornio, rodeado por los débiles destellos que emitía su ahora,  agotado cosmos, aguardaba el momento de entrar en acción.
 
“No puedo creerlo…”, Mu aguzó sus sentidos, “nada, ¿cómo es posible?”, abrió de nuevo los ojos y se apartó en el momento en el que, de nuevo, una fuerza invisible, hendía el aire y pasaba a escasos milímetros de él… entonces alguien le golpeó violentamente entre las costillas… Mu soltó todo el aire que llenaba sus pulmones a la par que alguien le agarraba por los brazos, llevándoselos a su espalda, incorporándolo y dejando expuesto su cuerpo a los ataques de la otra fuerza demoníaca…
 
-Acabemos de una vez por todas- dijo una voz a espaldas de Mu- no sé cómo lo habrá hecho, pero el otro caballero ha acabado con nuestro señor Sarganatas.
 
Entonces Mu lo sintió… las débiles y apagadas vibraciones de un cosmos amigo que acechaba al misterioso ser que le aferraba los brazos y comprendió… sus ojos destellaron mientras de nuevo comenzaba a concentrar su energía… no lo veía, pero ese ser iba a atacarle de un momento a otro y, en ese momento, durante apenas una fracción de segundo, sentiría una ligera vibración aproximándose hacia él… ese era el momento y Shura ya se hallaba preparado a su espalda.
 
Al unísono, a la par que un hermoso destello dorado surcaba la tierra separándola en un profundo tajo… el cosmos de Mu estalló violentamente al sentir una pequeña ondulación, una delicada vibración en el aire y… Foran aulló a su espalda.  El filo de excalibur traspasó el invisible cuerpo del demonio que soltó las manos del caballero y el poderoso destello dorado se detuvo milagrosamente provocando varias grietas en el suelo a los pies de Mu sin llegar siquiera a rozarlo y el caballero de Aries movía entonces sus brazos haciendo estallar su cosmos y una ráfaga de estrellas fugaces barría al invisible Valefar que, sencillamente no daba crédito a lo que estaba ocurriendo…
 
-¡REVOLUCIÓN DEL POLVO ESTELAR!- gritó Mu mientras, agotado, Shura hundía sus rodillas en la tierra y caía lentamente a un lado…
 
Durante unos instantes Mu esperó alerta… no sentía nada a su alrededor, entonces respiró aliviado. Rápidamente, el caballero se volvió y halló a su compañero tendido en el suelo.
 
Apenas hacían unas horas que había cerrado los ojos de Aldebarán y ahora la historia se repetía con otro de sus compañeros de armas... Lleno de pesar, Mu contempló por última vez el rostro del caballero que acababa de salvarle la vida y sintió que, a pesar de todo, sus fuerzas renacían… Al igual que Shura él también lucharía por Atenea y por la esperanza de nuevo día, por un nuevo mañana… Tras cerrar los ojos de Shura, Mu sintió que un poderosísimo cosmos estallaba inundando de luz las oscuras y trágicas horas que estaban por acontecer... y, aunque entristecido, Mu sonrió…
 
 
…no podía más… aún rodeado por su poderosa energía cósmica, Milo no podía aguantar más el intenso dolor que le recorría todo el cuerpo… se encontraba al borde del desfallecimiento cuando unas poderosas ondas, un cosmos amigo, estalló violentamente en la distancia y a sus labios asomó una angustiosa sonrisa a la par que Abigar y Bathim se lanzaban al suelo retorciéndose de dolor mientras sus espantosos cuerpos no dejaban de transmutarse una y otra vez, como si no pudieran controlar sus formas físicas…
 
Liberado de la espantosa tortura, Milo gritó sacudiendo de su interior  toda la tensión acumulada mientras su cosmos estallaba violentamente y, a pesar de los intensos calambres que aún le recorrían el cuerpo, Milo consiguió levantarse y, ahora sí,  descargaba sus temidos aguijonazos sobre las dos grotescas formas que comenzaron a gemir y aullar,  implorándole clemencia…
 
-¡No!- gritó Milo- ¡Jamás! ¿Acaso habéis mostrado vosotros alguna vez piedad alguna?- varios destellos rojizos volvieron a impactar sobre las misteriosas formas que no podían transmutar su esencia en gas o finas partículas para librarse del ataque de Milo- No merecéis clemencia- dijo mientras cuatro destellos más penetraban a través de sus retorcidos cuerpos- y sin embargo, y muy a mi pesar, esto se acaba…  ¡ANTARES!
 
 
-Puede que no vea temor en tus ojos… pero me estoy divirtiendo y mucho…
 
La espantosa carcajada de Fleuretty se alzó entre los intensos aullidos de dolor de Milo y los angustiosos jadeos del viejo maestro que, rodeado de su poderosa energía cósmica, luchaba intentando liberar en parte la terrible presión de la ligadura sobre su cuello…
 
-Pero… sintiéndolo mucho- Fleuretty alzó uno de sus apéndices y este se transformó en una enorme hacha…- aunque me pasaría horas torturándote, mi señor me necesita ahora que ha encontrado el pasaje celestial…- los ojos de Dohko destellaron entonces mientras que, apretando los dientes, volvía a hacer un nuevo intento por liberarse, Fleuretty sonrió y alzó su brazo sobre la cabeza del viejo maestro, mientras que las ligaduras que salían del suelo estallaban debido a la increíble explosión del cosmos del caballero y el hacha se abalanzaba violentamente sobre el cuello de Dohko…
 
Entonces, de repente, el hacha cayó deteniéndose a escasos centímetros del cuello del viejo maestro que, gracias al violento estallido de su cosmos había conseguido no sólo liberarse de la atadura diabólica, sino que había conseguido detener el ataque de Fleuretty antes de que este le cercenara la cabeza… 
 
El demonio levantó entonces el extraño apéndice convertido en hacha y aulló llevándose a su cabeza varios apéndices más… un poderoso cosmos había estallado violentamente sobre el monte Hermón… una presencia casi divina…
 
Aprovechando el desconcierto de Fleuretty, Dohko se levantó y, tras concentrar de nuevo su energía cósmica, al instante cientos de dragones rodearon su cuerpo y, a un gesto suyo, todos esos dragones se lanzaron sobre el espantoso demonio que no dejaba de contorsionarse y convulsionarse mientras maldecía en la oscura lengua de los demonios.
 
Sin poder hacer nada por evitarlo, los dragones invocados por el viejo maestro golpearon la espantosa forma del espíritu del mal Fleuretty y, entre intensos aullidos, el espantoso demonio, desapareció de la faz de la tierra…
 
-Viejo maestro…- apretando los dientes, dolorido y jadeando, Milo avanzaba en dirección al caballero de libra que, agotado contemplaba la cima del monte Hermón…
 
-No podemos perder más tiempo- dijo finalmente- Legión ya ha encontrado el pasaje celestial.
 
-¿Cómo…?
 
-Vamos, Milo- el viejo maestro saltó escalando entre las rocas en dirección a la cima-  debemos impedir que ese monstruo tome el pasaje... 
 
 
Tras destruir el primero de los altares, un intenso haz blanco, salió proyectado del suelo y se perdió en la azulada cúpula del templo… Legión estalló entonces en una espantosa carcajada que al instante se quebró en sus labios. Una poderosa aura dorada inundó el templo.  Bajo su máscara, sobre su rostro, apareció una mueca de sorpresa… alzando su ceja derecha, sus ojos destellaron violentamente a la par que su maléfica energía estallaba rodeando su cuerpo en llamas…
 
-Siempre supe que hallarías el modo de liberarte del haz infernal…- miles de voces hablaron a la par que, lentamente, Legión se daba la vuelta y encaraba a un sereno caballero que, vistiendo su nueva armadura dorada  había aparecido justo a su espalda.- Lo que no acabo de creerme es que hayas conseguido salir vivo de Pandemónium- habló una voz en esta ocasión- tenías toda la razón… no los conocía…
 
 
AULLIDOS DEL MAL
 
 
…una gigantesca ola de seres demoníacos, una oscura y densa marea. Cientos, miles de formas retorcidas y grotescas saltaron sobre el caballero de acuario y los arcángeles que lo rodeaban. Al instante, Camus hizo estallar su cosmos mientras que, a la velocidad de la luz, se abría paso a través de los enormes demonios y sus cuerpos caían cristalizados al suelo… 
 
En un abrir y cerrar de ojos, Semyazza se había lanzado sobre Haniel que a duras penas consiguió detener sus garras. El violento príncipe de los infiernos ardía  con la cólera y la ira de todos los demonios que lo acompañaban y su maléfica energía se expandía azuzando a sus terribles huestes… Rápidamente, Semyazza golpeó en el rostro a Haniel y sus garras se hundieron en la divina protección del arcángel que alzó una plegaria al cielo mientras intentaba golpear al endemoniado príncipe que extendió sus oscuras alas rojizas levantando el vuelo, llevándose consigo al arcángel que se debatía intentando que el demonio lo liberara sin conseguirlo…
 
-Muere Haniel…- los fieros ojos de Semyazza se clavaron en los misteriosos ojos dorados del arcángel- pero antes de que mueras- Haniel jadeó mientras escupía sangre y  Semyazza hundía aún más sus garras en su cuerpo- quiero que sepas que ahora mismo me encargo del custodio- sin piedad, las poderosas garras desgarraron el cuerpo del arcángel, hundiéndose bajo su coraza, abriéndose paso en busca su corazón- y juro que a él sí que le haré pagar cara la muerte de mi hermano…
 
Con la garra que le quedaba libre, Semyazza aferró a Haniel por el cuello. Los oscuros ojos del príncipe de los infiernos destellaron violentamente mientras buscaba entre los inmensos bultos negros y los hermosos destellos blancos y puros la diminuta figura dorada del custodio al que había jurado matar con sus propias manos… y allí lo halló, envuelto en una gélida corriente que cristalizaba a sus huestes… aquel cuya intervención había evitado que salvara a su hermano de la muerte…
 
Haniel gritó cuando, finalmente, Semyazza apartó su despiadada garra del interior de su cuerpo. Un hermoso destello dorado surcó el cielo.  Miguel y sus hermanos lo contemplaron desaparecer entre los oscuros jirones de nubes que se arracimaban sobre ellos y desde sus gargantas a sus labios se alzó una triste plegaria. Liberado su cuello de la poderosa garra que lo mantenía aferrado, el cuerpo arcángel Haniel descendió desde una gran altura sobre la negra y densa marejada de demonios mientras su vista se nublaba y oía el terrible aullido del mal que, desde la garganta de Semyazza, recorría ahora todo el campo de batalla…
 
Camus detuvo entonces su avance… con los ojos desorbitados, jadeando debido al increíble esfuerzo de contener los embates de aquella inmensa oleada de demonios, el caballero sintió que una poderosa y oscura energía se dirigía hacia él…
 
Alzó la vista y al instante, sobre él cayó la gigantesca figura del príncipe Semyazza… Camus retrocedió mientras que, delicadamente, el príncipe posaba sus pies en la tierra.
 
Rodeado por su diabólica energía, Semyazza alzó su ensangrentada garra en dirección al caballero.
 
-Vas a lamentar y mucho el haberme enojado… ¡AULLIDO DEL MAL!
 
Camus salió disparado por los aires mientras con sus manos intentaba en vano sofocar el intenso aullido que le martilleaba el cerebro, que incluso ahogaba sus propios gritos…
 
 
LUCIFER SE ABRE PASO HACIA ARMAGEDON
 
 
…en medio de todo aquel clamor, del fragor y el violento chocar de las armas y los estallidos de las poderosas energías divinas y maléficas, un fulgurante destello rojizo se abrió paso a fuego y sangre entre demonios y criaturas celestiales por igual. A su paso los cuerpos de los ángeles y demonios, saltaban hechos trizas, completamente despedazados, brutalmente descuartizados…
 
Auriel, que desde que bajara de los cielos y se uniera a la lucha con sus ejércitos había permanecido vigilando el estrecho pasillo de los arcángeles, contempló atónito el fulgurante avance de aquel destello rojizo que hendía la tierra y cercenaba todo a su paso… “Lucifer”, musitó casi para sí mismo a la par que gritaba y convocaba su mejor y más poderosa defensa contra el hijo de la   aurora…
 
-¡PODEROSO ESCUDO DE ESPADAS!- gritó y al instante a su voz se unieron las voces de todos los arcángeles que se hallaban en esos momentos bajo su mando y que junto a su señor, taponaban el estrecho pasillo.
 
Frente a todos ellos se materializó entonces una increíble y afilada barrera que los arcángeles continuaban alimentando con sus energías una vez invocada…
 
-¡No desesperéis!- gritó Auriel en el momento en el que el destello rojizo llegaba hasta la poderosa barrera invocada por los arcángeles y él mismo apretaba los dientes mientras proyectaba toda su energía en el impresionante  escudo.-¡Vamos, continuad…! 
 
 
…y mientras el violento y fulgurante destello rojizo se dirigía a toda velocidad hacia  el escudo de espadas, Aioros finalmente había conseguido abrirse paso entre las diabólicas hordas que intentaban llegar a la ciudad…
 
Su poderoso cosmos destelló a la par que el caballero  saltaba en el aire extendiendo sus alas e intensas descargas eléctricas recorrían el suelo y los cuerpos de los demonios que caían a sus pies… había visto el violento destello rojizo abriéndose paso entre las numerosas huestes de Lucifer… había contemplado los cuerpos de los demonios saltando por los aires destrozados mientras aquella diabólica fuerza continuaba abriéndose paso, aniquilando a todos por igual…
 
Entonces, sucedió… En medio del intenso fragor de la batalla, un inmenso estallido se alzó sobre todo aquel clamor y  Aioros, salió despedido junto a los destrozados cuerpos de cientos de criaturas celestiales y demoníacas nada más producirse el violento choque entre el diabólico destello rojizo y el impresionante muro de espadas de los arcángeles… durante unos instantes, todo el campo de batalla se estremeció…Miguel abrió sus ojos horrorizado y detuvo el poderoso zarpazo de Leviatán, mientras que Uriel finalmente hundía la sagrada espada en el corazón de Mammon e inmediatamente desplegaba sus poderosas alas de fuego alzando el vuelo y llamando a sus leales ángeles para que corrieran a proteger Armagedón… Lucifer, había conseguido destruir la barrera de los arcángeles y el hijo de la aurora, acompañado por sus leales príncipes, Asmodeo y Astarot y sus  huestes, avanzaba ya entre los despojos de cientos de arcángeles que nada habían podido hacer por contenerlo… 
 
 
AUNQUE SÓLO SEA UNO DE ELLOS
 
 
Saga apretó los dientes en el preciso instante en el que sintió que dos oscuros y retorcidos filos se abrían paso a través de su cuerpo, lacerando y destrozando tejidos y órganos internos… hasta su garganta ascendió el metálico sabor de la sangre mientras que su vista se nublaba por completo y todo el campo de batalla se estremecía bajo sus pies…
 
Alzó un instante su vista y entre la insondable oscuridad que lentamente lo cegaba, vislumbró dos rostros idénticos y sonrientes cuyos rojizos ojos irradiaban crueldad y maldad… agachó entonces su mirada y descubrió dos diabólicas  empuñaduras asomando a sus costados y escuchó alejándose de él la misma voz a través de dos gargantas idénticas…
 
-Acabemos con él, Belial.
 
“No… no puedo dejarme vencer así… debo luchar… yo, Atenea…Kanon”, si quiera sabía si Kanon lo había conseguido, ¿y sí?… ¿Qué pasaría si Atenea…? “Pero no”, pensó al instante, “lo ha conseguido… mi hermano lo ha conseguido”, se dijo así mismo…
 
Aturdido, Saga levantó una vez más la mirada y descubrió a los Belial abalanzándose sobre él, las dos poderosas figuras, el malvado príncipe de los infiernos rodeado por su maléfica aura violácea y sintió de nuevo las oscuras empuñaduras de las diabólicas espadas clavadas a sus costados y el ardiente e hiriente filo desgarrándolo por dentro…
 
Los ojos del príncipe destellaron y dos sonrisas demoníacas se fusionaron en una misma… entonces lo sintió…
Una poderosa aura dorada, pura como la de los arcángeles, llena de amor hacia el mundo, sus seres y sus caballeros que se aproximaba a Armagedón… 
 
Saga sonrió… “Atenea, gracias mi señora…”, durante unos brevísimos instantes,  a la mente del caballero asomó el hermoso rostro de su diosa… le sonreía y su poderosa aura animaba su cansando y dolorido espíritu… sí, Kanon lo había conseguido… podía morir en paz… 
 
En el aire, Belial y Belial se fusionaron de nuevo en uno… Saga abrió los ojos y contempló los dos torsos convertirse en uno solo, cuatro brazos que pasaban de nuevo a ser dos y dos cabezas idénticas que de nuevo eran una, mientras que una maligna aura violácea manaba en forma de grandes ondas y vibraba en torno al príncipe de los infiernos a cuyo rostro asomó una extraña expresión de asombro…
 
Sereno, calmado, Saga se rodeó de su cosmos a la par que el puño de Belial caía ya sobre su cuerpo… las dos poderosas energías chocaron confundiéndose en una extraña amalgama violácea y dorada… con un rápido movimiento, Saga desapareció apenas una fracción de segundo antes de que Belial lo alcanzara… entonces el príncipe aulló furioso cuando el caballero apareció justo a su espalda y, aferrando el cuerpo de Belial con fuerza hizo estallar violentamente su cosmos…
 
-¡Suéltame!- aulló Belial mientras aparecían de nuevo dos brazos más en su torso y con estos intentaba por todos los medios alejar de sí a Saga y este sentía el imperioso empuje de las alas de Belial que intentaban salir al exterior  y expandirse para alejar de sí al caballero…- ¡Maldito seas… suéltame!
 
-Fíjate…- dijo entonces Saga, mientras apretaba aún más su abrazo y las alas del príncipe de los infiernos se quebraban bajo la presión- si tenemos cosas en común que vamos a morir juntos…
 
-¡Libérame…!- Belial aullaba mientras que ambos salían despedidos hacia el firmamento y las fuerzas del demonio comenzaban a flaquear a medida que sus cuerpos ardían por el violento estallido de energía…
 
 
Y, de nuevo un hermoso haz dorado se abrió paso a través del negro palio que circundaba el valle de Jezreel… de nuevo, se alzaron las plegarias de boca de los arcángeles a la par que Lucifer y sus cuatro príncipes sobrevivientes aullaban al oscuro palio. Un custodio, un príncipe de los infiernos… Camus cerró los ojos y sonrió, mientras que Aioros contempló cómo, la estrella fugaz en la que se había transformado Saga, ascendía para coronar la cúpula de los cielos…
 
 
UNO A LA VEZ QUE MILLONES
 
 
-…puede que a ellos no los conociera- dijo una sola voz mientras las azuladas llamas lamían la blanca mampostería y Legión avanzaba despacio en dirección a Shaka- pudiera ser que a ellos sí  los subestimara…sin embargo…- Legión desapareció y al instante su puño chocó contra la poderosa barrera del caballero de virgo que, impasible, con sus ojos cerrados y concentrado, contuvo el golpe mientras las potentes descargas provocadas por el choque hacían que parte de la cúpula azul cayera al suelo destrozada…- ¡a ti te conozco muy bien!
 
-En esta ocasión- dijo Shaka mientras juntaba las palmas de sus manos sobre su pecho y su cosmos aumentaba cada vez más en intensidad- te vas a llevar una buena sorpresa, pues hoy Legión, vas a recibir tu justo castigo.
 
-Y..., ¿quién va a castigarme si puede saberse?, ¿tú?- miles de voces estallaron en una sonora carcajada- Eres poderoso, Shaka de virgo…- bajo la espantosa máscara que cubría su rostro, los labios de Legión se alargaron en una diabólica sonrisa- y pretencioso, muy pretencioso. ¿De verdad piensas que tienes alguna oportunidad contra mí?- las violentas llamaradas que lo rodeaban estallaron cristalizando el suelo y el techo del santuario oculto…- ¿Tienes si quiera la más mínima idea de contra a quién te estás enfrentando?
 
-Dímelo tú- contestó Shaka a la par que su cosmos estallaba haciendo retroceder los gélidos cristales provocados por las llamas de Legión y una enorme profusión de mándalas inundaba la estancia…- Dentro de ti habitan miles, millones de demonios… lo sé- contestó Shaka y a sus labios asomó una sonrisa…-Ya te vencí en una ocasión.
 
Al pronunciar esta última frase la maléfica energía de Legión estalló de golpe… moviéndose a la velocidad de la luz, Shaka esquivó los embates del demonio encolerizado, las energías de ambos chocaban mientras que todo el santuario temblaba sobre sus sagrados cimientos…
 
 
Dohko y Milo sintieron temblar la tierra, ambos se miraron a los ojos y saltaron apretando su marcha… Tras el violento choque de energías provocado por los ataques de Shaka y Legión, parte de la nevada cima del monte se había precipitado sobre los caballeros y estos debían ahora avanzar eludiendo a su vez el inmenso alud que se les venía encima… 
 
Mientras tanto, Mu vislumbró unas violentas llamaradas azuladas saliendo al exterior a través de una cueva,  e instantes después sintió de nuevo las poderosas vibraciones del cosmos de Shaka. Dejando fluir su energía cósmica, Mu se adentró en el interior de aquel frío pasaje…
 
 
 
-¡Lucifer me prohibió hacerte daño!- aullaron miles de voces a la par que Legión contenía el puño de Shaka y este lanzaba su pierna contra el caballero que la contuvo con su barrera.- De no haber sido por mi señor… te habría matado aquel día. ¡Muere, Shaka! ¡FUEGO ABISMAL!
 
Ante los ojos de Shaka, el cuerpo de Legión estalló envuelto en unas violentas lenguas de fuego que rápidamente lamieron la superficie de la barrera del caballero quien se vio obligado a concentrar aún más su energía para que su potente barrera no se resquebrajara…
 
-Pero las cosas han cambiado- aullaron miles de voces a la par que las violentas llamas aumentaban más y más en intensidad y todo el interior del santuario comenzaba a estallar pulverizado en finos cristales- nada ni nadie me hará detener hoy mis golpes…- dando un salto hacia atrás, Legión extendió sus brazos a la par que musitaba unas oscuras palabras.- ¡CIRCULO DE LAMENTACIONES! 
 
Al instante, del cuerpo de Legión comenzaron a escindirse miles de formas, oscuras, grotescas y retorcidas cuyos cuerpos ardían cristalizados dentro de las violentas llamaradas provocadas por la maléfica energía de Legión…
 
Shaka apretó los dientes al estallar los lamentos de todas aquellas almas que eran castigadas en el interior del cuerpo del demonio… Su poderosa barrera comenzó a vibrar…
 
Muy cerca de él, Mu también apretaba los dientes, llevándose las manos a los oídos en un vano intento de sofocar todo aquel hiriente clamor, mientras que, lentamente, avanzaba hacia el interior del santuario e intentaba aproximarse a Shaka quien, en esos momentos, levitaba en el interior de su prodigiosa barrera mientras que su cosmos se concentraba en torno a él y el caballero levantaba su mano izquierda en la que sostenía su rosario…
 
A pesar de todo su poder, Mu no conseguía acallar aquellos gritos y lamentos que le taladraban el cerebro… sin embargo, su determinación era tal que finalmente el caballero consiguió acercarse lo suficiente a Shaka…
 
-Espíritus que sufrís eternamente el tormento del fuego y del hielo… espíritus que moráis mí… ¡que a vuestro clamor y sufrimiento se unan las voces y las lamentaciones de todos cuantos osan rebelarse ante mí…! 
 
Legión volvía a concentrar su maléfica energía en esos momentos… Mu había caído de rodillas al suelo, mientras que sentía que una fuerza diabólica le succionaba el alma… comenzó a vomitar sangre a la par que luchaba con todas sus fuerzas por no sucumbir… simplemente no podía… no podía dejarse vencer así… tan fácilmente…
 
Entonces, toda la estancia comenzó a girar a la par que las incontables cuentas de un rosario gigante se abatían y rodeaban a todos los seres que aullaban y gritaban mientras sus almas sufrían aquel cruel castigo…
 
-¿Qué pretendes hacer?- Legión estalló encolerizado…- Pronto tus lamentos y los de tus compañeros se unirán a mí circulo de lamentaciones… pronto os someteré a todos y vuestras almas sufrirán durante el resto de la eternidad… ¡CASTIGO!
 
A pesar del lacerante dolor en su interior, Mu consiguió saltar en el momento en el que un haz de luz ambarina estallaba bajo sus pies y salía proyectado al exterior atravesando la cúpula azulada… Otro haz ambarino estalló bajo la barrera de Shaka, pero este siquiera se inmutó…
 
Concentrado, Shaka liberó violentamente su energía a la par que agitaba el rosario con su mano izquierda…
 
-Estos seres que has convocado…- dijo tranquilamente el caballero de virgo- no pueden nada contra mí…- bajo su espantosa máscara, los ojos de Legión destellaron… sospechaba que contra Shaka, sus espíritus inferiores andaban en desventaja…- ahora mismo, liberaré a todos estos seres del cruel castigo a los que has sometido a sus almas… ¡INVOCACIÓN CELESTIAL DE LOS ESPÍRITUS MALIGNOS TERRENALES!
 
…jadeando, en esos momentos, Dohko y Milo alcanzaban la entrada a la cueva por la que salían al exterior unas intensas llamaradas azuladas a la par que un espantoso clamor… el aullido, el griterío de miles de seres que estaban siendo torturados se alzaba sobre ellas…
Al instante, los espíritus invocados por Shaka se abalanzaron sobre las retorcidas y torturadas almas convocadas por Legión. La montaña entera tembló sobre sus cimientos una vez más,  a la par que dentro del santuario las almas demoníacas y los espíritus malignos de Shaka estallaban arrasándolo todo… Mu rodó por los suelos, mientras que unas terribles ondas de energía golpeaban los rostros de Milo y Dohko quienes, finalmente habían conseguido abrirse paso hacia el interior del santuario…
 
Legión estalló en una sonora carcajada mientras que Shaka se ponía en pie y encaraba al demonio, quien aplaudió al caballero…
 
-Impresionante- miles de voces volvieron a alzarse desde el interior de la garganta de Legión, a la par que Mu se levantaba dolorido del suelo y, junto a Dohko y Milo se situaban al lado de Shaka…- sospechaba que eras un hueso duro de roer… y mira tú por donde…- Legión abrió sus manos dando la bienvenida al resto de los caballeros- aquí están tus compañeros. Bravo por vosotros también, vencer a Fleuretty y Sarganatas, ¿quién lo hubiera imaginado?- dijo una sola voz en esta ocasión, a la par que los cuatro caballeros se rodeaban con la potencia de sus energías cósmicas.
 
-Este es tú fin, Legión- Shaka avanzó en dirección al demonio a la par que concentraba su energía entre las palmas de sus manos- hoy, iluminaré tu camino…
 
 
LA DETERMINACIÓN DE HANIEL
 
Completamente concentrado, rodeado por su poderosa energía cósmica, ahora que el violento príncipe había dejado de aullar,  Camus seguía con su mirada cada uno de los sutiles movimientos de Semyazza…
 
-¿Sabes cuál es la verdadera finalidad de los aullidos del mal?- preguntó  Semyazza y Camus torció el gesto confundido.
 
-¿A qué viene esa pregunta?- inquirió Camus a la par que se hacía a un lado y Semyazza pasaba como una exhalación a escasos milímetros de su cuerpo.
 
El malvado príncipe sonrió y Camus clavó sus fríos ojos en él. Semyazza semejaba una enorme fiera salvaje, oscura y rojiza… sus movimientos eran  precisos, sutiles, felinos… al igual que un gran tigre, Semyazza acechaba a su presa…
 
Rápidamente, Camus volvió a hacerse a un lado, mientras la enorme figura del príncipe de los infiernos pasaba cerca, muy cerca de él… sin embargo, en esta ocasión los ojos del caballero destellaron a la par que una ligera mueca, más de asombro que de dolor, le surcaba el rostro y un fino hilo de sangre asomaba a través de una ligera grieta en su armadura, a la altura de su pecho… y Semyazza volvía a sonreír…
 
-A todo esto- dijo Camus mientras concentraba su cosmos sobre su puño derecho donde aparecía una bola de finos y hermosos cristales…-  aún no me has dicho cuál es esa finalidad… ¡Polvo de diamantes!
 
Camus lanzó una violenta ráfaga de cristales sobre Semyazza que saltó extendiendo sus enormes alas, mientras el caballero a su vez se lanzaba sobre el poderoso príncipe de los infiernos que contuvo el puño del caballero mientras este conseguía helarle la garra…
 
-¿De verdad quieres saberlo?- los ojos de Semyazza destellaron mientras contemplaba su garra parcialmente congelada y sonreía al caballero. Camus sintió que el pulso se le detenía y de nuevo  torcía el gesto y a su rostro asomaba una mueca de dolor…- Lacerante ¿verdad?
 
Jadeando, Camus hincó la rodilla en el suelo mientras que, una vez más  sentía  una terrible y angustiosa presión en su cerebro…
 
-Y…, esto, es sólo el principio. Estás bajo mi influjo.
 
-¡Mientes!- aulló Camus, mientras se llevaba las manos a los oídos y su vista se nublaba. No comprendía lo que le estaba pasando, su cerebro le martilleaba en los oídos y la terrible presión que sentía en su cabeza parecía a punto de estallar…
 
De repente una oscura garra le aferró por el cuello… y Camus contempló su rostro contraído en las felinas pupilas de Semyazza.
 
-¿Por qué habría de mentirte? Mi aullido tiene dos finalidades… la primera de ella es la de alentar a las huestes de mi señor- Semyazza volvió a abrir sus fauces y de ella volvió a salir el terrible aullido. Al instante los demonios que los rodeaban estallaron enardecidos, aumentando la virulencia de sus ataques mientras que la nueva armadura de acuario comenzaba a vibrar y a resquebrajarse- la segunda y mi favorita… la de someter a mis enemigos mediante la lenta tortura, a través del sufrimiento y padecimiento extremo de su ser a mi total y absoluta voluntad. Empieza con un lacerante dolor de cabeza… la vista se nubla, el cerebro parece a punto de estallar… y lo mejor de todo es que ese sufrimiento no ha hecho sino comenzar… todo tu ser se encuentra ahora a mi merced- las palabras de Semyazza retumbaban en su interior… haciendo un gran esfuerzo, Camus consiguió aferrar la garra del príncipe que lo mantenía izado por el cuello- eres muy fuerte mortal, siento la lucha en tu interior… siento los terribles esfuerzos que estás llevando a cabo, pero todo es inútil…- Semyazza liberó el cuello de Camus y este cayó al suelo, donde el príncipe lo pateó sin piedad.
 
“¿Sería verdad lo que Semyazza le había dicho? ¿En verdad se encontraba a merced de ese maléfico ser? ¿Por qué su cuerpo se negaba a responderle? Y ese intenso y lacerante dolor… ¿Cuándo cesaría?”
 
 
…y mientras tanto, abriéndose penosamente paso entre la oscura marea de criaturas infernales y los brillantes destellos de los seres celestiales que luchaban sin cuartel… él avanzaba lentamente, arrastrándose… sus ojos dorados fijos en el poderoso príncipe de los infiernos, y su determinación puesta en el custodio…
 
 
-¡Ah, no!- dijo Semyazza- no voy a permitir que pierdas la consciencia…aún no he terminado contigo.
 
En esos momentos, el cosmos de Saga estalló y una poderosa estrella fugaz desapareció entre las plegarias y los aullidos de los seres celestiales y de los demonios… sangrando, mal herido… Camus sonrió a la par que, haciendo un esfuerzo terrible, el caballero conseguía hacer estallar su cosmos ante los sorprendidos ojos del príncipe Semyazza… que, de nuevo, volvió a aullar mientras que Camus caía de rodillas sobre el campo de batalla taponándose los oídos y toda su armadura estallaba pulverizada en  finos cristales…
 
Rápidamente, Semyazza se abalanzó sobre el caballero… sus garras lo golpearon con violencia, hundiéndose en su torso una y otra vez… cuando… de repente… alguien contuvo el brazo del sorprendido demonio y, tras propinarle un violento golpe en el rostro, Semyazza cayó rodando aturdido al suelo…
 
-¡Valor custodio!- Haniel extendió sus alas y, haciendo un gran esfuerzo ayudó a Camus a levantarse. Más muertos que vivos, el arcángel y el custodio, apoyándose el uno en el otro, encaraban ahora a Semyazza, cuyos fieros ojos ardían de rabia e ira contenida…- Aún me queda algo de energía para combatirte, Semyazza…
 
-Por mi señor Lucifer que os voy a destrozar a los dos…- una descarga roja recorrió el cuerpo del demonio a la par que este cruzaba sus brazos ante sí  y de él comenzaba a manar su maléfica energía en poderosas y violentas ondas…
 
-Prepárate custodio…- dijo entonces Haniel mientras posaba su mano derecha sobre el pecho de Camus que lo miró extrañado y el arcángel le sonreía- voy a entregarte mi último aliento…
 
Semyazza alzó entonces sus dos poderosas garras hacia el oscuro palio mientras que una sanguinolenta atmósfera rodeaba al arcángel que musitaba unas palabras al sorprendido Camus y Miguel luchaba con todas sus fuerzas contra un poderoso Leviatán que no retrocedía ante sus envites… 
 
Y, mientras esto sucedía, Atenea acompañada por sus cinco caballeros de bronce y el arcángel Rafael, se aproximaban a Armagedón conscientes de que la batalla había alcanzado su clímax y… algo espantoso acontecía en el monte Hermón…
 
 
LA MIRADA DE LUCIFER
 
 
“¿Qué…?” Tras el violento choque, Aioros salió despedido junto a los destrozados cuerpos de cientos de ángeles y criaturas demoníacas… Realizando un gran esfuerzo, el caballero apartó el torso de una descomunal y espantosa bestia que yacía muerta sobre él, a la vez que vislumbraba miles de formas aladas que sobrevolaban el campo de batalla dirigiéndose hacia Armagedón y una hermosa estrella fugaz atravesaba el oscuro palio y se perdía en el firmamento…
 
Los oídos aún le zumbaban y sangraban. Sentía un dolor espantoso que le atenazaba todo el cuerpo… lentamente, el caballero fue liberando sus piernas y su torso de aquella espantosa amalgama de miembros y cuerpos destrozados que habían caído sobre él y que milagrosamente, eran los responsables de que la explosión no lo hubiera destrozado a él igualmente. Finalmente, Aioros, consiguió zafarse. Tragando saliva, el caballero se levantó de entre todos aquellos despojos y lo que descubrió lo dejó atónito… 
 
En ese preciso instante, Uriel descendía en picado desde los cielos acompañado por sus arcángeles mientras hacía resonar de nuevo el cuerno plateado y todos estos se lanzaban sobre la oscura y densa marejada de demonios que acompañaban a Lucifer y sus príncipes que ya se hallaban en el interior del estrecho pasillo… 
 
“Ya está ahí… debo hacer algo, por Atenea…” Haciendo estallar su cosmos, rodeando su cuerpo con cientos de poderosas descargas, el caballero de sagitario extendió sus prodigiosas alas y se lanzó en contra de las huestes del señor de los infiernos…
 
Rápidamente, el caballero avanzó abriéndose paso entre los arcángeles y demonios… su poderoso puño impactaba contra las terribles bestias que intentaban cerrarle el paso, mientras que sus certeros golpes libraban a más de un arcángel que se hallaba en apuros… así fue como, finalmente, Aioros, consiguió acercarse a la primera línea de batalla y,  así fue como de nuevo, sus ojos y los de Lucifer se cruzaron…
 
Y durante unos instantes el tiempo se detuvo para Aioros… Los rayos del sol volvieron a destellar sobre la cabeza de Lucifer quien le sonrió mientras el fuego y la sangre estallaban tras él. Los arcángeles que aún quedaban en el interior del estrecho pasillo lanzaban sus ataques sobre Lucifer y sus príncipes, sin embargo, estos se hallaban protegidos por una poderosa barrera y algo, una especie de mancha negra que brillaba y emitía unos fríos destellos se dirigía dando vueltas por el aire en dirección hacia donde él se hallaba…
 
-¡Al suelo!- gritó alguien muy cerca de él y Aioros abrió sus ojos sorprendido…
 
Rápidamente, el caballero se lanzó al suelo y algo pasó girando sobre todos ellos a una velocidad impresionante mientras emitía una especie de silbido que le erizó la piel… y hasta sus oídos llegaron  los desgarradores gritos de los ángeles que fueron alcanzados por aquella cosa oscura… Iba a levantarse cuando de nuevo, sintió aquel fuerte silbido aproximándose hacia él y el caballero volvió a pegar su torso contra el suelo mientras que aquella cosa que giraba, pasaba en esta ocasión a escasos centímetros de su cuerpo, agitando sus cabellos…
 
-¿Qué demonios ha sido eso?- preguntó a la par que se levantaba y contemplaba a Lucifer adentrándose cada vez más por el estrecho pasillo junto a uno de sus príncipes, mientras que… una figura enorme, un hombre colosal que vestía una oscura armadura los aguardaba en el centro del pasillo portando dos gigantescas espadas, una de las cuales, llevaba al hombro…
 
-¿A qué esperas Uriel?- el hombre sonrió a la par que, desde los oscuros resquicios de su negra armadura manaba al exterior una especie de vapor verdoso- ¿Acaso tiene un simple mortal más arrestos que tú?
 
Algo confuso y aturdido, Aioros contempló al misterioso hombre, cuando alguien habló cerca de él…
 
-¡Aparta Asmodeo!- gritó la voz que le previno del ataque y una poderosa energía, blanca y pura estallaba a su lado.
 
-¡Jamás Uriel!, sí lo que pretendes es acercarte a mí señor, primero tendrás que vencerme…
 
En un abrir y cerrar de ojos, las dos gigantescas espadas comenzaron a hendir el aire… Uriel saltó y, la poderosa llama divina contuvo las dos enormes y afiladas hojas que, de no haber sido por el arcángel, le hubieran cercenado la cabeza…
 
-¡Corre!- le gritó Uriel a Aioros- ¡corre e intenta detener a Lucifer!
 
 
LA MÁSCARA DE LEGIÓN
 
 
-¿Iluminar mi camino?- la maléfica aura de Legión comenzó a emitir unos violentos destellos azulados a la par que su espantosa máscara comenzaba a vibrar.- En verdad que no sabes lo que dices…- lentamente el demonio comenzó a caminar en dirección a Shaka.- más bien, seré yo quien te ilumine. Dime Shaka, ¿sabes a dónde va el mal cuando te has liberado de él?
 
Shaka frunció el ceño… “¿Qué estás tramando? ¿A dónde quieres ir a parar, Legión?”, pensó para sí…
 
-Aguarda Milo…- el viejo maestro sujetó el brazo del caballero del escorpión quien ya se lanzaba al ataque. La maligna energía de Legión se hallaba en equilibrio con la energía de los caballeros…- preparaos…- dijo entonces Dohko y Milo lo miró extrañado- algo terrible está a punto de suceder...
 
Legión detuvo sus pasos frente a Shaka cuya poderosa energía chocaba contra la del demonio provocando unas terribles y violentas descargas en el interior del santuario…
 
-Y…, para iluminarte, debo primero sumirte en la oscuridad total y absoluta, Shaka.- dijo entonces Legión a la par que su máscara comenzaba a estallar en pequeños fragmentos a través de los cuales asomaban las lenguas de diminutas llamas azuladas- ¿Sabes?  Hace cinco años que esta máscara cubre mi rostro…- Shaka abrió entonces sus ojos sorprendido- Fue necesario. Teníamos que controlarlo y no fue nada fácil someterlo…- Mu, Milo y Dohko contemplaban la misteriosa escena extrañados, preguntándose de qué demonios estarían hablando Shaka y Legión…
 
-¿Controlarlo?
 
-Perdona…- dijo entonces una sola voz- más bien debería decir… controlarte…
 
-¿Controlarme?- Shaka frunció el entrecejo, mientras que sus compañeros se miraban ahora unos a otros extrañados.- ¿De qué demonios estás hablando Legión?
 
….de repente, Shaka saltó en el aire a la par que Legión extendía sus brazos y su espantosa máscara saltaba hecha añicos mientras que este de nuevo, volvía a estallar en una sonora carcajada… Frente a sus compañeros, Mu activó su muro de cristal, pero este estalló pulverizado… mientras que, a la velocidad de la luz, Dohko se situaba delante de sus dos compañeros protegiéndolos con el escudo de libra que comenzó a vibrar y cuartearse bajo las intensas y gélidas llamaradas que emitía la demoníaca energía de Legión.
 
-¡Aquí lo tienes Shaka!- gritó Legión quien ahora parecía preso de un terrible dolor- ¿No quieres saber a dónde va todo el mal, Shaka?- sobre el  rostro de Legión  palpitaba una hiriente estrella de cinco puntas. Sorprendidos, los caballeros retrocedieron unos pasos mientras que, del interior  del cuerpo del demonio un ser misterioso luchaba por salir al exterior, por abandonar el cuerpo de Legión… quien jadeaba y aullaba.- Incluso el poderoso señor… ¡el rey de los nigromantes infernales!, tuvo que recurrir a sus artes más oscuras para someterte…- Shaka abrió sus ojos sorprendido, al igual que hicieron sus compañeros…
 
-No puede ser…- musitó Shaka casi para sí.- debe de ser una ilusión…- sin embargo, sus sentidos le decían que lo que estaba aconteciendo era real.
 
-¡Shaka!- gritó Milo- ¿qué está pasando?
 
-Aquel día…- Legión comenzó de nuevo a hablar- no quisiste unirte a mi señor, rehusaste su ofrecimiento…- jadeando, el demonio, lentamente se fue incorporando…  había un ser más allí, un ser oscuro y poderoso que finalmente, había conseguido abandonar el cuerpo de Legión.- y sin embargo… le entregaste a Lucifer uno de los más poderosos espíritus infernales que haya existido jamás…
 
-¡Shaka!- gritó Mu, al tiempo que retrocedía e…
 
…inmediatamente, cientos de brazos salieron proyectados del suelo del sagrado santuario… Milo, Dohko y Mu, hicieron estallar sus cosmos a la par que contenían los embates de las almas condenadas que habían comenzado a inundar la estancia…
 
-Mara… así lo llama mi señor Lucifer… así te habría llamado él.- los maliciosos ojos azules de Mara destellaron a la par que con su mirada taladraba a Shaka, y  todos contemplaban el increíble parecido entre ambos…- Mara es el mal que habitaba en ti…-ante los atónitos ojos de Shaka, Mara cerró sus ojos y, sentándose en el suelo en la posición del loto,  comenzó a concentrar su maléfica energía a la par que los azulados pétalos de una flor de loto espectral, giraban en torno a él…
 
-¡Eso es…!- Mu no salía de su asombro…- está concentrando su energía al igual que… ¡qué poder tan…!
 
-Creo que Mara ha elegido por los dos…- hablaron miles de voces- su voluntad es inquebrantable, al igual que la tuya Shaka y su poder…- Legión sonrió-  no puedo dominarlo y, ahora que ha roto mi máscara, no puedo volver a contenerlo… - sereno Shaka descendió y… sentándose en el suelo, él también dobló sus piernas en la posición del loto, justo en frente de Mara- No sabes cuánto lamento no encargarme personalmente de ti… Te odio, Shaka… sin embargo, el odio y el rencor que te guarda Mara, es más fuerte que el mío.
 
Y, volviendo ahora toda su atención sobre los tres caballeros de oro que quedaban… Legión rodeó su cuerpo con las violentas llamaradas de su maléfica energía…
 
-Ahora caballeros,  os mostraré mi verdadero poder…
 
 
EL ÚLTIMO ALIENTO DEL ARCÁNGEL
 
 
 
Los ojos del arcángel destellaron… Semyazza alzó su rostro al oscuro palio y aulló haciendo estallar toda su maléfica energía en una poderosa explosión rojiza que al instante inundó el campo de batalla con sus demoníacas vibraciones clamando sangre y venganza… alentando a las huestes de Lucifer, alimentándolas con el odio y el oscuro frenesí del más salvaje y cruel de los príncipes del infierno…
 
Con su mano derecha aún posada sobre el pecho del caballero, Haniel extendió su mano izquierda en dirección a Semyazza cuyo cuerpo estaba experimentando una espantosa transformación, sus poderosos músculos temblaban a la par que su armadura saltaba hecha añicos y un fuerte vello rojizo comenzaba a cubrir todo su cuerpo mientras sus garras aumentaban de tamaño…
 
-Recibe custodio…
 
-Espera…- Camus tragó saliva- ¿qué vas a hacer? Morirás sí…
 
-Los dos estamos más muertos que vivos. Que viva al menos uno de los dos aunque sólo sean por unas horas más…- contestó entonces Haniel y Camus lo miró- No estaba de acuerdo. Cuando Miguel intercedió por vosotros ante mi señor, yo no…- Haniel agachó la mirada- ¿qué pueden hacer unos simples mortales?, le espeté… protejamos nosotros a la diosa si es necesario… No sabes cuánto lamento haber pronunciado esas palabras…Te lo ruego Camus- dijo entonces el arcángel fijando sus ojos dorados en los del caballero- recibe mi último aliento y destruye a esa bestia…
 
-De acuerdo- dijo entonces Camus- es todo un honor…
 
-El honor es mío…
 
 Profiriendo un espantoso aullido, Semyazza se lanzó sobre el arcángel y el caballero… sin embargo, en el momento en el que su pesado cuerpo caía sobre ellos, un poderoso destello dorado lo golpeó y le hizo caer a un lado…
 
Inmediatamente, Semyazza saltó sobre sus poderosas garras… y lo que vio le enfureció aún más. Camus rebosaba de nuevo vida…
 
-Así que…- comenzó a hablar el poderoso príncipe que ahora sí semejaba más una bestia salvaje-  ese imbécil te ha entregado su último aliento…- alrededor de Camus aún vibraba la esencia de Haniel. Concentrado, Camus contempló la increíble bestia en la que Semyazza se había transformado y sus ojos brillaron fríos, cortantes e hirientes a la par que una intensa corriente glacial rodeaba su cuerpo.- Mucho mejor así, acabaré contigo y de paso extinguiré definitivamente la llama de Haniel…
 
-Semyazza- serio e impasible, los finos cristales de su polvo de diamantes giraban en torno a su cuerpo…- Voy a detener cada átomo de tu cuerpo…
 
-Aunque Haniel te haya entregado su último aliento, no dejas de ser un simple mortal… tus heridas han sanado sin embargo,  pronto volveré a desgarrar tu cuerpo. Mi esencia diabólica es una de las más poderosas del infierno… Yo soy la bestia aulladora y voy a destrozarte…
 
A una velocidad impresionante, Semyazza se lanzó sobre el caballero que aguardó al último instante para apartarse… Los felinos ojos del príncipe destellaron llenos de rabia… su poderoso zarpazo abrió cinco profundos tajos en el suelo sin llegar siquiera a rozar a Camus… Iba a volverse para encarar al caballero cuando Semyazza comprobó horrorizado que no podía mover sus piernas…
 
-¿Qué significa esto?- aulló encolerizado mientras contemplaba como, una gruesa capa de cristales subía por sus enormes piernas hasta su cintura y él era incapaz de moverse…
 
-Dije que iba a detener cada átomo de tu cuerpo…- sereno, tranquilo, Camus avanzó hasta situarse delante de Semyazza. Colocó entonces sus brazos frente a su cuerpo a la par que se rodeaba de toda la potencia de su energía cósmica y una gélida corriente glacial inundaba el campo de batalla. Camus alzó entonces sus brazos situándolos por encima de su cabeza. Semyazza luchaba encolerizado hundiendo sus poderosas garras en el bloque de hielo que le paralizaba las piernas…- Voy a congelar tu cólera Semyazza. ¡EJECUCIÓN DE LA AURORA!
 
Semyazza lanzó su último aullido al cielo aunque en esta ocasión, su aullido, no alentó a las huestes de su señor… la furiosa y potente ráfaga glacial que Camus dirigió contra él pulverizó a la rojiza y sedienta bestia aulladora congelando para siempre el ansia de sangre de Semyazza…
 
Camus dirigió entonces su mirada hacia el cielo. Se acercaba… el poderoso cosmos de Atenea planeaba ya sobre Armagedón… entonces el caballero fijó su atención en la misteriosa ciudad oculta y contempló la encarnizada batalla que estaban librando los arcángeles contra Lucifer y sus príncipes en aquel estrecho pasillo que era de paso obligatorio y, rodeándose de una gélida corriente glacial, el caballero de acuario, corrió en dirección a la batalla…
 
 
LA MANO DERECHA DE LUCIFER
 
 
Unos fulgurantes destellos rojizos se dirigieron a la velocidad de la luz en dirección a Legión quien rodeado por su diabólica aura a su vez avanzó corriendo a una velocidad trepidante en dirección a los tres caballeros…
 
Legión aferró entonces el brazo de Milo. El poderoso demonio había conseguido evitar los fulgurantes destellos rojizos y, tras esquivar de nuevo el puño de Milo, Legión hundió su puño en el torso del caballero del escorpión quien salió despedido mientras todo su cuerpo cristalizaba en el interior de las violentas llamaradas azuladas del ataque de Legión…
 
Rápidamente, el viejo maestro tomó el relevo… su poderoso cosmos estalló a la par que su puño, transformado en dragón avanzaba en dirección al demonio que, concentrando su energía, contuvo el golpe del viejo maestro durante unos instantes, saliendo despedido apenas unos segundos después por el aire…
 
-¡Vaya!- miles de voces se alzaron desde su profunda garganta mientras que Legión propinaba un gran salto y quedaba colgado del techo del santuario al igual que un murciélago y de allí saltaba de nuevo al suelo evitando el ataque de Mu que estremeció la azulada cúpula.- Me voy a tener que emplear a fondo con vosotros…- dijo a la par que avanzaba en dirección a Mu quien contuvo su puño y acto seguido, rodeándose de nuevo de su maléfica energía, Legión extendía sus brazos y sonreía a través de sus descarnados labios a los caballeros.
Algo aturdido tras el impacto de las llamas, Milo se levantó e inmediatamente se rodeó de toda la potencia de su cosmos…
 
-¿Alguna sugerencia?-preguntó mientras se acercaba a sus compañeros que en esos momentos también concentraban sus energías cósmicas…
 
-¡Escuchad espíritus infernales que moráis en mí!- clamó entonces la voz de Legión y los ojos de los tres caballeros destellaron violentamente…
 
-¡Rápido!- dijo el viejo maestro mientras dirigía de nuevo su dragón  ascendente sobre el demonio.- No le permitamos escindirse en más seres, o de lo contrario tendremos muchos problemas…
 
-El viejo maestro tiene razón…- dijo Mu quien se lanzaba a su vez sobre Legión…
 
Rápidamente, Milo se unió también al ataque de sus compañeros. El aguijón del escorpión se abrió paso rodeando el cuerpo del fulgurante dragón que Dohko había enviado en busca de Legión y dos poderosos destellos dorados se dirigían a su vez hacia el cuerpo del demonio quien rápidamente, extendió sus brazos liberando violentamente su energía…
 
Los tres ataques estallaron conjuntamente en el interior de unas inmensas llamaradas azuladas…
 
-¿Ya está…?- gritó Milo- ¿hemos acabado con él?
 
Jadeando, los tres caballeros contemplaron cómo se extinguían las poderosas llamaradas… tras ellos, las energías de Shaka y Mara estallaron haciéndoles caer de bruces al suelo… se estaban levantando cuando…
 
Unos poderosos haces de luz salieron proyectados del suelo aferrando el cuerpo de Milo en su interior, mientras que Dohko y Mu, saltaban en el aire y desde allí, el viejo maestro se lanzaba al ataque intentando liberar al caballero del escorpión… Mu iba a lanzarse a su vez al ataque cuando, por el rabillo de sus ojos, avistó el cuerpo de Legión pegado a la cúpula azul del santuario…
 
Los ojos de Mu destellaron violentamente… Legión extendió su brazo derecho y desde allí lanzó una poderosa lengua de fuego sobre los caballeros que se hallaban luchando en el suelo contra aquellos misteriosos haces que aprisionaban a Milo…
 
Inmediatamente, Mu se materializó a la espalda de sus compañeros y, haciendo estallar su cosmos, extendiendo sus brazos convocó su muro cristal…
 
Legión estalló en una estrepitosa carcajada en el momento en el que el muro se resquebrajó y la violenta llamarada alcanzó de lleno al caballero de Aries que cayó rodando a los pies de sus compañeros mientras su armadura saltaba hecha trizas y las poderosas llamas azuladas congelaban su cuerpo…
 
-¡Mu!- aulló Milo haciendo estallar su cosmos, liberándose del oscuro haz  mientras se lanzaba en dirección a Legión y Dohko intentaba liberar al inconsciente Mu de las llamas…
 
-¿Por qué gritas muchacho?- los ojos de Legión destellaron a la par que se lanzaba sobre Milo, esquivando los aguijonazos del caballero...- Pronto te reunirás con tu compañero- le hablaron miles de voces en esta ocasión, mientras que Milo se hacía a un lado y esquivaba el puño rodeado en llamas del demonio y este bloqueaba las piernas del caballero y, a los ojos de Legión asomaba una expresión de asombro al sentir que algo había perforado su defensa y le había golpeado…- En verdad que me voy a tener que emplear a fondo- dijo entonces una sola voz a la vez que volvía a contener el puño del caballero…
 
 
TODO EL MAL QUE HUBO EN MI
 
 
Uno sentado frente al otro, Shaka y Mara concentraban sus respectivas energías a la par que se estudiaban. Ambos con los ojos cerrados, ambos serenos… el caballero y su oscuro reflejo… los incontables pétalos de las flores de loto chocando entre ellos, rosados y fantasmales, inundando el interior del santuario con las potentes vibraciones de sus respectivas energías…
 
-No puedes existir separado de mí- comenzó Shaka- aquel día purifiqué mi alma, comprendí mi verdadera naturaleza, resolví mis dudas, descubrí cuáles eran las causas del sufrimiento para mí y para los demás… eres una parte de mí, y como tal… somos inseparables.  Yo simplemente te acallé…
 
-No soy un concepto, Shaka…- dijo entonces Mara- mí verdadera naturaleza tiene su origen en la profundidad de tu alma… “El hombre más cercano a dios”- al rostro de Mara asomó una sonrisa- es la propia esencia divina…
 
De repente, la energía de Mara estalló chochando contra la poderosa barrera de Shaka… provocando que los tres caballeros cayeran de bruces al suelo… mientras Shaka apretaba los dientes, concentrando su energía en el punto de su barrera donde… la oscura y maléfica energía de Mara había chocado…
 
-¿Esencia?
 
-Así es, sólo somos esencia. Tanto poder… en un simple mortal… Tanto bien, tanto mal…
 
En esos momentos Shaka levantó la palma de su mano derecha y… un poderoso haz de luz impactó contra la barrera de Mara quien, al igual que antes hiciera Shaka, tuvo que concentrar parte de su oscura energía en aquel punto de su barrera donde había golpeado Shaka…
 
-Conozco todas tus técnicas…- dijo entonces Mara a la par que ambos saltaban y de pie continuaban estudiándose.- Tus técnicas- Mara sonrió- son también las mías… ¡CAPITULACIÓN DEL DEMONIO!
 
Abriendo de nuevo sus ojos, Shaka dirigió su poderoso cosmos hacia su barrera, resistiendo el tremendo impacto…
 
-¿Acallarme? ¿Cómo pensaste siquiera que yo aceptaría tal cosa? No me importaba estar dentro de ti, a cambio, sólo quería una cosa de ti...- Mara lanzó su puño sobre Shaka quien se hizo a un lado- Podríamos haber sido uno de los príncipes del infierno…- y Mara sonrió a la par que Shaka fruncía el entrecejo…
 
 “No, eso no era del todo cierto…”, se dijo Shaka así mismo, “¿Qué ocultas Mara…?”
 
-Ahora lo entiendo… ¿Eso es lo único que te motiva? Podrías haberte conformado con ser  parte del hombre más cercano a dios, uno de los caballeros de Atenea…
 
Ambos saltaron retrocediendo algunos pasos y, al igual que imágenes reflejadas, Shaka apuntó con su mano derecha a la cúpula del santuario y con la izquierda al suelo… los cuerpos de ambos destellaron y al instante ambos se vieron rodeados de demonios y criaturas celestiales… y, entonces, Shaka descubrió algo entre las ilusiones que proyectaba Mara…
 
- Ahora lo comprendo,  eres un peligro incluso para el propio Lucifer…- dijo entonces Shaka.
 
Y Mara estalló en una sonora carcajada…
 
-Por qué conformarse con ser el hombre más cercano a dios… No Shaka, se un dios… 
 
 
ATENEA
 
 
Jadeando, Miguel contuvo de nuevo el poderoso ataque del gran Leviatán, quien rugió en dirección al arcángel que tuvo que protegerse rodeándose con sus prodigiosas alas para no volver a  salir  despedido por los suelos… 
 
Rápidamente, Leviatán volvió a descargar con saña sus garras sobre Miguel quien se hizo a un lado y, rogando la protección de su señor, hizo estallar su poderosa energía, inundando el campo de batalla con sus vibraciones, alentando y reconfortando a los diezmados ejércitos de su señor a la par que hundía sus poderosos puños en la titánica mole del príncipe de los infiernos, mientras que Aioros corría tras Lucifer y Astarot que, continuaban avanzando en dirección a la ciudad, luchando contra los arcángeles de Auriel que aún quedaban en pie…
 
 
 
-¿A dónde crees que vas?- rugió una voz y al instante…
 
…la oscura y gigantesca figura de Asmodeo le interceptó el paso y, hundiendo la palma de su mano en el torso del caballero hizo que Aioros saliera despedido al exterior del pasillo, donde cayó sobre Uriel que en esos momentos se levantaba aturdido del suelo.
 
-¡FILO NEGRO!- gritó Asmodeo en el momento en el que Aioros y Uriel finalmente se levantaban…
 
-¡Al suelo!- volvió a gritar Uriel empujando al caballero mientras que el arcángel se lanzaba otra vez sobre la ensangrentada tierra y una cosa oscura, afilada y metálica, volvía a silbar por encima de sus cabezas…- ¡rápido custodio, salta y esquiva la espada negra…!
 
Ambos saltaron y bajo sus pies la espada negra pasó silbando a toda velocidad y acto seguido esta volvió  a manos de su señor quien situó una de ellas sobre su hombro izquierdo y clavó la otra en el suelo…
 
-Sí queréis entrar en Armagedón, primero tendréis que vencerme… y dudo mucho de que ambos podáis siquiera acercaros a mí…
 
-No deberías subestimarnos- dijo entonces el arcángel mientras se rodeaba de su poderosa energía y se lanzaba sobre el príncipe de los infiernos…- ¡LLAMA DIVINA!
 
-¡DIÁBOLICA DANZA DE ESPADAS!
 
Del cuerpo del arcángel salió despedida una poderosa lengua de fuego, sin embargo, Asmodeo comenzó de nuevo a hendir el aire con sus gigantescas espadas, creando una violenta ráfaga ante él con la que contuvo la llama divina y, sin que Aioros pudiera hacer nada por evitarlo, sin que el propio Uriel pudiera siquiera hacer nada por contenerlo… el malvado príncipe apareció ante el arcángel y, ante los atónitos ojos del caballero y del propio Uriel, hundió en el pecho del arcángel el oscuro filo de su negra espada y, extendiendo violentamente su brazo izquierdo, dirigió su otro filo sobre el sorprendido caballero…
 
…apunto de atravesar el cuello de Aioros, Asmodeo detuvo en seco su ataque…
 
-En verdad que sois molestos- dijo entonces el príncipe mientras dirigía su mirada de soslayo hacia Camus que, creando una gélida corriente, había conseguido congelar el brazo del príncipe de los infiernos.
 
-¡Camus!- gritó Aioros- Lucifer avanza ya hacia Armagedón.
 
Sonriendo, Asmodeo sacudió su brazo rompiendo los cristales con los que Camus había conseguido congelar su ataque. 
 
-No pasaréis jamás…- dijo entonces Asmodeo cuyo rostro se oscureció al instante al sentir una extraña vibración en el aire… una energía poderosa, una energía divina, planeaba ya sobre Armagedón.
 
Al sentir cerca la energía de Atenea, ambos caballeros hicieron estallar sus energías cósmicas… rodeado de cientos de poderosas descargas, Aioros comenzó a mover sus brazos creando pequeños círculos frente a su cuerpo, mientras que, de nuevo, la temperatura comenzaba a descender en picado y una fina capa de escarcha cristalizaba sobre la oscura armadura del príncipe de los infiernos quien sonrió haciendo estallar violentamente toda su maléfica energía creando una fulgurante barrera verdosa en torno a su cuerpo contra la que se desintegraron la inmensa mayoría de las saetas doradas que el caballero de sagitario envió contra él; el resto, sólo tuvo que esquivarlas,  a la par que Camus saltaba en el aire lanzando su gélido polvo de diamantes contra la barrera sin conseguir alcanzar al oscuro príncipe…
 
Entonces Asmodeo extendió sus dos gigantescas espadas… Aioros y Camus tuvieron que retroceder para que la punta de las mismas no los alcanzara…
 
-¡FILO NEGRO!-aulló el príncipe.
 
Esquivando el puño de Aioros, Asmodeo lanzó primero una de sus espadas al aire y, tras contener el puño de Camus, lanzó la otra y estas comenzaron a girar… ambas espadas semejaban más bien dos oscuros discos que silbaban a una velocidad impresionante y se dirigían hacia los caballeros…
 
Agachándose, Aioros consiguió evitar el filo de una de esas espadas, mientras que Camus esquivaba a la otra… y, de nuevo ambos se lanzaban sobre Asmodeo quien, tras esquivar de nuevo a los caballeros,  juntó las palmas de sus manos sobre su pecho…
 
-¡IMPARABLE FILO DIABÓLICO!
 
…miles de descargas doradas se dirigían en esos momentos hacía el malvado príncipe de los infiernos… una violenta ráfaga de helados cristales se abatía de nuevo sobre él cuando de repente... los dos discos negros se escindieron en miles de filos más que cayeron sobre los caballeros…
 
Rápidamente, Aioros se hizo a un lado mientras que a su alrededor silbaban las diabólicas hojas… Camus igualmente, saltó esquivando, lanzando su polvo de diamantes sobre aquellos oscuros discos aunque sin conseguir congelarlos…
 
A la velocidad de la luz, los dos caballeros intentaban por todos los medios evitar que las ahora miles de espadas de Asmodeo, los alcanzara… entonces sucedió…
 
…en el momento en el que Aioros saltaba y giraba evitando los filos de varias espadas… él, el oscuro príncipe de los infiernos apareció a su espalda. Los ojos de Aioros destellaron… el caballero giró rápidamente sobre sí para encarar el demonio… durante unos instantes, sus miradas se cruzaron… Asmodeo gritó algo, mientras Aioros abría sus ojos sorprendido y un oscuro filo asomaba ya por su torso…
 
-¡ESPADA DE SANGRE!- aulló Asmodeo, mientras hundía su brazo en el corazón del caballero y sobre la negra armadura del príncipe de los infiernos, se derramaba la sangre de Aioros…
 
-¡Aioros!- gritó Camus, mientras intentaba abrirse paso en dirección a Asmodeo.
 
-¡Tranquilo mortal!- gritó el malvado príncipe a la par que sacaba su brazo del pecho del caballero- Ahora mismo me encargo de ti… ¡FILOS SANGRIENTOS!
 
“Atenea, mi señora…, ya estás aquí…” En un pestañear, en un simple abrir y cerrar de ojos la oscura y gigante figura del príncipe de los infiernos se abalanzó sobre Camus a la par que todos las negras espadas que silbaban en el aire llovían sobre él… Aunque lo intentó, Camus no pudo esquivar todos aquellos filos y… de todas formas… allí estaba él… la oscura y verdosa energía de Asmodeo estalló confundiéndose con las cristalinas y gélidas ondas del cosmos de Camus quien, con el cuerpo atravesado por las dos gigantescas espadas aguardaba el golpe de gracia…
 
-A pesar de todo…- dijo Asmodeo mientras con sus garras aferraba las enormes empuñaduras de sus espadas- debo admitir que habéis sido unos dignos rivales…
 
Los fríos ojos de Camus se clavaron en los maliciosos ojos del príncipe de los infiernos quien, tras retirar las dos oscuras hojas del cuerpo del caballero colocó su mano sobre el moribundo cuerpo de Camus… 
 
-¡Espada de sangre!- dijo el príncipe mientras hundía su brazo en el corazón de Camus y una poderosa energía estallaba tras él…- ¿Quién lo hubiera dicho?- sonrió el malvado príncipe a la par que extraía su brazo del corazón del caballero y contemplaba el fulgurante destello dorado que se abría paso en esos momentos a través de la cúpula celestial…- Esto no le va a gustar nada a Lucifer.- dijo el demonio a la par que extendía su brazo izquierdo y una gélida corriente glacial cristalizaba la gigantesca espada y el brazo del príncipe de los infiernos y este saltaba en el aire evitando una lluvia de meteoros…
 
-Vas a lamentar haber matado a mi maestro…
 
 
EL VERDADERO PODER DE LEGIÓN
 
 
 
Jadeando, Legión se hizo de nuevo a un lado y Milo pasó muy cerca de él…
 
-Eres tenaz- miles de voces hablaron- y muy fuerte muchacho…
 
-¡Aguijón escarlata!
 
De nuevo, uno de los aguijonazos volvió a penetrar la defensa de Legión, a cuyo rostro volvió a asomar una mueca de sorpresa… aunque Milo no alcanzaba a comprender muy bien lo que ocurría…
 
“¿Qué ocurre?, cientos de veces he descargado mi aguijón sobre él, pero nada… no ocurre nada… tampoco puedo atraparlo en el interior de mi campo de fuerza… esas llamaradas…”
 
-¡Por el vuelo del dragón!- gritó Dohko uniéndose al ataque ahora que había conseguido liberar a Mu de las llamas y este se recuperaba…
 
Sin embargo, Legión de nuevo contuvo el poderoso ataque del viejo maestro… la energía del caballero de libra quedó suspendida en el aire a punto de alcanzar al demonio, contenida tras las violentas llamas que rodeaban el cuerpo de Legión…
 
-¡PODEROSA LLAMA DIABÓLICA!- aullaron miles de voces y Milo y Dohko salieron despedidos por los aires en el interior de unas violentas llamaradas que hicieron saltar sus respectivas armaduras mientras que ambos sentían que esta vez las llamas los abrasaban…
 
-¡REVOLUCIÓN DEL POLVO ESTELAR!
 
Sorprendido, Legión saltó en el momento en el que una poderosa ráfaga de estrellas fugaces se abatía sobre él… quien no pudo evitar que el ataque le alcanzara… aunque no de lleno. El golpe de Mu consiguió impactar en el demonio que salió despedido contra una de las paredes del templo…
 
-Me estoy cansando- habló una voz desde el interior de una oscura y fría garganta- ¡Malditos seáis los tres!- aullaron miles de voces- ¡Sira, Abraxas, Dumath!- gritó Legión y al instante tres grotescas figuras se escindieron de su cuerpo- ¡a por ellos! Sin contemplaciones… ¡Matadlos, los quiero muertos…!
 
Al instante sus demonios se abalanzaron sobre los caballeros… Dohko contuvo la primera de las embestidas de Dumah quien rápidamente volvió a la carga, mientras que Milo saltaba evitando que los cilios de Sira lo alcanzaran y Mu se protegía tras su muro de cristal que tembló al recibir el ataque de Abraxas…
 
Mientras tanto, Legión se rodeaba de nuevo de su oscura y maléfica energía… sus poderosas llamas azuladas volvieron a danzar en torno a su cuerpo…
 
“Estos imbéciles no pueden hacer nada solos…”, se dijo Legión así mismo mientras levantaba las palmas de sus manos al techo y comenzaba a musitar algo en la oscura lengua de los demonios…
 
Cientos de dragones se dirigían en esos momentos hacia Dumah, mientras que los certeros aguijonazos de Milo tenían prácticamente sometido a Sira y el cuerpo de Abraxas desaparecía en el interior de un poderoso destello  dorado…
 
…en la palma derecha de la mano de Legión apareció una pequeña esfera azulada en cuyo interior titilaba una llama… en la izquierda apareció a su vez una esfera rojiza…
 
A los ojos de Legión asomaron dos llamas fantasmales… Rodeado por las potentes vibraciones de su energía cósmica, Mu concentraba su cosmos a la par que extendía sus brazos y creaba una ráfaga en la que, de nuevo, descargaba miles de estrellas fugaces en dirección a Legión…
 
Sonriendo, el demonio aulló haciendo estallar su maléfica energía… un violento rayo de estrellas se dirigía hacia el… entonces el demonio extendió su brazo derecho y al instante, la pequeña esfera azulada en la que titilaba la llama, multiplicó su tamaño…
 
-¡DESTRUCTOR DE ALMAS!- gritó Legión lanzando la esfera azulada en dirección a Mu…
 
Milo descargó su último aguijonazo sobre Sira. El demonio cayó ensangrentado al suelo donde su diabólica esencia se extinguió de la tierra… Los ojos del viejo maestro destellaron a la par que con sus manos y rodeado por la potencia de su cosmos, se lanzaba ya sobre Legión cuando algo espantoso ocurrió…
 
Una pequeña esfera azulada se abrió paso a través de la hermosa ráfaga de estrellas que Mu había enviado sobre Legión… Dohko contuvo su ataque y lanzó uno de los escudos de libra sobre la pequeña esfera… pero llegó tarde… la bola alcanzó a Mu a la altura de su pecho…
 
Mu palideció al instante… no hubo explosión ni daño alguno aparente… la pequeña esfera penetró a través de la destrozada armadura del caballero y este cayó al suelo mientras su energía dejaba de vibrar…
 
Y mientras tanto, el poderoso ataque que Mu lanzara sobre Legión lo había alcanzado… el demonio saltó por los aires cayendo aturdido al suelo, mientras que, en el puño de su mano izquierda, Legión aún guardaba la bola rojiza…
 
-¡Mu!- Milo corrió hacia el caballero que había caído de bruces al suelo. Rápidamente, el caballero del escorpión le dio la vuelta… estaba pálido, rígido… muerto. Milo lo zarandeó y lo llamó varias veces, pero Mu no respondía… Encolerizado, los fieros y rojizos ojos de Milo buscaron a Legión y lo halló aturdido en el suelo…-¿Qué le has hecho? ¡Monstruo! ¿Qué le has hecho a Mu?
 
Legión estalló entonces en una estentórea carcajada… a la par que se levantaba y sacudía su armadura…
 
- Es mi técnica definitiva. No me gusta emplearla… prefiero arrancarle el alma a mis presas y que sus gritos y aullidos  se sumen a mí círculo de lamentaciones … sin embargo, no me habéis dejado otra opción…  he destruido su alma…- habló una sola voz mientras Legión extendía de nuevo sus brazos- y, muy pronto, también destruiré la tuya…
 
 
SHAKA CONTRA “SHAKA”
 
 
“Es inútil”, se dijo Shaka así mismo… “no puedo emplear mis técnicas contra mí, esto es sencillamente… absurdo…”
 
-¿Qué te ocurre Shaka?- Mara abrió los ojos y al instante un violento haz negro golpeó la poderosa barrera de Shaka agrietándola a la par que el haz se separaba en cientos de ondas que comenzaron a constreñir la barrera. Shaka tuvo que abrir sus ojos liberando su cosmos violentamente  para detener el avance de esas ondas…
 
Sorprendido el caballero retrocedió algunos pasos… esa técnica… le era totalmente desconocida…
 
De nuevo, Mara se lanzó al ataque. Rápidamente, Shaka se hizo a un lado… sutilmente, Mara situó la palma de su mano abierta sobre el hombro de Shaka y este salió despedido mientras que unas descargas negras rodeaban su cuerpo…
 
“¿Qué es esto?” Aturdido, el caballero se levantó mientras su sangre fluía por su brazo derecho…
 
-Sorprendido Shaka…- las manos de Mara adoptaron un nuevo mudra. El caballero de virgo contuvo entonces un nuevo haz negro con su barrera…- Estas son mis técnicas, mis armas…
 
-Ya veo que no has perdido el tiempo- sereno Shaka dejó fluir de nuevo su cosmos…
 
-Y no sólo eso. También soy mucho más rápido y poderoso  que tú…
 
Shaka apartó entonces su rostro y el puño de Mara pasó rozándole la mejilla abriéndole un profundo tajo, sin embargo, Shaka aprovechó el momento para agarrar a Mara por el brazo y, tras concentrar su energía, el caballero golpeó a su igual entre las costillas, mientras giraba su brazo y descargaba de nuevo un golpe sobre el espíritu demoníaco…
 
-No eres más rápido que yo- dijo entonces Shaka quien concentraba de nuevo su energía entre las palmas de sus manos…- tampoco eres más poderoso.
 
-¿Eso crees?- dijo Mara encolerizado haciendo estallar su poderosísima energía, abalanzándose sobre Shaka rodeado de negras descargas…
 
-Lo sé… y con eso me basta…- le dijo Shaka.
 
Alzando su mano, Shaka contuvo la poderosa energía de Mara… el espíritu retrocedió sorprendido…
 
-Lo he comprendido- continuó Shaka- en cualquier caso… tú y yo somos iguales.
 
-De nuevo…- Mara se lanzó sobre el caballero.  A la velocidad de la luz, el demonio se rodeó de las poderosas descargas que emitía su oscura energía y, realizando un rápido movimiento con sus manos en estas aparecieron unas poderosas bolas de energía.- te equivocas, Shaka… ¡CALVARIO!
 
Shaka abrió los ojos sorprendido… Mara comenzó a lanzar sobre él  cientos de bolas de energía, densa, oscura y maléficas. Rodeado de su poderoso cosmos, con la ayuda de su rosario, Shaka golpeó las esferas que conseguían abrirse paso a través de su barrera… de repente el demonio apareció delante de él y, rodeado por las fuertes y oscuras descargas que emitía su maléfica energía, Mara golpeó a Shaka con toda la rabia e ira contenida que le reservaba…
 
El caballero salió despedido por los aires… sin embargo Mara aún no había acabado con él… sin darle siquiera un respiro, el demonio volvió a aparecer sobre él y de nuevo sus puños se hundieron en el torso de Shaka cuarteando su nueva armadura…
 
“Tengo que hacer algo… tengo que contraatacar o de lo contrario…” apretando los dientes, Shaka consiguió detener el puño del demonio, sin embargo, este le sonrió y al instante su cuerpo se rodeó por las poderosas descargas de su maléfica energía provocando que Shaka saliera de nuevo despedido al recibir la letal descarga…
 
-No ha estado mal…- Mara estalló en una sonora carcajada- te conozco tan bien que sé hasta dónde eres capaz de soportar, sin embargo, yo no cometeré el error de Legión… no voy a torturarte- mientras pronunciaba estas palabras Mara extendió sus brazos a la vez que todo el santuario se llenaba de miles de flores de loto negras…- voy a ejercer sobre ti la más mortífera de mis técnicas. Te quiero muerto Shaka y te quiero muerto ya… ¡CORRUPCIÓN DE ALMAS!
 
…al instante las miles de flores de loto abrieron sus pétalos… Shaka convocó su barrera en torno a él… de cada una de las flores partió un haz de energía denso, oscuro y maléfico que chocó contra la barrera del caballero quien hizo todo lo posible por resistir en el interior de su barrera. El caballero alzó entonces  la vista y descubrió algo… Mara parecía mucho más débil ahora, como sí al lanzar su ataque su energía disminuyera drásticamente y Shaka sonrió… “Veamos, si es verdad que me conoces…”, pensó a la par que, sutilmente, Shaka disminuía la energía con la que alimentaba su barrera, permitiendo que algunos haces penetraran a través de ella…
 
Finalmente, su barrera cedió… entonces los haces penetraron  alcanzándole en uno de sus brazos… Shaka rodó por los suelos a la par que  sentía un frío intenso traspasándole el brazo, un hiriente y gélido escalofrío que… lentamente, le fue subiendo hasta el hombro y de allí comenzó a  expandirse por su pecho…
 
-¡Maldito seas!- aulló Mara- has conseguido escapar esta vez… pero no lo conseguirás ahora… ¡CORRUPCIÓN DE ALMAS!
 
Shaka sonrió… dejando fluir su cosmos, aguardó hasta que los lotos negros se hubieron abierto y lanzado sus haces sobre él… en el momento en el que los haces iban a alcanzarle, el caballero se tele transportó a la espalda de Mara y al instante, cientos de ojos cayeron sobre el demonio… los lotos negros estallaron mientras que Mara se hallaba ahora sometido a la severa mirada de Shaka…
 
-¿Qué me has hecho?- aulló Mara. 
 
-Para haber formado parte de mí… no has sido muy inteligente mostrándome dos veces tu técnica.- los ojos de Mara destellaron, se hallaba en el interior de un poderoso haz dorado y Shaka se encontraba justo a su espalda, concentrando su energía…- Dejé que tus haces me rozaran y descubrí que cada vez que lanzas tu ataque… pierdes la mayor parte de tus energías. No debe de ser fácil controlar toda esa energía siendo nada más que esencia…
 
-¡Espera! Piensa en todo cuanto podríamos hacer juntos, piensa en todo nuestro poder, juntos podríamos…
 
-… ser un dios…- Shaka abrió las palmas de sus manos irradiando unos poderosos destellos dorados- soy un hombre, Mara, no un dios…
Y, tras producirse un violento destello dorado, Shaka golpeó a Mara con toda la potencia de su poderosísimo cosmos… destruyendo de una vez por todas, el mal que hubo en el a la vez que el caballero caía de rodillas al suelo agotado…
 
 
LA CÚPULA CELESTIAL
 
 
Rodeado por su prodigiosa barrera, Lucifer avanzaba sembrando el caos y la destrucción… los arcángeles que aún luchaban en el interior del estrecho pasillo nada podían contra él y su leal súbdito Astarot que marchaba a su lado, cuando, de repente, ambos detuvieron su avance…
 
-No puedo creerlo- dijo entonces Lucifer a la par que su maléfica energía estallaba golpeando a los últimos arcángeles.- Astarot…- dijo entonces el monarca del infierno.- esa energía que acaba de traspasar la cúpula celestial, ¿es de quién creo que es?
 
-Así es mi señor.
 
-Y…- encolerizado, Lucifer clavó su mirada en su súbdito-¿Cómo es eso posible?
 
Astarot agachó la cabeza… los misteriosos ojos de Lucifer cambiaron a una tonalidad más oscura mientras que los rayos que coronaban su cabeza destellaron violentamente…
 
-Sí no está muerto, Lucífago deseará estarlo cuando vuelva a verlo… destruye inmediatamente los cuatro pilares sobre los que se sustenta la cúpula…- Astarot extendió sus enormes y oscuras alas y levantó el vuelo en dirección al primero de los cuatro pilares. Lucifer alzó entonces una de sus cejas y contempló la figura que se estaba materializando bajo la cúpula…- Atenea, no os debíais de haber molestado…- Lucifer agachó entonces su cabeza haciendo una reverencia.
 
-Lucifer…- completamente armada, Atenea clavó sus ojos sobre el ángel más bello creado por dios quien aún permanecía con la cabeza gacha… aunque sus misteriosos ojos no dejaban de escrutar a la diosa.
 
 
 
Extendiendo sus alas, Miguel sorteó los cientos de golpes, así como las múltiples zarpas del titánico Leviatán cuando sintió la energía de Atenea sobre Armagedón y, al instante sus fuerzas renacieron… los custodios habían vuelto a obrar un milagro... unos simples mortales… lo habían vuelto a hacer y su corazón rebosaba de alegría y de admiración hacia ellos.
 
Evitando los ataques del poderoso Leviatán, Miguel finalmente consiguió atravesar la dura y escamosa piel de la colosal criatura que de nuevo, volvió a invocar unas intensas ráfagas huracanadas en torno a él… sin embargo, haciendo estallar su energía e invocando la espada sagrada, Miguel consiguió abrirse paso a través de las escamas de Leviatán hasta su corazón, donde hundió la espada hasta su empuñadura.
 
Agotado, Miguel dirigió entonces su mirada hacia Armagedón… las huestes de Lucifer continuaban combatiendo contra los ejércitos de su señor en el extenso valle de Jezreel cuando, una energía que le era conocida, irrumpió violentamente en el campo de batalla… al igual que un soplo de aire fresco,  Rafael descendía en esos momentos rodeado de sus ejércitos y Miguel alzó su  espada a la par que su energía destellaba alimentando de valor y coraje a las huestes de su señor…cuando, de repente… 
 
Una violenta descarga sacudió la cúpula celestial… horrorizado,  Miguel alzó el vuelo… la cúpula celestial era la última defensa de la cuidad… si esta caía, nada le impediría a Lucifer penetrar en Armagedón.
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EL PRÍNCIPE OSCURO
 
 
Rodeado por una intensa corriente glacial, Hyoga intentó atrapar al oscuro príncipe Asmodeo en el interior de un torbellino de hielo… sin embargo, moviéndose a una velocidad asombrosa Asmodeo, consiguió evitar el ataque del caballero… 
 
De nuevo, Seiya lanzó sus meteoros sobre el enorme demonio quien, en esta ocasión permaneció en el centro del estrecho pasillo rodeado de su prodigiosa y oscura energía… los meteoros del caballero impactaron contra la densa y verdosa barrera sin llegar a rozar al príncipe de los infiernos… entonces Shiryu se unió al ataque mientras que Ikki y Shun intentaban adentrarse en el interior del pasillo…
 
-¡Por la cólera del dragón!- gritó Shiryu sin embargo, haciéndose a un lado, Asmodeo dejó pasar de largo el ataque del caballero a la par que extendía sus dos gigantescas espadas, deteniendo en seco el avance de Ikki y de Shun que ya se adentraban en el interior del pasaje…
 
-Vais a tener que emplearos un poquito más si pretendéis pasar…- la energía de Asmodeo estalló en unas violentas ondas que golpearon a Ikki y a Shun que salieron despedidos varios metros hacia atrás.- En verdad habéis siquiera imaginado que tendríais alguna oportunidad contra mí…- la cúpula celestial se estremeció y al rostro del príncipe asomó una maliciosa sonrisa.- No os queda mucho… será mejor que os empleéis a fondo. Vuestra diosa se halla en Armagedón y mi señor se encuentra a un paso de entrar en la ciudad… la destrozará, puedo aseguraros que la destrozará…
 
-En ese caso…- dijo Ikki- será mucho mejor que te apartes… ¡Por el vuelo del fénix!
 
Haciendo estallar violentamente su energía, rodeado de intensas llamaradas Ikki se lanzó sobre Asmodeo quien contuvo el golpe del caballero con una de sus espadas, aunque este le hizo retroceder a la par que las potentes llamaradas de su cosmos lamían la oscura armadura del príncipe de los infiernos…
 
-Bien… lo has entendido sin embargo, ¡sigues siendo muy débil!- haciendo estallar su oscura energía a su vez Asmodeo intentó despedir de nuevo al caballero que resistió de pie el envite del demonio y volvió a lanzarse sobre él…- Sorprendente, aunque vuelvo a insistir… ¡no eres lo suficientemente poderoso para enfrentarme! 
 
Propinando un salto hacia atrás, el oscuro príncipe se alejó lo suficiente del caballero y, extendiendo sus dos gigantescas espadas Asmodeo lanzó una de ellas en dirección al caballero del fénix y acto seguido lanzó la otra en dirección al resto de los caballeros…
 
-¡PODEROSO FILO NEGRO!
 
Ikki se lanzó al suelo y la gigantesca espada pasó a escasos centímetros de su cuerpo… al igual que un poderoso disco negro, la otra espada pasó silbando en dirección a sus compañeros quienes saltaron en el aire para evitarla, cuando la cadena de Shun comenzó a vibrar y contuvo la espada que de nuevo volvía al ataque sólo que esta vez por la espalda de los caballeros… la oscura y gigantesca espada golpeó con violencia la defensa del caballero de Andrómeda hasta que, finalmente salió despedida a las manos de su dueño…
 
En esos momentos, otra furiosa descarga sacudió la cúpula celestial y Asmodeo estalló en una estentórea carcajada…
 
-Si no os dais prisa puedo aseguraros que lo poco que quede de Atenea no será muy agradable de ver…
 
 
A UN ALTO PRECIO
 
 
Las poderosas descargas del cosmos de Milo sacudieron el interior del templo levantando pedazos de la blanca mampostería, provocando incluso que parte de la azulada cúpula lloviera destrozada sobre el caballero y el demonio… Legión sonrió haciendo estallar su maléfica energía, sus llamaradas avanzaban en dirección al caballero cristalizando el interior del recinto…
 
-Como antes te dije…- miles de voces hablaron desde la profundidad de la garganta de Legión.- no tardarás mucho en reunirte con tu amigo, sólo que a ti…- en esta ocasión habló una sola voz- te tengo deparado un final mucho más lento y doloroso…
 
-Maldito seas voy a acabar contigo… ¡AGUIJÓN ESCARLATA!
 
Rápidamente, Legión saltó esquivando los primeros aguijonazos… los ojos de Milo destellaron rojizos mientras que el caballero no cesaba en sus ataques. El demonio se agachó y golpeó con su puño rodeado de violentas llamaradas el torso del caballero sin embargo, ajeno al dolor, Milo continuaba con sus embates, mientras que, poco a poco, Legión cedía, retrocedía cada vez un poco más…
 
Por su parte, el viejo maestro concentraba su energía… “¿Qué guarda Legión en su puño izquierdo?”, se preguntó Dohko, pues se le hacía un poco extraño que el demonio sólo empleara su mano derecha y reservara de algún modo su otra mano… “No sé… pero tengo un mal presentimiento…”
 
Rodeado de su poderoso cosmos, el viejo maestro aprovechó que de nuevo Legión había golpeado a Milo y, antes de que el caballero del escorpión volviera a la carga… el viejo maestro atacó al demonio…
 
-Desaparece demonio… ¡GOLPE DE LOS CIEN DRAGONES SUPREMOS DE ROZAN!
 
Sorprendido, Legión trató de evitar que el ataque del caballero lo golpeara. Rápidamente, el demonio se rodeó de sus poderosas llamaradas  a la par que hundía su puño izquierdo en el suelo y musitaba unas oscuras palabras… sus llamas contuvieron en parte el ataque del viejo maestro, del resto se encargó su prodigiosa armadura…
 
-Ya me había hecho a la idea de que no me pondríais las cosas fáciles…- hablaron miles de voces- y mucho menos después de que hubierais derrotado a Fleuretty y Sarganatas, sin embargo, ya me estoy cansando de vosotros dos… - en esos momentos, Legión se apartó y varios destellos rojizos estallaron en el suelo y la pared del santuario a la par que la maligna energía de Mara desaparecía por completo y sorprendido,  Legión comprendía que Shaka había vencido…
 
Entonces, Dohko descubrió que Legión ya no mantenía cerrado su puño izquierdo…
 
-Yo soy Legión- proclamó una sola voz en esta ocasión- y soy la mano derecha de Lucifer...- mientras hablaba, su maléfica energía no dejaba de aumentar- preparaos insensatos pues ahora mismo os voy a destrozar a todos aunque para ello tenga que arder junto a vosotros… ¡INFIERNO!
 
Los ojos de Milo volvieron a destellar… Legión alzó su mano derecha a la par que todo su cuerpo estallaba en unas violentas llamaradas que, en esta ocasión no eran azuladas sino rojizas…y del suelo del santuario comenzaban igualmente a surgir unas inmensas columnas de fuego, mientras que Milo se lanzaba a la velocidad de la luz sobre el espantoso demonio y Shaka, rodeado por su poderosa energía corría en dirección al caballero del escorpión…
 
“¿Qué demonios significa esto?, Legión… Legión se está inmolando…”, Shaka abrió los ojos sorprendido… “Está dispuesto a sacrificarse si con eso nos lleva a todos por delante…”
 
- ¡No te acerques a Legión, aparta Milo!- chilló el caballero, sin embargo ya era tarde…
 
De repente todo el interior del santuario oculto estalló en llamas… Milo se hallaba ya sobre Legión… los ojos de este último destellaron y del cuerpo del demonio comenzaron a manar unas oscuras ondas que arrasaban y abrasaban a la vez que creaban una especie de barrera en torno a los caballeros… la armadura de Milo estalló pulverizada a la par que las llamas rodeaban al caballero, sin embargo, su determinación era tal que Milo consiguió aguantar el primer envite del demonio y, ante los sorprendidos ojos de sus compañeros y del propio demonio, Milo hundió su aguijón en la garganta del espantoso ser mientras se aferraba a su cuerpo…
 
-Te vienes conmigo, Legión- aulló Milo a la par que el demonio luchaba con todas sus fuerzas, ardiendo en el interior de sus violentas  llamaradas con el caballero y Dohko y Shaka hacían estallar sus poderosas energías en un intento de detener el avance de las oscuras y maléficas ondas que Legión continuaba enviando sobre ellos.- ¡Salid de aquí!- gritó entonces Milo mientras hacía estallar su energía provocando que ambos caballeros salieran despedidos al recibir el impacto de su energía cósmica, controlando de este modo las oscuras y maléficas ondas de Legión, rodeándolas con su poderoso destello dorado, permitiendo a sus compañeros una vía de escape mientras que cientos de misteriosas formas comenzaban a escindirse y arder en el interior de aquella macabra hoguera del cada vez más deshecho cuerpo de Legión…
 
-¡Milo!- Shaka corrió de nuevo en dirección a su compañero, sin embargo, Dohko lo asió de su brazo y lo contuvo, sus armaduras estaban prácticamente deshechas tras la última explosión, de un momento a otro el santuario caería sobre sus cimientos y… en cualquier caso…
 
-No podemos hacer nada Shaka...- dijo el viejo maestro tirando del caballero hacia el exterior del santuario.- Milo ya está muerto, gracias a él nosotros podemos continuar…
 
Y, cientos, miles de voces aullaron y gritaron a la vez que todo el santuario se desplomaba sobre esas almas y los cuerpos de los desaparecidos  Milo y Mu…
 
-Marchemos Shaka, Atenea nos aguarda en Armagedón…- Dohko contempló la furiosa lluvia de estrellas que se abatía en esos momentos sobre algún punto lejano de la tierra y comprendió…- mira Shaka, los ángeles llueven sobre Armagedón…
 
 
LA OSCURA PROMESA DE LUCIFER
 
 
-Señora,- Lucifer sonrió y avanzó en dirección a Atenea. El segundo de los pilares ya había caído y Astarot pronto destruiría los dos restantes. Una débil barrera era lo único que separaba a Lucifer de la diosa- hubiera sido mejor que os hubierais mantenido al margen…- a escasos centímetros de la barrera Lucifer extendió su mano derecha y unas oscuras ondas la rodearon mientras que la barrera emitía unas fuertes vibraciones y Atenea fruncía el entrecejo… la mano de Lucifer proyectaba una siniestra sombra sobre el rostro de la diosa.- Yo, no conozco la piedad… me da igual que seáis una mujer… sí creíais haber sufrido el tiempo que estuvisteis presa en Pandemónium, estáis muy equivocada…
 
-No te temo Lucifer.- el cosmos de Atenea estalló y Lucifer frunció el ceño mostrándole sus dientes a Atenea.
 
-Veremos si cuando caiga la barrera continuáis así de valiente.- un tercer estremecimiento recorrió la barrera y Lucifer estalló en una sonora carcajada…- vais a lamentar el haber osado enfrentarme...
 
 
En esos momentos, Miguel sobrevolaba ya el estrecho pasillo. Rafael marchaba también tras él, ambos contemplaron a los cinco caballeros de bronce batiéndose en duelo contra el oscuro príncipe Asmodeo… Miguel hizo estallar su energía momentáneamente, animando de este modo a los jóvenes caballeros, cuando… un tercer estremecimiento recorrió la cúpula celestial y los arcángeles se miraron el uno al otro horrorizados apretando aún más su marcha sobre Armagedón, haciendo estallar sus energías violentamente en un intento de frenar el avance de Lucifer…
 
 
-¡Ah, Miguel…!- Lucifer continuaba con la mirada clavada en la diosa.- Supongo que ya os hacéis una idea de cuánto lo odio… ¿o tal vez no? En cualquier caso, no os preocupéis. Os doy mi palabra de que seré yo quien os arranque la vida... aunque quizás, y digo sólo quizás, debáis aguardar un rato más, sólo hasta que acabe con él…
 
-¡Lucifer!- la voz de Miguel se alzó alta y clara… el cuarto pilar cayó y la barrera cedió…
 
Atenea abrió sus ojos sorprendida, Lucifer extendió su mano izquierda y un violento estallido de energía golpeó a la diosa que salió despedida varios metros hacia atrás a la par que Miguel posaba sus pies sobre el suelo y Rafael volaba en dirección a Atenea…
 
-¡No chilles…!- lentamente Lucifer giró sobre sí mismo hasta encarar al arcángel- no estoy sordo.
 
-No te atrevas a volver a levantar una mano sobre ella…
 
-Lo siento Miguel, pero no te  puedo prometer tal cosa…
 
 
DIABÓLICA MUERTE 
 
 
Por tercera vez, la cúpula se estremeció…
 
-Alfeñiques… sinceramente no comprendo cómo es que vencisteis a Poseidón y a Hades… no alcanzo a comprenderlo. 
 
-Tenemos que pasar- dijo Seiya- no podemos perder más tiempo…- en esos momentos dos figuras pasaron sobrevolando el estrecho pasillo, una de ellas emitió un fuerte destello y al instante los caballeros sintieron renacer sus fuerzas.- Aparta Asmodeo…- mientras hablaba el cosmos de Seiya comenzó a aumentar en intensidad…
 
-Vaya, vaya…- el príncipe oscuro no dejaba de escrutar al joven que, en esos momentos, dibujaba el contorno de la figura de Pegaso con sus manos…- esto se pone interesante…- concentrando a su vez su maléfica energía, Asmodeo lanzó sus dos espadas al cielo y estas quedaron flotando en el aire, sustentadas por su diabólica energía. Mientras tanto, Shiryu, Hyoga, Ikki y Shun, concentraban sus respectivos cosmos…
 
-¡METEOROS DE PEGASO!
 
-¡DIABÓLICA DANZA DE ESPADAS!
 
Las gigantescas espadas comenzaron a hendir el aire a una velocidad asombrosa. Rodeados por sus energías cósmicas, los caballeros saltaron esquivando los fulgurantes haces negros que se dirigían hacia ellos… mientras tanto,  la violenta lluvia de meteoros se abatió sobre el oscuro príncipe…
 
Rodeado igualmente por su maléfica energía, Asmodeo contuvo los primeros embates del ataque de Seiya… una diabólica sonrisa asomaba a su rostro cuando uno de los meteoros traspasó su barrera de energía e impactó en su pecho… asombrado, sin dar crédito a lo que estaba ocurriendo, el malvado príncipe contempló la pequeña figura del caballero surcar el espacio rodeado de su poderosísima energía mientras que sus meteoros eran cada vez más y más certeros y peligrosos…
 
Finalmente, Asmodeo salió despedido cayendo al suelo… momento que Seiya aprovechó  para volver a descargar sus meteoros sobre el príncipe que rápidamente se hizo a un lado… aunque tampoco esta vez pudo evitar que los golpes de Seiya lo alcanzaran… 
 
-No pienso volver a repetirlo… ¡aparta Asmodeo!- gritó Seiya.
 
Con el reverso de su mano, Asmodeo limpió parte de la sangre que manaba de su boca… sobre su oscura armadura podían apreciarse ahora los impactos de los meteoros de Pegaso.
 
-¿Cómo te atreves a darme órdenes?- gritó Asmodeo- ¡Insolente! Vas a lamentar y mucho el haberme dañado… ahora comprenderéis por qué se me conoce como el príncipe oscuro…
 
Los ojos de Asmodeo destellaron violentamente a la par que su maléfica energía estallaba golpeando a todos los caballeros, haciéndolos retroceder mientras que este alzaba sus manos y sus gigantescas espadas volvían a sus manos…
 
-¡OSCURIDAD ABSOLUTA!- aulló el príncipe e, inmediatamente todo se oscureció en torno a los caballeros… ahogando incluso los destellos de sus cosmos.- ¡FILOS SANGRIENTOS!
 
La oscuridad era tal que a pesar de que se hallaban los unos al lado de los otros, no se veían… entonces algo pasó silbando por encima de sus cabezas… la cadena de Shun comenzó a girar violentamente alrededor del caballero, sin embargo, la intensa oscuridad  ahogaba sus poderosos destellos. Protegido por su prodigiosa barrera, hasta los oídos de Shun llegaron los gritos de sus compañeros…
 
“Debo hacer algo… debo encontrar a Asmodeo y destruir su técnica.”
 
-Encuentra a mi enemigo ¡CADENA NEBULAR!
 
Rápidamente, la cadena de Shun partió al igual que un rayo internándose en la oscuridad reinante mientras el caballero concentraba su cosmos y algo silbaba y golpeaba con violencia su poderosa barrera…
 
…unos haces rojos… unos fulgurantes destellos rojizos se abalanzaron sobre él… Hyoga saltó esquivando en el aire aquellos misteriosos destellos que silbaban… cuando, de repente, un ser gigantesco y oscuro apareció a su espalda… el caballero se volvió y se encontró cara a cara con el malvado príncipe que había matado a su maestro.
 
Apretando los dientes, Hyoga lanzó su polvo de diamantes sobre Asmodeo quien levantó su brazo para protegerse de la gélida corriente… entonces el príncipe colocó su mano abierta sobre el abdomen del caballero, concentrando su maléfica energía, descargando con saña su ira sobre el cuerpo de Hyoga a la par que varios destellos rojizos impactaban contra el caballero provocándole unos enormes tajos en sus brazos y piernas… Hyoga cayó inconsciente en el suelo…
 
Deslizándose al amparo de la oscuridad total que había convocado en torno suya, Asmodeo dirigió ahora su ataque sobre Shiryu… al igual que había ocurrido con Hyoga, el oscuro príncipe aprovechó el que el caballero estuviera esquivando sus filos sangrientos para acercarse a él… en esta ocasión Asmodeo golpeó con violencia el torso del caballero del dragón, haciéndole perder la concentración, permitiendo de este modo que sus filos sangrientos se abatieran sobre el caballero... dirigía su atención ahora sobre Ikki cuando…
 
… algo se enredó en su brazo deteniendo en seco su ataque… alertado por el ruido que se había producido a su espalda, el caballero del fénix giró violentamente sobre su cuerpo y se halló frente al oscuro príncipe que maldecía a la par que su cuerpo recibía las descargas de la cadena de Andrómeda…
 
-¡POR EL VUELO DEL FÉNIX!- gritó Ikki haciendo estallar su cosmos, inundando, rasgando la oscuridad en torno a él y sus compañeros con las violentas llamaradas provocadas por su energía…
 
El golpe del caballero impactó de lleno en el cuerpo del príncipe Asmodeo cuya negra armadura estalló en parte pulverizada a la par que caía al suelo envuelto en llamas…
 
-¡Malditos seáis!- gritó encolerizado a la vez que se levantaba algo aturdido del suelo- ¡por mi señor Lucifer que voy a mataros a todos! 
…Seiya, Ikki y Shun contemplaron la gigantesca figura del príncipe estallar de nuevo encolerizada mientras que sus poderosas espadas se hundían en la tierra justo a sus pies… moviendo sus manos frente a su cuerpo y musitando algo en la terrible lengua de los demonios, de las espadas comenzó a manar una especie de humo verdoso…
 
-¡Jamás!- gritó el príncipe- Nunca creí que me vería alguna vez obligado a recurrir a todo mi potencial contra unos simples mortales… 
 
… mientras Asmodeo pronunciaba estas palabras, dos poderosos cosmos se acercaban cada vez más a Armagedón…
 
Una intensa vaharada verdosa inundó entonces el largo pasillo de los arcángeles… Seiya, Ikki y Shun comenzaron a toser mientras, atónitos, contemplaban la extraña transformación que estaba sufriendo la armadura de Asmodeo de la que comenzaron a surgir cientos de afilados filos…
 
Haciendo un gesto con su mano derecha, las espadas salieron despedidas y tornaron a las manos de su señor…
 
-¡DIABÓLICA MUERTE!- gritó el oscuro príncipe a la par que todo él comenzaba a girar y un tornado verde y afilado se dirigía hacia los caballeros…
 
 
EL GRAN DUQUE DE LOS INFIERNOS
 
 
-Atenea, mi señora…- Rafael tomó de nuevo a la diosa entre sus brazos. Dolorida, la diosa abrió los ojos…- Gracias a dios, mi señora…
 
-Es pronto para dar las gracias- una enorme figura apareció justo a las espaldas del arcángel. Rafael abrió bien sus misteriosos ojos glaucos, conocía bien esa voz.
 
-¡Astarot!- haciendo estallar su energía Rafael dejó el cuerpo de Atenea en el suelo a la par que lanzaba su puño contra el temido gran duque de los infiernos Astarot quien paró en seco el ataque de Rafael…
 
-Nunca has sido un buen luchador…- dijo entonces Astarot aferrando el puño del arcángel lanzándolo posteriormente por los aires con su prodigiosa fuerza. Rafael salió despedido rodando por las escaleras que daban acceso a la ciudad prohibida.- Deberías haberte quedado en el exterior ayudando y sanando a los patéticos ejércitos de dios…- Atenea hizo estallar entonces su energía, las poderosas vibraciones de su cosmos chocaron con la oscura barrera del gran duque de los infiernos que se volvió hacia ella inclinando su cabeza…- Mi señor se encargará de usted… sería mejor que no malgastara su energía.- los ojos de Astarot destellaron provocando que su oscura energía estallara haciendo retroceder a la diosa, mientras desplegaba sus poderosas alas y se dirigía hacia Rafael…
 
 
-Miguel…- los ojos de Lucifer cambiaron a una tonalidad mucho más clara, el arcángel lo estudiaba. Hacía muchos siglos que no se enfrentaban… había algo diferente en él… Entonces Miguel retrocedió a la par que Lucifer se detenía a escasos centímetros de él…- hace mucho tiempo, Miguel… sigues igual de poderoso…
 
-Pero…- Miguel tragó saliva- tú estás… has cambiado Lucifer.
 
En esos instantes, Miguel descargó su puño contra el ángel más bello creado por dios, pero este alzó su mano conteniendo la poderosa energía del arcángel. Ambos se miraron a los ojos y sonrieron…
 
-Tienes toda la razón…- dijo Lucifer- ahora soy mucho más poderoso…- y, haciendo estallar violentamente su energía, ambos contendientes salieron despedidos en direcciones opuestas…
 
“Es increíble”, se dijo Miguel así mismo, “es mucho más poderoso, es casi parecido a…”, en ese preciso instante Lucifer apareció justo a su lado… alzando su mano, Miguel consiguió detener su puño mientras los ojos del ángel más bello creado por dios, volvían a cambiar de tonalidad… ahora eran mucho más oscuros... 
 
-¿Sorprendido Miguel?- el arcángel jadeaba, un intenso dolor le recorría todo el brazo.- Ha llovido mucho desde nuestro último encuentro, no puedes siquiera hacerte una idea de cómo han cambiado las cosas. Mientras mi poder no ha hecho sino aumentar, él se ha ido debilitando cada día un poco más… Eres fuerte, eres poderoso, pero… Miguel- la corona de rayos de Lucifer destelló y el arcángel tuvo que retroceder ante tal resplandor, momento que Lucifer aprovechó para descargar su puño sobre Miguel- hazte un favor a ti mismo y apártate de mi camino…
 
 
CAE EL PRÍNCIPE OSCURO
 
 
-¡CADENA NEBULAR!- la cadena se dirigió convertida en un poderoso rayo en dirección al verdoso tornado en el que se había transformado Asmodeo. Sin embargo, nada más rozar el humo verdoso que lo rodeaba, la cadena de Shun languideció y cayó al suelo…- ¡es imposible!- gritó el caballero haciendo estallar su energía cósmica en un vano intento de reanimar su cadena…
 
Por su parte, Ikki y Seiya lanzaban sus respectivos ataques sobre el príncipe pero, tanto los meteoros de Pegaso, como las fulgurantes llamaradas del fénix rebotaron sobre la verdosa superficie del tornado, cuando…
 
… la prodigiosa cadena comenzó a girar frenéticamente en torno al caballero de Andrómeda… el tornado se hallaba prácticamente encima de él… Shun contempló atónito los oscuros y afilados filos que comenzaron a salir proyectados del interior de aquel tornado… concentrando su energía el caballero intentó resistir sin embargo su cadena estalló pulverizada nada más entrar en contacto con los peligrosos filos… 
 
Shun salió despedido por los aires mientras que el rabioso príncipe hundía una y otra vez sus afiladas espadas en el cuerpo del caballero… Ikki se lanzó de nuevo al ataque… pero, no había forma, las poderosas llamaradas del fénix se abrían hacia los lados y dejaban pasar el tornado… los meteoros de Pegaso tampoco resultaban eficaces.  Rebotaban estrellándose en las altas y robustas paredes del estrecho pasillo…
 
-Vais a pagar muy caro el haberme encolerizado…
 
…sin embargo, en esos precisos instantes  dos destellos dorados surcaron el cielo y, repentinamente, Asmodeo dejó de girar en el interior de su misterioso tornado para comenzar a maldecir en la oscura lengua de los demonios… el príncipe blasfemaba a la par que se llevaba sus manos a la cabeza y gritaba. Shun cayó entonces inconsciente junto a los cuerpos de Shiryu y Hyoga…
 
Rápidamente, el puño del fénix impactó contra la gigantesca figura del príncipe oscuro que se vio obligado a retroceder… alzando su poderosa mano, Asmodeo aferró el puño del caballero mientras que descargaba con saña su terrible golpe sobre el cuerpo del caballero lanzándolo posteriormente al aire… Inmediatamente, Seiya aprovechó para lanzarse sobre el cuerpo de Asmodeo. Propinando un gran salto el caballero de Pegaso transformó no sólo su puño, sino todo su cuerpo en un prodigiosa cometa y se abalanzó sobre el sorprendido demonio…
 
Con toda la potencia de su cosmos, Seiya hundió su puño en el estómago de Asmodeo que salió despedido por los aires mientras toda su oscura armadura se hacía añicos tras recibir el tremendo impacto cayendo al suelo letalmente herido…
 
-Mi… mí señor… Lucifer… se va a…
 
Jadeando, Seiya cayó de rodillas al suelo mientras, algún paso alejado de él, Ikki se levantaba aturdido y hasta ellos, no sólo a través del estrecho pasillo sino del exterior del mismo, llegaban el clamor y las poderosas vibraciones de las energías demoníacas y divinas que continuaban con su enfrentamiento a muerte, a sabiendas de que… el fin estaba próximo…
 
 
…MIENTRAS QUE NO LA MATES…
 
 
En vano, Rafael intentaba contener los poderosos puños de Astarot… Como el demonio había dicho, él no estaba preparado para el campo de batalla… tras recibir una terrible patada, el arcángel rodó por los suelos hasta los pies de Atenea…
 
El gran duque de los infiernos extendió sus tres pares de oscuras alas levantando el vuelo, lanzándose con saña sobre el aturdido arcángel…cuando, sujetando firmemente su báculo, los ojos de Atenea destellaron  enviando un poderoso rayo hacia el duque…
 
El rayo atravesó la densa y maléfica energía que rodeaba a Astarot, rasguñándole en el hombro y este detuvo su ataque en seco a la par que comenzaba a concentrar su energía en uno de sus puños…
 
-¡Señora!- aulló- os he pedido educadamente que os mantengáis al margen, ahora bien, sí lo que queréis es combatir no tengo ningún inconveniente en presentaros batalla….- Astarot alzó entonces su puño a la par que cientos de descargas rojizas impactaban desde el techo en el suelo de Armagedón…-¡DESCARGAS DEL MAL!- gritó enfebrecido mientras las poderosas descargas comenzaban a recorrer el suelo de Armagedón en dirección a la diosa…
 
Concentrando su energía, Atenea se rodeó de su prodigiosa barrera… las violentas descargas recorrían todo el suelo en dirección a ella, entonces…. Una poderosa luz blanca y pura estalló violentamente frente a Atenea. Haciendo estallar su energía, Rafael intentaba contener el terrible ataque que Astarot había lanzado sobre la diosa…  y, finalmente, lo consiguió…
 
Las rojizas descargas del mal chocaron contra la barrera blanca y pura de Rafael y allí se extinguieron… jadeando Rafael alzó sus manos en dirección a la desaparecida cúpula e invocó la ayuda de su señor…
 
Sobre sus manos apareció una enorme bola de energía blanca y pura… Astarot sonrió…
 
-Al fin…- estalló Astarot en una sonora carcajada- me estaba preguntando si tú condenada esencia divina servía para algo…
 
-¡Deja de burlarte!- gritó Rafael- mis dominios son el arte de la curación.  No soy un guerrero, odio la violencia… pero eso no me impedirá darte hoy tu merecido…- los misteriosos ojos glaucos de Rafael refulgieron con la fuerza de los océanos embravecidos, la enorme bola de energía duplicó su tamaño a la par que Rafael lanzaba su ataque sobre el gran duque de los infiernos…- ¡ESTALLIDO DE ENERGÍA!
 
Realizando un rápido movimiento, los vigorosos músculos de los brazos de Astarot duplicaron su tamaño. Rodeado de poderosas y violentas descargas rojizas, el gran duque extendió entonces sus brazos en dirección a la bola de energía y, tras musitar una misteriosa palabra, todas las descargas de su cuerpo comenzaron a concentrarse en las palmas de sus manos…
 
Ante los atónitos ojos del arcángel, Astarot contuvo su ataque… la poderosa bola quedó suspendida en el aire a escasos centímetros de las palmas de las manos del gran duque quien… tras rodear la esfera de energía con las maléficas descargas de su rojiza aura, devolvió su ataque al sorprendido Rafael…
 
-¡Cuidado!- gritó Atenea- ¡aparta!
 
Una terrible explosión sacudió entonces los cimientos de la ciudad oculta… Lucifer estalló en una estentórea carcajada… rodeado de su poderosísima aura maligna, las fuertes ondas de la explosión agitaron sus largos cabellos mientras que Miguel tuvo que protegerse con sus enormes alas para no salir  rodando por los suelos y Astarot a su vez sonreía sorprendido…
 
-¡Mi señor Lucifer!- gritó entonces el gran duque.
 
-¿Qué quieres Astarot?
 
-Mi señor… me preguntaba sí me daríais vuestro permiso para enseñarle modales a Atenea…
 
-¿Cómo? ¿Es qué no sabe estarse quieta? Mientras que no la mates, puedes hacer con ella lo que te plazca…
 
-Gracias, muchas gracias mi señor…- los ojos de Astarot destellaron mientras contemplaba a la diosa jadeando después del tremendo esfuerzo que había realizado por contener el ataque que Astarot había devuelto a Rafael…
 
 
-¡Rafael!- gritó Miguel- ¡Protege a Atenea!- extendiendo sus enormes alas, Miguel intentó acercarse a la diosa, sin embargo, Lucifer lo interceptó…
 
-¡Tú estás combatiendo contra mí!- gritó Lucifer mientras descargaba su puño sobre el arcángel y este lo detenía…- No temas Miguel. Astarot no la matará- los ojos de Miguel destellaron a la par que intentaba de nuevo descargar su puño sobre Lucifer y este lo detenía- ese placer… lo reservo para mí… ¡SEÑOR DEL ABISMO!
 
La poderosa energía de Lucifer estalló y Miguel salió despedido por los aires mientras una gigantesca sombra se abatía sobre él y posteriormente lo hundía en el suelo, donde una increíble fuerza maléfica lo empujaba contra la tierra…
 
Lucifer extendió entonces sus enormes alas doradas y, levantando el vuelo, el ángel más bello creado por dios lanzó una oscura esfera de energía sobre la enorme puerta de roca que sellaba la entrada a la ciudad prohibida de Armagedón e inmediatamente después, se lanzaba hacia ella…
 
 
EL VIEJO MAESTRO
 
 
Batiendo sus tres gigantescos pares de alas, Astarot creó una violenta corriente con la que golpeó a Rafael y Atenea… ambos salieron rodando por los suelos mientras que el gran duque posaba sus pies sobre la tierra y tras él,  la enorme puerta de la ciudad prohibida estallaba hecha añicos…
 
Lentamente, Astarot comenzó a avanzar en dirección al arcángel y la diosa, a la par que concentraba sus poderosas descargas rojizas sobre la palma de su mano derecha.
 
Gravemente herido, Rafael se incorporó y se situó delante de la diosa rodeando su cuerpo y el de la diosa, con su poderosa energía, mientras Atenea se levantaba…
 
-Señora- dijo entonces Rafael- le ruego que intente huir… no creo que pueda contener a Astarot por mucho tiempo… se lo ruego, váyase…
-Jamás Rafael, he venido a Armagedón a detener a Lucifer… no huiré.
 
-Bien, bien…- sus sádicos ojos destellaron a la par que el gran duque alzaba su mano en dirección a la diosa y al arcángel, quien dio un paso al frente y extendió sus brazos frente a Atenea…- el escudo celestial no te va a proteger de mi ataque…- haciendo caso omiso, Rafael invocó el escudo celestial frente a su cuerpo y al de Atenea.- aunque, claro, tampoco dispones de más defensas… ¡despídete de tu patética existencia Rafael! ¡DESENFRENADO MARTIRIO DIABÓLICO!
 
Con los brazos aún en cruz, Rafael hizo estallar su poderosa energía enviándola en dirección al escudo celestial que se resquebrajó al instante… Rafael apretó los dientes y alzó la mirada… “Perdóname mi señor…”, musitó para sí, sin embargo… 
 
Astarot abrió los ojos sorprendidos… un prodigioso destello dorado se interpuso entre Rafael, el escudo celestial y su ataque… ¿Cómo era eso posible?   Su increíble ataque, su imparable martirio diabólico había sido detenido… pero, ¿quién?, ¿quién tenía semejante poder? Encolerizado, el terrible duque clavó sus ojos inyectados en sangre en la pequeña figura dorada que, jadeando, lanzaba a un lado el destrozado escudo de su armadura mientras que las poderosas ondas de su energía cósmica aún impregnaban la atmósfera…
 
-¡Dohko!- exclamó Atenea.
 
-Aquí estoy mi señora…
 
-¿Cómo te has atrevido? Te destrozaré primero a ti y después me encargaré de esos dos,  “Dohko…” o al menos así es como ella te ha llamado…
 
Rodeándose de toda la potencia de su energía cósmica, el viejo maestro comenzó a mover sus brazos frente a su cuerpo, mientras tanto, Rafael tomó de la mano a Atenea llevándola a un lugar más apartado…
 
-Así es, soy Dohko de libra…- un inmenso dragón rodeó el cuerpo del viejo maestro y Astarot sonrió a la par que su violenta energía comenzaba a emitir unas fulgurantes descargas rojizas.
 
-Pues, déjame decirte Dohko… que no has elegido bien a tu rival- los poderosos músculos del gran duque comenzaron a vibrar y ante los ojos del caballero duplicaron su tamaño…- para tu información te diré que estás ante el más fuerte de los siete príncipes infernales- sin apartar su sanguinolenta mirada del caballero, el gran duque, realizó una pequeña reverencia- soy el gran duque infernal Astarot…
 
…y, como una exhalación y ante los horrorizados ojos del viejo maestro, Astarot hundió su prodigioso puño en el torso del caballero terminando de deshacer los restos de su maltrecha armadura…
 
-¿Qué te ocurre alfeñique? Sí no eres capaz de detener un golpe tan débil como este, ¿Cómo demonios pretendes vencerme? 
 
 
EL MOMENTO MÁS INOPORTUNO
 
 
Nada más penetrar en el interior de la ciudad prohibida Lucifer posó sus pies sobre las delicadas losas que adornaban la antesala a la ciudad… Hermosa, poderosa, la ciudad de Meggido o Armagedón siempre había estado en el centro de todas las disputas… sus ejércitos eran temidos, sus riquezas deseadas… Meggido había sido bendecida por la gracia de dios…
 
Hasta aquel día. Lucifer sonrió y recordó… Él, adoraba esta ciudad. Él, se había volcado con sus habitantes, los había enriquecido, había bendecido sus ejércitos y ellos lo adoraban… hasta que el hijo de aurora les musitó sus palabras al oído y ellos se entregaron a los oscuros placeres que Lucifer les propuso…
 
“Humanos…” pensó Lucifer, con qué facilidad sucumbían a sus engaños, qué seres tan volubles… “siempre necesitados de una mano fuerte que guie sus pasos…” y Él los castigó…
 
La ciudad cayó en un solo día.  De nada sirvieron sus poderosos ejércitos ni sus enormes murallas... ya no contaban con su bendición  y él los entregó a sus enemigos para que recibieran su justo castigo… 
 
Lucifer sonrió… y cuando hubieron saqueado sus casas y templos, cuando hubieron masacrado a sus habitantes… Él, decidió enterrar la ciudad y con ella, la única arma capaz  de destruirle…
 
-Justo castigo…- sentenció Lucifer en voz alta mientras contemplaba las desoladas edificaciones y su voz reverberaba recorriendo las abandonadas calles, transmitiendo su legado de muerte y destrucción… y, alzó sorprendido una de sus cejas al sentir  una presencia tras los abandonados muros.  Lucifer detuvo entonces sus pasos…- Es una lástima caballero…- los ojos de Lucifer destellaron- estaba dispuesto a todo… hubieras sido el primer mortal a mí diestra, te hubiera nombrado príncipe de los infiernos. Tu caída, me hubiera propiciado una de las mayores victorias frente a él…- la maligna energía de Lucifer comenzó a crecer y a expandirse- Pero… debías ser tú quien viniera a mí. Esa era la única condición. Así está escrito, así ha de ser. Te lo hubiera entregado todo, incluso la inmortalidad…
 
-Falacias- dijo Shaka mientras caminaba en torno a Lucifer  y este sonrió.
 
-¡Ah, tus enseñanzas…!- Lucifer movió su cabeza y los rayos de su corona destellaron.- Hemos tenido esta conversación en otras vidas… recuerda,  Shaka, seguro que Buda te ha hablado de mí en alguna ocasión.   Somos esencia.  En mi caso y según tu punto de vista… “algo maligna”- y Lucifer realizó un pequeño gesto con sus manos, enfatizando sus palabras…- yo te habría enseñado a dominar tú esencia y con ello, te habría abierto las puertas a la inmortalidad… eso no te lo enseñarían jamás ni Buda,  ni Miguel,  ni dios…
 
-Ya es suficiente una vida mortal… no deseo una inmortalidad de servidumbre y mucho menos encadenado al mal.
 
-Ves… ya estás empezando a enojarme…- Lucifer abrió sus misteriosos ojos de golpe y los fijó en Shaka.- Me aburre esta conversación. ¡Apártate inmediatamente de mi camino!
 
-No pienso hacerlo…- protegido por su poderosa barrera, Shaka comenzó a concentrar su energía entre sus manos. Al instante toda la ciudad se inundó de imágenes celestiales. Lucifer arqueó sus cejas y contempló la inmensa profusión de mándalas escéptico…
 
-¿Qué pretendes, Shaka? En verdad piensas, simple mortal, que me vas  a hacer retroceder con el “rabo entre las piernas”- Lucifer estalló en una estentórea carcajada… a la par que abría sus manos bajando su guardia- Vamos, golpea… atácame con todas tus fuerzas, emplea tu técnica definitiva… ¡haz lo que quieras!... pero antes, debo dejarte bien clara una cosa… Por tu miserable existencia será mejor que me destruyas por qué después de recibir tu ataque voy a destrozarte.
 
 
Aturdido, Miguel finalmente consiguió salir del enorme socavón en el que se hallaba… jadeando, el arcángel limpió con el reverso de su mano  parte de la sangre que bañaba su rostro y que le impedía ver con claridad… 
 
“Lucifer…” Rápidamente, Miguel buscó con su mirada al ángel más bello creado por dios y una fuerte sacudida recorrió todo su ser… horrorizado sus ojos se detuvieron sobre la destrozada puerta de la ciudad cuando, una poderosa energía estalló muy cerca de dónde él se hallaba y Miguel descubrió que uno de los custodios de oro que habían partido al monte Hermón,  había conseguido detener el ataque del poderoso Astarot. 
 
“Dios mío… Lucifer ha conseguido entrar en…” lentamente, Miguel avanzó en dirección a la destrozada puerta cuando… una ligera sonrisa asomó a sus labios… “Estás ahí… sabía que resistirías… sabía que podía confiar en ti…” y, con el corazón de nuevo henchido de alegría y admiración… Miguel traspasó las puertas de la ciudad prohibida…
 
 
-¡A qué estás esperando!- gritó Lucifer y sus ojos pasaron del verde claro al azul intenso mientras su maléfica energía se expandía y rodeaba la figura del caballero- ¿Qué te ocurre Shaka?- el tono de su voz era casi paternal…- ¿por qué dudas… acaso no estás seguro de tus propias fuerzas?
 
-Nunca he estado más seguro mí de lo que lo estoy ahora mismo…- mientras hablaba, Shaka comenzó a expandir su poderosísimo cosmos… sin embargo… este sintió que la energía de Lucifer lo rodeaba, conteniendo su energía cósmica.
 
-Recuerda Shaka… acaba conmigo de un solo golpe o de lo contrario…- el rostro de Lucifer se oscureció mientras que sus ojos pasaban del azul intenso al negro azabache y a los labios de Shaka asomaba una ligera sonrisa…- ¿Por qué tienes que aparecer siempre en el momento más inoportuno?- gritó Lucifer a la vez que una energía blanca y pura estallaba a su espalda…
 
-Sabía que resistirías…- dijo Miguel aproximándose a Shaka.
 
 
EL FIN DEL VIEJO MAESTRO
 
 
Jadeando, finalmente, Dohko consiguió levantarse… “Qué fuerza tan prodigiosa... esta criatura es… imparable…”
 
-¡DESCARGAS DEL MAL!- gritó Astarot.
 
Y, realizando un gran esfuerzo, sosteniendo sus destrozadas costillas con sus brazos, Dohko propinó un salto en el aire en un intento de evitar que las poderosas descargas que recorrían la superficie de Armagedón lo alcanzaran, sin embargo a un gesto de Astarot, estas salieron proyectadas del suelo en dirección al caballero cuyo cuerpo quedó apresado en el interior de las violentas descargas…
 
Entonces Dohko cayó al suelo gravemente herido… con las costillas astilladas y todo el cuerpo destrozado tras las terribles sacudidas, el viejo maestro intentó incorporarse cuando… el gran duque de los infiernos, descendió sobre él, aplastándole el pecho con una de sus pesadas piernas, hundiendo su cavidad torácica impidiéndole respirar…
 
-Nunca te han dicho que no es buena idea interponerse entre un cazador y su presa- los sádicos ojos de Astarot destellaron a la par que, con un solo brazo izaba el cuerpo del caballero y posteriormente lo lanzaba contra los restos de uno de los destrozados pilares…
Propinando un gran salto, el gran duque extendió sus enormes alas dispuesto a lanzarse en picado sobre el caballero que yacía inmóvil en el suelo cuando… justo en el momento en el que ya caía sobre él… alguien interceptaba su pesado cuerpo en el aire y juntos caían enredados al suelo…
 
-¡Rafael!- gritó Astarot y acto seguido estalló en una carcajada mientras que ambos rodaban por los suelos y el arcángel luchaba e  intentaba golpear al sádico príncipe una vez habían terminado de rodar.
 
Sonriente, el gran duque permitió que el arcángel lo golpeara un par de veces para, posteriormente cambiar las tornas…con un violento giro de su cadera, Astarot se situó encima del arcángel quien jadeó y resolló bajo el peso del demonio…
 
-Sabía que eras débil pero, ¿qué extraño?… ¿tan debilitado estás que siquiera has podido hacer estallar tu energía?
 
Los misteriosos ojos de Rafael se oscurecieron mientras que Astarot abrió los suyos sorprendido…
 
-¡REDENCIÓN!- gritó entonces el arcángel haciendo estallar violentamente su energía, sorprendiendo al gran duque y golpeándolo con violencia en ambos costados donde hundió sus puños cuarteando la oscura armadura.
 
Astarot salió despedido por los aires. Algo aturdido tras el impacto, el gran duque se levantó y comprobó los daños que el arcángel le había causado a sus costados… 
 
-Te tenía por un cobarde…- dijo sonriendo- jamás imaginé que alguna vez me dañarías…- mientras hablaba, Astarot contemplaba al jadeante Rafael quien, aún rodeado de su energía blanca y pura lo miraba fijamente cuando…
 
… a una velocidad impresionante, Astarot hundió violentamente sus puños en el torso del arcángel y este cayó de rodillas al suelo escupiendo sangre…
 
-Sólo por eso…- mientras hablaba, cientos de descargas rojizas volvían a recorrer su cuerpo- voy a acabar contigo de una forma más rápida y digna…- Rafael alzó su ensangrentado rostro y sus misteriosos ojos glaucos destellaron… no veía nada, su vista estaba totalmente nublada y la oscura y cavernosa voz de Astarot le sonaba lejana… en esos momentos, el brazo del duque de los infiernos rodeado de intensas y violentas descargas, se dirigía inexorable al corazón del arcángel cuando…
 
… cientos de dragones llovieron sobre él…Sorprendido, Astarot intentó levantar el vuelo, sin embargo, el ataque del viejo maestro le impactó de lleno, haciéndole retroceder, dejando al arcángel completamente aturdido y arrodillado en el suelo cuando iba a recibir el golpe de gracia…
 
Encolerizado, Astarot hizo estallar violentamente su energía, provocando que las rojizas y poderosas ondas, barrieran el cuerpo de Rafael que salió despedido hasta chocar contra uno de los antiguos muros de la ciudad, mientras que Dohko a su vez retrocedía y  se protegía el rostro con sus brazos…
 
-¿Qué te había dicho?- gritó Astarot- Es la segunda vez que te interpones entre mi puño y mi presa…- situando sus manos abiertas frente a su cuerpo, el gran duque comenzó a concentrar su diabólica esencia entre sus manos- tienes muchas ganas de morir… ¡ESTALLIDO DEL MAL!
 
Ante los atónitos ojos del caballero, la colosal figura del gran duque dobló su tamaño a la par que toda su energía comenzaba a estallar en pequeñas ondas concéntricas que posteriormente comenzaron a aumentar de tamaño a medida que su maligna energía se expandía y… 
 
…sencillamente, no lo vio venir... Dohko sintió al instante un espantoso dolor recorrer todo su cuerpo a la par que sus lastimadas costillas terminaban por quebrarse y sus órganos internos parecían a punto de estallar… 
 
El caballero cayó sobre el torso del gran duque que había hundido su puño en su estómago…
 
-¿Creías que habías salvado a ese alfeñique y a Atenea? Lo único que has conseguido es un aplazamiento.
 
Mientras hablaba, las rojizas ondas de la energía de Astarot rodeaban el cuerpo del viejo maestro, constriñéndolo en un letal abrazo… entonces, el poderoso cosmos de Atenea estalló violentamente…
 
Astarot resopló apretando los dientes… y, tras dirigir su asesina mirada hacia Atenea… dando un gran salto, levantó el vuelo llevándose consigo el cuerpo del caballero y desde allí, contemplando el rostro desafiante de la diosa, el gran duque hizo estallar toda su maléfica energía sobre su puño y el cuerpo del caballero…
 
Un empuje colosal… una fuerza brutal lanzó su cuerpo por los aires y Dohko impactó contra la pesada roca que cubría Armagedón,  mientras que las oscuras y densas ondas con las que Astarot había rodeado su cuerpo estallaron golpeándolo  y destrozándolo… 
 
Tras unos instantes angustiosos, Dohko descendió desde el techo donde su cuerpo había quedado incrustado… aunque prácticamente no era capaz de distinguir nada, su última visión de lo que estaba aconteciendo lo llenó de espanto… Una horrible y enorme masa rojiza marchaba sobre Atenea y… el poderoso cosmos de la diosa, retrocedía ante la maldad que se abatía sobre ella…
 
 
EL PRIMERO DE SUS SENTIDOS
 
 
…los ojos de Lucifer destellaron y al instante el poderoso monarca de los infiernos se hallaba a escasos centímetros de los dos… 
Protegidos por sus poderosas barreras, Miguel y Shaka concentraron sus respectivas energías y ambos lanzaron sus puños en dirección a Lucifer quien  contuvo ambos ataques…
 
-¡FUERZA DIVINA!-gritó entonces Miguel y Lucifer salió despedido, sin embargo este abrió sus poderosas alas doradas levantando el vuelo…
 
-¡CAPITULACIÓN DEL DEMONIO!
 
-¡ENVOLTURA DIABÓLICA!- gritó entonces Lucifer manifestando una increíble barrera en torno a su cuerpo que el ataque de Shaka resquebrajó aunque sin llegar a alcanzarlo…
 
En esos momentos, Miguel alzó el vuelo en dirección a Lucifer rodeado por su prodigiosa aura blanca y pura, concentrando toda su energía sobre su puño…
 
-¡PUÑO DE DIOS!- gritó Miguel.
 
-¡RÁFAGA INFERNAL!
 
Desde la palma de la mano de Lucifer salió proyectada un violento soplo huracanado que contuvo el puño de Miguel mientras ambos apretaban sus dientes, concentrando sus respectivas energías…
 
Los ojos de Lucifer volvieron a cambiar de tonalidad… en esos momentos, Shaka lanzaba un poderoso haz dorado sobre él… sin perder la sonrisa, los rayos que coronaban su cabeza destellaron acompañando el violento estallido de su energía…
 
A pesar de que su energía lo rodeaba formando una barrera, Miguel recibió de lleno el brutal impacto… las poderosas ondas maléficas sacudieron su barrera destrozándola por completo, destrozando igualmente parte de su armadura celestial que saltó hecha añicos, mientras que él salía despedido y caía semiinconsciente sobre el techo de una de las abandonadas viviendas, traspasando con su cuerpo los diferentes pisos de la edificación hasta caer finalmente en el suelo de la misma abriendo un enorme socavón… mientras que las maléficas ondas se expandían desde el cuerpo del hijo de la aurora en dirección a Shaka, arrasando, engullendo a su paso las desoladas viviendas y las abandonadas calles…
 
-Abandona, Shaka…- lamiendo la superficie de la barrera del caballero, Lucifer contuvo su maléfica energía…- si te arrodillas ante mí, prometo no hacerte sufrir quitándote la vida de una forma rápida…
 
-Jamás Lucifer.- a sus labios asomó entonces una sonrisa- Aún no me has vencido.- de nuevo miles de mándalas inundaban la estancia. ¡TESORO DEL CIELO!
 
-Se acabó Shaka…- dijo entonces Lucifer mientras que… en la palma de su mano derecha aparecía una esfera dorada y en la izquierda una  negra… en esos momentos, Shaka abría sus ojos y el hijo de la aurora apretaba sus dientes al sentir la presión de la poderosa energía del caballero… sin embargo, uniendo sus dos manos, Lucifer fusionó ambas esferas en una sola esfera densa y oscura que irradiaba unos mortecinos destellos dorados… el ataque del caballero lo estaba privando de su sensibilidad… debía darse prisa, no podía permitir que un mortal lo incapacitara… no podía perder uno de sus sentidos sin presentar batalla… y, mientras el cosmos de Shaka se dirigía hacia él para destruir el primero de sus sentidos, Lucifer sopló sobre la oscura esfera lanzándola sobre el caballero…- ¡PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS!
 
Lucifer aulló y maldijo en la oscura lengua de los demonios cuando un fulgurante destello dorado lo alcanzó… mientras que,  en un último alarde de valor y coraje Shaka hizo estallar su energía sacudiendo los cimientos de las casas que lo rodeaban y las poderosísimas vibraciones de su cosmos se esparcían por la ciudad… sin embargo no pudo contener de ataque de Lucifer…
 
Lentamente, la esfera se fue abriendo paso a través del cosmos de Shaka… aunque el caballero intentó esquivarlo finalmente la densa esfera impactó contra su cuerpo, atravesando su pecho, derramando en el interior del cuerpo de Shaka el oscuro icor con el que Lucifer castigaba a sus enemigos, mientras que unas terribles sacudidas sometían su cuerpo y el caballero caía de rodillas e impactaba contra el suelo y un lacerante dolor le corroía las entrañas…
 
Algo aturdido, Lucifer descendió al suelo a la par que un encolerizado  Miguel salía al exterior atravesando el muro de la casa en la que había caído y le interceptaba el paso…
 
-¡IRA EN EL CIELO Y EN EL INFIERNO!- clamó Miguel lanzando en esta ocasión una enorme esfera de energía blanca y pura sobre el cuerpo de Lucifer quien recibió el ataque de lleno y salió despedido por los suelos a la par que parte de su armadura se resquebrajaba tras recibir el violento impacto, mientras que Miguel corría en dirección a Shaka que se hallaba tumbado en un enorme charco de sangre…
 
 
REFUERZOS DE BRONCE
 
 
El poderoso puño de Astarot impactó contra la barrera de Atenea y esta sintió como las maléficas ondas de la energía del gran duque se transmitían a través de su propia energía, llegando a esta ella, haciéndola retroceder…
 
Alzando su escudo y su báculo Atenea lanzó un rayo de luz sobre el cuerpo del malvado príncipe, pero este se hizo a un lado y el rayo pasó de largo sin llegar a rozarlo…
 
La diosa abrió entonces sus ojos horrorizada. Rodeados por cientos de fulgurantes descargas rojizas, los puños de Astarot penetraron en el interior de su barrera, abriéndose paso a través de su divina energía hacia ella…
 
-Tranquila… no voy a matarte, sólo te voy a romper algunos huesos…- Astarot estalló entonces en una estentórea carcajada mientras que Atenea  intentaba por todos los medios contener el avance de esos poderosos brazos que se acercaban inexorablemente hacia su cuerpo. Estaban a punto de apresarla cuando…
 
… una intensa lluvia de meteoros impactó contra el torso del gran duque de los infiernos… los puños de Pegaso se hundieron sobre el colosal Astarot, quien de nuevo estalló encolerizado.
 
Las violentas ondas rojizas de su maléfica energía volvieron a golpear a Atenea que cayó al suelo, mientras que el gran duque contenía los puños de Seiya y una violenta lengua de fuego avanzaba en dirección al príncipe de los infiernos que, en un último instante, expandió sus gigantescas alas y alzó el vuelo…
 
-¡No vuelvas a rozarla!- aulló Seiya quien volvía a cargar sobre el gran duque que aún no se había repuesto de la primera embestida…
 
Sin embargo, en esta ocasión, Astarot sorteó en el aire los meteros de Seiya mientras  lanzaba sus temidas descargas del mal sobre el caballero que a poco las esquivó y, un ave de fuego impactaba de lleno contra el gran duque destrozándole un par de alas…
 
-¡Seiya, Ikki!- gritó Atenea- Lucifer... Lucifer ha entrado en la ciudad prohibida, ¡tenemos que detenerlo!
 
Ambos caballeros se miraron y al instante Ikki saltó en dirección a la entrada de la ciudad…
 
-¡No voy a consentirlo!- a pesar de haber perdido un par de alas, Astarot aún conservaba intactas dos pares más, así que rápidamente se lanzó sobre el fénix.
 
-¡Meteoros de Pegaso!- gritó Seiya corriendo en dirección al malvado príncipe que de nuevo sorteó los meteoros y extendía ya sus poderosas garras sobre Ikki cuando… algo se enredó en sus piernas y tiró de él violentamente hacía atrás…
 
-¡Seiya!- gritó Shun- acompaña a mi hermano, yo protegeré a Atenea…
 
-Cuidado Shun, es muy poderoso…
 
-Descuida, me hago cargo.
 
-Y nosotros también…- Shiryu y Hyoga aparecieron el uno apoyado en otro…
 
-Corre, destruye a Lucifer.- Shiryu comenzó a rodearse de su poderosa energía…
 
-Ver para creer…- el poderoso príncipe bufó y resopló encolerizado, mientras sacudía las cadenas de Andrómeda liberando sus pies y Seiya se adentraba en la ciudad tras Ikki…
 
 
…SEGUNDA Y ÚLTIMA VEZ
 
 
-¡Shaka!- Miguel cayó de rodillas frente al cuerpo del caballero y agachó su cabeza mientras que Lucifer volvía a levantarse…
 
-Le has vuelto a fallar Miguel, sólo que… en esta ocasión, mucho me temo que no volverá…
 
-¡Calla!- gritó el arcángel haciendo estallar su poderosa energía mientras Lucifer sonreía…
 
-Eso es, ira… vamos Miguel, ¡desata tu ira! Todo este tiempo  he estado jugando contigo, pero… ya me he cansado- mientras hablaba, y ante los atónitos ojos del arcángel, la figura de Lucifer comenzó a aumentar de tamaño…
 
“Debo de estar soñando…”, se dijo Miguel así mismo, “tengo la sensación de hallarme ante una serpiente… es una ilusión, Lucifer está jugando con mi mente, no puede haber otra explicación…”
 
-Mira Miguel… soy mucho más poderoso ahora, contempla un verdadero dios y ríndete en este preciso instante… ¡MALEFICIO!
 
De repente, de la titánica  figura de Lucifer partieron miles de serpientes, enormes, gigantescas que avanzaban en dirección Miguel con sus  mandíbulas desencajadas y sus bífidas lenguas asomando entre sus ensangrentados colmillos…
 
Rápidamente, el arcángel extendió sus plateadas alas… iba a alzar el vuelo cuando las serpientes se enroscaron en su cuerpo hundiendo en su armadura sus largos y afilados colmillos, destilando en su cuerpo y escupiendo su veneno desde el suelo… mientras que Lucifer reía a carcajadas y un lacerante dolor le recorría todo el cuerpo…
 
-Quiero oírlo Miguel… ¡ríndete!, suplícame clemencia y tu tormento habrá acabado…
 
-¡No! ¡Jamás, me oyes, jamás me rendiré!- pero a pesar de todos sus esfuerzos, Miguel no conseguía escarpar de aquel oscuro maleficio… Jadeando, el arcángel hundió sus rodillas en el suelo, al lado de Shaka…
 
-Eres igual de…- de repente Lucifer cerró sus ojos y se llevó las  manos a la cabeza mientras comenzaba a blasfemar y maldecir en la oscura lengua de los demonios y una poderosa energía lo rodeaba… las oscuras serpientes aflojaron su presa, su poderosa energía blanca y pura volvía a rodearlo y Miguel conseguía liberarse del escamoso y correoso abrazo…- ¡Maldito seas, Shaka!- gritó Lucifer cegado por completo…
 
…a la derecha de Miguel, apretando los dientes, aguantando el intenso dolor que le recorría y adormecía ya prácticamente todo el cuerpo… haciendo un gran esfuerzo, Shaka había conseguido por segunda y última vez dañar a Lucifer. Lentamente, las poderosas vibraciones del cosmos de Shaka se elevaron y este cayó muerto al lado del arcángel cuyos misteriosos ojos azules habían adquirido de repente un tenebroso tinte oscuro y en esos momentos estallaba encolerizado, rodeado de toda la potencia de su poderosísima energía…
 
-¡Lucifer!- aulló mientras cerraba sus puños y en torno a estos su energía se concentraba…- Tu día ha llegado… vas a lamentar haberlo matado… no te lo  perdonaré jamás… ¡GOLPE CELESTIAL!
 
Con el cuerpo algo adormecido tras el primer ataque de Shaka y completamente cegado tras el segundo golpe del caballero, Lucifer sintió de repente una poderosísima energía estallar muy cerca de él y, aunque convocó su envoltura diabólica en torno a su cuerpo… el ángel más bello creado por dios no pudo evitar que Miguel lo alcanzara de lleno…
 
Lucifer salió despedido barrido por un poderosísimo haz blanco que se hundió en su torso y lo envolvió a la par que estallaban los fragmentos de su hermosa armadura y con su cuerpo atravesaba los muros de las desoladas y abandonadas casas de Armagedón… 
 
Extendiendo sus alas plateadas Miguel se adentró tras Lucifer por los orificios que este iba abriendo con su cuerpo, dispuesto a no cejar en su empeño, con la firme decisión de no darle tregua alguna y de acabar de una vez por todas con el ángel traidor…
 
 
APARTAOS DE MI CAMINO
 
 
 
-¡Mi señor!- por segunda vez, la espantosa letanía de maldiciones y blasfemias atravesaron los muros de la ciudad prohibida y Astarot comprendió que, en esta ocasión habían dañado seriamente a su señor…
 
Apartándose rápidamente, el gran duque sorteó las cientos de cadenas que se dirigían hacia él a la par que hundía su puño en el torso del caballero de Andrómeda y un inmenso dragón se abatía sobre él…
 
Concentrando su maléfica energía en las palmas de sus manos, Astarot contuvo el golpe de Shiryu y, tras doblar el volumen de sus músculos, el malvado príncipe descargó una lluvia de puñetazos sobre el caballero del dragón que rodó aturdido por los suelos…
 
-No vas a moverte de aquí… ¡POLVO DE DIAMANTES!- gritó Hyoga mientras creaba una gélida corriente que cristalizó las alas del gran duque y este cayó en picado al suelo…
 
Mostrando sus dientes, Astarot alzó su puño y en él se enroscó la cadena de Andrómeda. Haciéndose a un lado, el caballero del cisne pasó cristalizando ahora el suelo bajo sus pies, mientras que el gran duque abría sus ojos sorprendidos al descubrir un profundo y limpio tajo sobre su oscura coraza y un hilo de sangre asomaba al exterior…
 
-¿Qué significa esto…?- aulló- ¿Cómo es esto posible? ¡ESTALLIDO DEL MAL!
 
Repentinamente, el cuerpo de Astarot duplicó su tamaño a la par que su energía estallaba violentamente y sus poderosas ondas se expandían inundando la estancia y, a una velocidad asombrosa, el gran duque primero golpeaba a Hyoga que salió despedido por los aires rodeado de las maléficas vibraciones de la energía de Astarot y posteriormente se abalanzaba sobre Shun que se rodeó de su prodigiosa cadena a la vez que intentaba atacar al demonio… sin embargo este sorteó la cadena, hundiendo su puño en la barrera, destrozándola  lanzándose posteriormente sobre el caballero que intentó evitar el golpe aunque sin éxito y salía despedido al igual que el caballero del cisne…
 
Jadeando, Astarot centró ahora su atención sobre el caballero del dragón…
 
-¡Ahora mismo te destrozo!- gritó el gran duque lanzándose sobre el caballero quien contuvo el primer golpe del sorprendido duque aunque este le rompió el brazo…- por Lucifer, que no esperaba hallar semejante resistencia en unos simples mortales… ¡DESENFRENADO MARTIRIO DIABÓLICO!
 
Rodeado de nuevo por la increíble explosión de su maléfica energía, Astarot golpeó violentamente a Shiryu que nada pudo hacer en esta ocasión por detener sus golpes… el caballero salió despedido por los aires y finalmente cayó sobre los restos de uno de los desaparecidos pilares…
 
El gran duque se dirigía ya hacia la puerta cuando… en esta ocasión el chico de la cadena le cerraba el paso…
 
-¡No tengo ganas de jueguecitos!- gritó Astarot quien ya se lanzaba sobre Shun cuando este extendió su brazo derecho y una fuerte corriente, algo así como una repentina tormenta, rodeó su cuerpo…
 
-No vas a pasar…- dijo el caballero mientras su cosmos comenzaba a crecer hasta límites insospechados creando tras él una especie de tormenta donde, las violentas ráfagas de viento alcanzaban ya la fuerza de varios huracanes…- ¡TORMENTA NEBULAR!- gritó Shun dirigiendo aquellos terribles vientos huracanados sobre el sorprendido demonio cuyo cuerpo barrió e izó por los aires…
 
 
¿ESTE ES LUCIFER?
 
 
Ikki se agachó y contempló durante unos instantes el cuerpo de Shaka que yacía sin vida en el centro de una solitaria y destrozada calle… las poderosas vibraciones del cosmos del caballero aún podían sentirse en el aire…
 
-¿Quién…?- Seiya lo alcanzó en esos momentos…- Shaka…- musitó y buscó a Lucifer…- Ikki, ¿dónde…?
 
En esos momentos una figura plateada salió violentamente proyectada de los muros de una casa… y tras él estallaba una increíble y poderosa energía   maligna. 
 
Al instante del interior de aquel agujero en los muros salía la criatura más hermosa que jamás hubieran contemplado rodeada de fuego y violentos rayos dorados… que extendía su mano en dirección a la figura plateada y ambos sintieron que la tierra se estremecía debido a las poderosas vibraciones de la energía de este ser…
 
-¿Ese es Lucifer?- preguntó Seiya…
 
Pero Ikki ya no le escuchaba… antes de que Seiya pudiera reaccionar, el caballero del fénix ya se había abalanzado sobre Lucifer…
 
Lucifer giró violentamente su rostro y con sus apagados ojos encaró al caballero del fénix mientras extendía ahora su mano en su dirección y le enviaba cientos de esferas de energía densa y oscura…
 
Ikki salió despedido hacia atrás mientras que, ya repuesto, Seiya dirigía sus meteoros de Pegaso sobre el ángel más hermoso creado por dios…
 
-No puedo creerlo…- dijo entonces Lucifer- creí que Legión os había dado vuestro merecido… ¡MALEFICIO!- gritó entonces y cientos de gigantescas serpientes partieron de su cuerpo en dirección a Seiya y a Ikki, enroscándose en sus cuerpos, clavando sus afilados colmillos en sus destrozadas armaduras, inyectando el oscuro veneno de Lucifer, sometiendo sus cuerpos y sus almas a una lenta agonía…- y… ahora Miguel, vamos a zanjar de una vez por todas esta “pequeña” disputa que nos traemos entre manos desde los albores de la creación…
 
Lucifer alzó de nuevo su mano, sin embargo el arcángel se levantó invocando la llama divina para que inflamara su corazón y de nuevo ambos mantenían un tenso pulso con sus respectivas energías…
 
-¡PLEGARIA!- gritó Miguel y Lucifer retrocedió blasfemando de nuevo, encajando el puño de Miguel entre las costillas, escupiendo su oscura y maligna sangre sobre la armadura celestial de Miguel la cual traspasó hiriendo la carne del arcángel que apretó los dientes y concentró aún más su energía…
 
LA CAÍDA DEL GRAN DUQUE
 
 
Rabioso… con todo el cuerpo magullado, gravemente herido por unos mortales… Astarot volvió a levantarse mientras su deshecha armadura se desprendía de su espantoso torso y el gran príncipe clamaba, aullaba y maldecía en la oscura lengua de los demonios a los tres caballeros que le cerraban el paso, que no le permitían reunirse con su señor…
 
-¡Mi señor me necesita! ¡Apartaos!
 
En esos momentos, Shun que había recuperado sus cadenas del suelo y Shiryu, se lazaban cada uno por un lado sobre el temido príncipe de los infiernos, mientras que Hyoga permanecía a cierta distancia apostado frente a la puerta rodeado por una gélida corriente glacial que hizo que al instante descendiera la temperatura en picado…
 
-¿Qué pretendéis hacer miserables…? ¡DESCARGAS DEL MAL!
 
Saltando mientras continuaban avanzando, Shun y Shiryu consiguieron acercarse lo suficiente a Astarot mientras que Hyoga situaba sus manos sobre su cabeza  y su energía cósmica alcanzaba  su punto más álgido…
 
De los puños de Shiryu surgieron entonces cientos de furiosos dragones que Astarot intento esquivar y contener mientras que una pared de robustas cadenas se dirigía hacia el golpeándolo e hiriéndolo…
 
Sangrando, aturdido, de nuevo la maléfica energía de Astarot estalló, sólo que... el caballero del cisne gritó algo y la más poderosa y gélida de las corrientes glaciares se abatió sobre el gran duque, traspasando su cuerpo, penetrando y deteniendo cada átomo de su ser, mientras la oscura alma del poderoso príncipe de los infiernos  descendía a través de un abismo insondable para no regresar nunca jamás…
 
-¡EJECUCIÓN DE LA AURORA!
 
-Mi… señor…- completamente congelado, la gigantesca figura del gran duque cayó al suelo donde finalmente su diabólica llama se extinguió…
Jadeando Hyoga traspasó la puerta…
 
-Vamos- dijo- debemos reunirnos con Ikki y Seiya.
 
 
LA ESPADA DE MIGUEL
 
Concentrando sus respectivas energías, al borde de la inconsciencia tras resistir las dolorosas mordeduras…  ambos caballeros intentaban por todos los medios liberarse de las poderosas serpientes que los tenían apresados, mientras que,  de nuevo Lucifer aullaba y blasfemaba y su energía estallaba barriendo y destrozando todo a su paso…
 
Finalmente, tras varios intentos fallidos, Ikki y Seiya consiguieron hacer estallar sus respectivos cosmos con la violencia necesaria para destrozar la correosa y escamosa atadura con la que Lucifer los mantenía presos… doloridos, ambos se incorporaron y contemplaron al príncipe de los infiernos descargando una y otra vez sus puños sobre el aturdido cuerpo del arcángel que, rodeado de su energía blanca y pura, nada podía hacer por detener a Lucifer…
 
-¡POR EL VUELO DEL FÉNIX!- gritó Ikki mientras se lanzaba sobre Lucifer envuelto en llamas y este abría sus cegados ojos sorprendido…
Alzando su mano derecha, Lucifer contuvo el violento golpe del caballero…
 
-Estoy zanjando una cuestión que ha durado muchos, muchísimos siglos… -gritó entonces Lucifer- no deberías meterte donde nadie te llama… ¡SEÑOR DEL ABISMO!
 
Ikki salió despedido por los aires y al instante sobre él cayó una espantosa sombra que lo hundió, que lo empujó violentamente contra el suelo abriendo un tremendo socavón con el cuerpo del caballero mientras unas diabólicas fuerzas intentaban sumirlo para siempre en el oscuro reino de Lucifer…
 
De nuevo, el hijo de la aurora tomaba a Miguel por su armadura, dispuesto para hundir sus garras en el corazón del arcángel cuando…
 
Una violenta ráfaga de meteoros se abalanzó sobre él… Lucifer lanzó el cuerpo del arcángel furioso sobre los restos de una desolada edificación y centró toda su atención ahora sobre la pequeña figura cuyo ataque… para sorpresa de Lucifer, comenzaba a ganarle terreno… los meteoros de Pegaso cada vez eran más rápidos, certeros y violentos…
 
-¡Tú también…!- gritó Lucifer- ¿es que nadie os ha enseñado modales?- “no puede ser…” se dijo así mismo Lucifer… el caballero del fénix volvía a levantarse. Aunque  aturdido y mal herido, el caballero salía del inmenso socavón en el que había caído.  “No puedo andarme con rodeos, debo acabar con ellos de una vez por todas…”, Lucifer hablaba consigo mismo mientras concentraba  su energía y posteriormente la hacía estallar inundando con sus fulgurantes descargas toda la estancia, empujando a Seiya y a Ikki que rodaron por los suelos tras la terrible explosión, mientras Lucifer entonaba una misteriosa letanía y posteriormente gritaba -¡A SANGRE Y FUEGO YO  MONARCA DEL INFIERNO, DESENCADENO LA IRA DEL AVERNO!
 
La tierra comenzó entonces a palpitar, a temblar... enormes y profundas fisuras surcaron los desolados muros de la ciudad mientras que la tierra se resquebrajaba e intensas olas de magma comenzaban a lamer su superficie… Seiya e Ikki tuvieron que ayudarse mutuamente para no caer en una de las profundas zanjas, mientras que… levitando sobre el fuego y el magma, Lucifer avanzaba en dirección hacia ellos enseñándoles  las palmas de sus manos abiertas, cómo quien les daba la bienvenida…
 
 
…sin embargo, al hermoso rostro del hijo de la aurora asomó entonces una mueca de desprecio, mientras que los rayos que coronaban su cabeza emitían ahora un brillo tan fuerte e intenso que les dañaba la vista…
 
-Yo soy Lucifer, Monarca de los infiernos y el único y verdadero dios… arrodillaos inmediatamente patéticas criaturas y quizás muestre algo de clemencia hacia vosotros…
 
-¡Yo no me arrodillo ante nadie!- gritó entonces Ikki mientras concentraba su energía cósmica y se lanzaba envuelto en llamas sobre Lucifer…
Realizando un rápido movimiento con su brazo, el hijo de la aurora barrió al caballero que salió despedido hasta chocar contra uno de los muros de Armagedón, mientras que Seiya apretaba sus dientes y, al igual que hiciera Ikki se lanzaba convertido en un meteoro sobre Lucifer…
 
-Otro imbécil…- dijo entonces Lucifer conteniendo el ataque de Seiya frente a sí… el cuerpo y puño del caballero convertidos en un poderoso meteoro… y, tras una nueva explosión de su energía, Lucifer envió a Seiya junto al cuerpo de Ikki…- ¡Os merecéis la más lenta y agónica de las muertes!- aulló Lucifer- sólo se me ocurre un castigo para vosotros…- concentrando su energía sobre las palmas de sus manos, Lucifer convocó cuatro esferas en esta ocasión… dos negras y dos doradas las cuales fusionó en dos esferas oscuras que emitían unos malsanos destellos dorados… ¡PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS!- gritó dirigiendo las misteriosas esferas hacia los caballeros, cuando…
 
…dos figuras aparecieron de la nada e interceptaron las oscuras esferas… apretando sus dientes, Hyoga y Shiryu, contenían con sus respectivos cosmos el ataque de Lucifer… sin embargo, las esferas consumían sus cosmos… abriéndose lenta e inexorablemente paso a través de sus energías, consumiéndolas…
 
-¡Imbéciles!- gritó Lucifer quien volvía a convocar su ataque…- mi ataque es imparable… no se detendrá hasta haber consumido toda vuestra energía y vuestra vida…
 
Entonces un fulgurante destello blanco salió a su encuentro… Lucifer alzó su brazo y contuvo el puño de Miguel…
 
-No te voy a permitir que mates a ningún custodio más…
 
-¿Qué pretendes?- aulló Lucifer- siquiera puedes tenerte sobre tus piernas Miguel… - y, haciendo estallar su energía, Miguel volvió a salir despedido sólo que de nuevo, volvía a levantarse y Lucifer estallaba mucho más encolerizado…
 
Mientras tanto, las oscuras esferas se hallaban ya a escasos centímetros de sus cuerpos… aunque Hyoga y Shiryu intentaban contenerlas ambos sabían que las palabras de Lucifer estaban en lo cierto… esas malditas esferas no se detendrían hasta devorar sus energías y sus vidas…
 
Entonces Seiya consiguió levantarse y descubrió a Ikki inconsciente y a sus dos compañeros luchando contra unas oscuras esferas que  poco a poco les iban ganando terreno mientras que, de nuevo, Lucifer y el arcángel se hallaban enzarzados en una pelea y Shun aparecía al lado de Atenea…
 
Miguel alzó entonces su mano y al instante en ella apareció la empuñadura de una espada de fuego, sin embargo, Lucifer le aferró con fuerza la muñeca y, tras golpearla varias veces con su rodilla, Miguel liberó la espada cuya llama se extinguió nada más rozar el suelo, quedando sólo una hermosa empuñadura plateada,  a la par que el arcángel encajaba uno tras otro, los violentos golpes del demonio…
 
 
Rápidamente, Seiya y Shun corrieron a socorrer con sus respectivas energías cósmicas las agotadas energías de Shiryu y Hyoga que se hallaban a un paso de sucumbir al letal ataque de Lucifer… con todas sus fuerzas alimentaron los agotados cosmos de sus compañeros y, realizando todos ellos  un tremendo esfuerzo, haciendo estallar sus cosmos a la vez, consiguieron despedir las oscuras esferas que estallaron nada más impactar en el techo de roca que cubría Armagedón ante el enojo y los atónitos ojos de Lucifer quien, sosteniendo el cuerpo de Miguel por el cuello con su brazo izquierdo, estalló encolerizado provocando un violento temblor mientras que sus maléficas ondas se abatían sobre los cinco caballeros y Atenea, izándolos, barriéndolos al igual que briznas de pajas, mientras la diosa  resistía aferrada a su báculo, que había hundido en el suelo.
 
Hyoga, Shiryu, Shun y Seiya cayeron aturdidos al suelo, momento que Lucifer aprovechó para lanzar su maleficio sobre ellos, sometiéndolos, postrándolos ante él, mientras el ángel más bello creado por dios, lanzaba ahora una violenta ráfaga sobre Atenea y esta rodaba por los suelos…
 
-¡No habrá más interrupciones!- Miguel aferraba la muñeca de Lucifer intentando que este lo liberara, cuando Lucifer pegó su rostro al del arcángel…- Ha llegado tu fin, Miguel…- la corona de rayos emitió unos violentos destellos y Miguel apretó los dientes mientras volvía a sufrir el castigo al que lo sometía Lucifer…
 
Dolorida, Atenea comenzó a incorporarse cuando,  una mano la rozó y…
 
-Señora…
 
Una voz quebrada llegó hasta sus oídos y Atenea se volvió. Arrastrándose por los suelos, Rafael había conseguido llegar hasta allí y ahora intentaba levantarse…
 
-Señora… la espada… tome la espada.
 
-¿La espada?- preguntó Atenea y con su mirada buscó la plateada empuñadura…
 
-Sólo usted puede invocar la llama divina… tome la poderosa espada de Miguel y mate a Lucifer…- lentamente Rafael se dejó caer contra el muro…- sólo así podrá salvar a sus caballeros y al mundo…
 
Sus ojos destellaron y con su mirada Atenea recorrió los rostros de todos los allí presentes… sus caballeros sometidos… Miguel a merced de Lucifer  y… con la fiera determinación de vencer al ángel más bello y detener aquella masacre,  ante los atónitos ojos de sus caballeros, Atenea salió corriendo y tomó la empuñadura que Miguel había dejado caer al suelo… sin embargo, esta era muy pesada… no podía levantarla…
 
Entonces Lucifer lanzó el cuerpo de Miguel lejos de sí… Atenea… la maldita diosa quería matarlo y el estalló en una estentórea carcajada al contemplar los esfuerzos de la diosa por levantar la prodigiosa espada…
 
-¡Por muy diosa que seas, jamás podrás levantar la espada divina de Miguel!- gritó Lucifer a la par que se lanzaba sobre la diosa y- Iba a desollarte, pero ya me da igual… ¡muere Atenea!
 
... haciendo estallar su poderosa energía, tomando la empuñadura con ambas manos, finalmente, Atenea consiguió levantar la prodigiosa espada que, nada más sentir el roce de la energía de la diosa, estalló furiosa en llamas…
 
Lucifer ya se hallaba sobre ella, con sus garras dispuestas para descargar un golpe letal cuando la diosa levantó la espada de fuego, traspasando su cuerpo de parte a parte ante su atónita mirada…
 
Lucifer aulló mientras el fuego divino se expandía por todo su cuerpo devorando su maléfica esencia y Atenea hundía cada vez más la empuñadura en el cuerpo del monarca de los infiernos… 
 
Envuelto en llamas, Lucifer retrocedió a la par que lanzaba sus manos al techo de Armagedón y su garganta profería por última vez la más oscuras de las maldiciones…
 
-¡Maldita seas Atenea, malditos seáis todos…!- Lucifer fijó sus vacíos ojos en los de Atenea y esta sintió un fuerte estremecimiento recorrer todo su cuerpo.- Adoras esta tierra… deseas la paz… pero no durará mucho tiempo… tú y tus malditos caballeros, no descansareis jamás…
 
Finalmente, Lucifer profirió un largo y estridente aullido… su cuerpo estalló y su maléfica energía, conmocionó los cimientos de Armagedón… rápidamente, Shun tomó a Atenea de la mano, mientras que Hyoga agarraba el cuerpo de Rafael e Ikki aferraba al inconsciente Miguel y todos corrían al exterior… Armagedón, la ciudad que durante siglos había permanecido enterrada quedó reducida a escombros, sepultando de una vez por todas, el arma más poderosa jamás creada…
 
Las huestes de Lucifer continuaban con su lucha en el exterior, cuando… un violento temblor sacudió todo el campo de batalla… del interior del estrecho pasillo les llegó el estridente aullido de su señor y una oscura y maldita ráfaga de viento barrió sus rostros. Al instante, el tenebroso palio que durante toda la contienda había ensombrecido el valle de Jezreel se deshizo en jirones mientras que los rayos del sol iluminaban y bañaban con su radiante luz el campo de batalla…
 
Los miles, millones de demonios que aún quedaban allí huyeron despavoridos, presas del pánico… su señor, el gran Lucifer, el hijo de la aurora, había caído… y ahora todos huían, mientras que los ángeles y arcángeles sobrevivientes, les daban caza, enardecidos por la victoria…
 
 
APENAS UNA SEMANA DESPUÉS
 
 
Una ligera brisa acarició sus largos cabellos y Atenea alzó su voz…
 
-Claro que Podéis…- dijo la diosa y al instante Miguel y Rafael  aparecieron  frente a ella hundiendo sus rodillas  en el suelo.- Miguel, Rafael… ¿Qué os trae por aquí?
 
-Sólo quería saber cómo se hallaba y...- Miguel alzó su mirada y contempló el rostro de Atenea.
 
-¿Y…?
 
-Sólo quería decirle que… - Miguel sonrió y los misteriosos ojos glaucos de Rafael destellaron…- ni mi señor…
 
-Ni nosotros, señora…- dijo Rafael.
 
-Nunca olvidaremos lo que los valientes custodios hicieron por nosotros, quiero que sepa que mi espada, mi brazo está a su disposición para cuando usted quiera y me necesite.
 
-Lo mismo digo…- dijo Rafael y, una ligera brisa acarició de nuevo los cabellos de la diosa y los arcángeles desaparecieron a la par que Seiya acompañado de Kiki, llegaban al lado de Atenea…
 
-¿Qué ocurre?- Seiya contempló el rostro de la diosa sonriente…
 
-Nada…- Atenea respiró profundamente…- se diría que hoy en el mundo, sólo reina la paz…
 
 
 
 
Bueno compañeros, finalmente he concluido con esta locura que comenzó en el mes de febrero apenas una semana después de colgar la última de mis historias criaturicida y me puse a buscar información acerca de Lucifer y toda la jerarquía demoníaca…
 
Espero que os haya gustado y que hayáis disfrutado mucho con ella. Por mi parte sólo quiero deciros que al igual que me ocurrió con mis historias anteriores he disfrutado y pasado muy malos ratos con esta historia. Quise emular una gran hazaña y supongo que, como todo, eso tiene sus consecuencias… ¡al fin se acabaron los dolores de cabeza!
 
Quiero daros las gracias a todos los que nos leéis… muchas gracias por leer este tocho y opinar acerca de mis trabajos (así como el del resto de los compañeros). Quiero que sepáis que valoro mucho, muchísimo vuestras opiniones y siempre las tengo en cuenta. Para mí es todo un honor contar con compañeros como vosotros que de verdad, sobre todo en la conclusión de esta historia, me habéis ayudado mucho con vuestros post( gracias Archard y Pedro, sin vuestro empujón esto todavía estaría en el aire), pues ciertamente pasé por unos momentos muy crudos y… supongo que, de no haberme atrevido a subir parte de la historia y leer vuestros comentarios, aún estaría inconclusa…
 
A todos vosotros compañeros, está dedicada esta obra… 
 
 
Sólo me resta deciros que, al menos por una temporada, voy a colgar el teclado… de nuevo hay algo por ahí rondándome la cabeza, pero… si sigo a este paso voy a acabar con todo el suministro de ibuprofeno de la provincia…
 
De atreverme con algo nuevo, en esta ocasión y como bien dice el compañero Tango, lo desarrollaría bajo un nuevo enfoque… menos oscuro… más caballeroso…
 
 
Eternamente agradecido… Plata.  :Face (29):
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Y dices tú de mili, Tío esto es una currada en toda regla, esta parte está de lo más interesante, la verdad es que cuentas con vocabulario muy extenso y eso hace las delicias de una gran narración.

 

entrando en el tema me has recordado una serie que veía antes, sobre todo por la conversación entre Kanon y aioras sobre la armadura... me parece una buena idea, aparentemente es una pequeña cosa dentro de la obra pero a mi me ha gustado bastante, la armadura les avisa de algo peligroso... la serie se llama shurato y eso ocurre cuando al rey de los dragones Ryoma le avisa su shakti (que es su armadura) para descubrir la manera de vencer a un enemigo super poderoso.

 

Otra cosa de Kanon que me ha gustado es la tenacidad con la que deshace las ilusiones ese es un aspecto que siempre me ha gustado en los gemelos y desde luego lo has plasmado excelentemente bien.

 

A cada paso de la obra más fan me vuelvo de legión, creo que con mucho es uno de los personajes más dinámicos y potencialmente interesante que has creado. Me gusta como defines su personalidad o personalidades. 

 

bueno tío sigue así que menuda currada te has dado... eso solo lo hace un genio y yo por más que froto la dichosa lámpara no me temina de salir el genio que llevo dentro jujuju

 

saludos y espero con ansía viva el fin de esta historia que se que es tarea ardua difícil por su desarrollo y espero sinceramente que la múltilucha o superbatalla que se avecina te quede extraordinariamente bien dentro de lo que debe ser un final apoteósico para un buen fin de una gran obra.

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Amigo estoy más seguro de que cuando te salga el genio nos vas a dejar a todos helados... :Face (28):  Me ha venido bien subir parte de la historia, parece que el saber que os tengo pendientes de algo me hace afilar mis armas... ¡he concluido con uno de los combates que me estaba matando! ahora viene el más gordo... 

 

Bueno, esta tarde subiré un poco más, haber si termino de despejarme del todo...

 

Kanon se merecía una armadura así... sólo que el muy..., sus instintos son mucho mejores y más afilados...  :Face (39): me gusta más que Saga...

Cuando termine esto además de explicar algunas cositas voy a buscar algo sobre la historia esa, Shurato que me pica el gusanillo... 

Gracias como siempre por tus palabras y por tu apoyo... saludos compañero y... bueno, lo que te dije en el mp, ya sabes genio...

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Amigo,se me hace muy dificil tener que catalogar este trabajo tuyo,esto ya supera,no, sobrepasa con creces el trabajo de un mero aficionado,

esto es un pulitzer o como demonionos se diga en toda regla.Es una pasada el derroche de buen hacer que has puesto en él tio,hay momentos

que me recordaban flasesh J.R.RTolkien,como dardo cuando brilla y avisa de peligro=armadura celestial,las descripciones que haces,macho,parece

que esos muros vivientes te vayan a destrozar mientras lo leesFace%20(48).gif ,a saka que en último momento cae en la cuenta de las piedrecitas,todoooo.

Y el pasaje celestial,que?como demonios se te ocurrió eso,vaya tela y eso que estabas en stand by,la musa vino pisando mas fuerte que nunca.

Amigo...Face%20(29).gif ya estás tardando en poner mas,saludos.

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Muchas gracias por tus palabras Pedro, ya sabes que para mí es todo un honor contar con tus opiniones... en cuanto a la musa... supongo que la muy jodia me pisó la cabeza por que desde que le metí mano a la segunda parte tengo unos dolores de cabeza que pa qué voy a decir ná...

La verdad es que he puesto toda la carne en el asador, espero que el siguiente y subsiguientes fragmentos no decepcionen... yo sigo avanzando y si todo va bien puede que el domingo a más tardar esté la historia completa... esto de subir fragmentos me está ayudando a concluir de una vez por todas con esta historia... 

Me gustan las casas con personalidad propia y si de paso se protegen solas, pues ya ni te cuento... :Face (8): sobre todo tal y como están las cosas hoy en día... y el pasaje celestial...  :Face (64): después de mucho estudiar y saber donde se supone que cayeron los ángeles rebeldes... sólo tuve que ponerle nombre...

 

pd. a ver que os parece el ángelito de Lucifer... Legión ya no necesita presentaciones...

 

Saludos compañero...

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para no hacer como muchos q se repiten siempre con los mismos comentarios decirte creo q tienes de sobra controlada la tematica oscura, demonios... etc. sabes darle el tempo necesario para mantener una buena trama en una atmósfera de suspense y eso es agradable para el lector. la última parte de esta obra me refiero a la batalla de la cúpula celestial es el mejor ejemplo de lo bien q manejas las batallas y los combates. dicho esto y enlazo con lo primero... ¿no te planteas variar un poco el estilo?, se q cada uno escribe de lo q kiere y me encantaria q siguieras haciendolo por muchos años y yo poder tenerlos para disfrutarlo, pero me gustaria lleer algo tuyo,relacionado con los caballeros, pero en la q no se vena criaturas de los infiernos, no se si tienes algo en mente...

 

no te lo tomes como una critica a tu obra porq en absoluto lo es, tu obra y estilo personalmente me gustan y hoy en dia algo hay q tener para q otros te leen, por eso estoy esperando a tu siguiente entrega compi plata. aunq me gustaria ver como te desenvuelves y con q nos podrias sorprender en otros escenarios...

 

un abrazo!

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bueno de momento con lo que llevo destacar algunas cosas:

 

la frase que lanza shaka es sublime "iluminaré tu camino"    Tío te quedó genial

 

Una duda es que yo siempre a Sarganatás lo había llamado sargantanás no se si es el mismo que recibe el mismo nombre o bien es que no lo leí bien, como siempre estoy con la barrica de ron...

 

Por otro lado felicitarte tienes un léxico impecable y ya que menciona también Tango el tema de hacer un fic distinto a demonios estaría bien ver como te quedaría si es que te animas algún día a efectuarlo... como siempre cuenta con mi apoyo 

 

por cierto la aparición de Camus y los vitores de los aliados me ha gustado también mucho así como el papelón de Kanon. Sigo siendo fan de Legión es que ese personaje te ha resultado especial, a mi me mola mucho más que el lucifer de los ovas....

 

a modo debroma no te lo tomes a mal ¿el demonio Bathim no tiene que ver nada con Bat- man no? yo tengo una baticao de esas a ver si me va a salir rana y me cago en todo...

 

un saludo fiera y a seguir a ver si el desenlace es tan bueno como la historia

Editado por archad
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En primer lugar muchas gracias a los dos, Tango y Archard, por pasaros y comentar, valoro mucho, muchísimo todas vuestras opiniones y.. bueno ahora me meto en materia y os respondo...

 

La verdad es que ya me va rondando por la cabeza algo nuevo y sí, me gustaría dejar a un lado las criaturillas y los demonios... voy a intentarlo nada más termine con esta historia y descanse un poco... mañana espero concluirla de una vez por todas y bueno, intentaré hacer algo menos oscuro para variar...

 

No te prometo nada Tango por que no sé si al final me saldrá la vena diabólica... que me conozco, pero bueno, te doy mi palabra de que lo voy a intentar... 

 

Archard, es que cuando Shaka abre la boca siempre lanza una joya...  además, yo  tenía que soltarlo... ahí rodeado de demonios y el tío iluminándoles el camino   :Face (5): no pude evitarlo... 

En cuanto a lo del nombre de Sarganatas... me decanté por este y es que entre tanta información descubrí que no todos se ponían de acuerdo en los nombres de los demonios, la mayoría de las veces sólo eran pequeñas variaciones en las letras... aunque la mayoría la información que leí acerca de este espíritu infernal, se refería a él como Sarganatas...  en cuanto a Bathim, no sé si se basaron en él para Bat-man o viceversa aunque, en teoría... el estaba ahí antes que Bat-man...

 

Y Legión... sí yo te contara todo el proceso de elaboración y sucesivas transformaciones por las que pasó este personaje antes de quedar así plasmado... a mí  me apasiona este personaje... y creo que... bueno, se ve reflejado en la forma en la que lo he retratado... :Face (39): me siento muy orgulloso de este hijito mío... 

 

De nuevo muchas gracias a los dos... Tango y Archard, os agradezco vuestros comentarios y os prometo que intentaré algo no tan oscuro en un futuro... y bueno, sí todo va bien mañana finalmente subo el desenlace...

 

Un saludo y un abrazo a los dos...

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Bueno plata, en términos generales ha sido una pedazo de historia que te has labrado tú solito increíble. Se todo el trabajo que hay tras esta obra, por tus palabras y por que lo se de buena mmmm "tinta". me ha parecido una forma gloriosa de terminar tú obra, así como de esta parte última que he leído el papelón de los bronces... veo a Hyoga lo tienes en gran estima, me gustó mucho como acabó con uno de los más poderosos demonios con la ejecución de la aurora.

 

bueno tío tómate unas vacas en escritura que te lo has ganado, yo de momento llevo la obra sobre Asgard un poco retrasada debido a que ahora cuento con menos tiempo, pero a ver si la voy acabando, Si empiezo a subirla me gustaría que por lo menos llegara a un tercio de la historia completa. bueno poco a poco que Roma no se hizo en un día y luego va un dios y la destruye  :Face (41):

 

Bueno compa felicidades por la tremenda currada, que se que tanto tiempo con algo así al final da gusto terminarla y compartirla. Como siempre aquí tienes a un seguidor fiel. estaremos en contacto como habitualmente lo estamos.

 

saludetes gran escritor de fics

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